El problema de vivir estresada y fuera de tu propio cuerpo
para poder ganarle dos segundos a la materia -que con dos segundos una madre te
hace una torre Eiffel de palillos de dientes y una tortilla de dos huevos- es
que vas a loco sin saber adónde vas y, lo que es mucho peor, por dónde pisas.
Y a veces no pisas o pisas mal, te acabas cayendo de boca
ante la atenta mirada de transeúntes, desparramas el bolso por la acerca y de
paso te partes el pie. Así, a lo grande. Pues más o menos eso es lo que me pasó
a mí el lunes y desde entonces, como si fuera un castigo divino, ando encerrada
en casa cual Rapunzel, con el pie escayolado en alto y esquivando los envites
del pelirrojo, loco por catar la novedad que se presenta ante sus desquiciados ojos.
Lo peor de este asunto es que yo soy lo que viene a
denominarse una inútil, con la agilidad de un insecto palo y no sólo coqueteo
con la muerte cada vez que le doy a la muleta o a la pata coja y veo mi vida
pasar delante de mis ojos, sino que además, vivo en un segundo sin ascensor con
una escalera que le quedaría estrecha a Kate Moss, y con un pasamanos pensado
para liliputienses, a la altura de mi rodilla. Vamos, el panorama ideal para
morir en caída libre.
Así que vivo encerrada en casa como si tuviera una agorafobia
severa y, cual anciana con roete, me voy desplazando en la silla de oficina del
despacho con una velocidad pasmosa, pero eso sí, he de hacerlo marcha atrás para
pillar impulso-no tengo ni idea de por qué- por lo que no veo por dónde voy,
lanzándome a lo loco como si fuera una catapulta casera, ni sé qué voy
arrasando, tanto así que el otro día le pillé el pie a la pelirroja y por poco
tenemos a otra tullida en casa.
Como a veces se me olvida mi vida infernal, pensé por un
momento que igual podría verle color al asunto y al menos, mientras tengo la
pierna en alto, podría leerme ese libro que estoy lampona por leer o todas las
revistas que me ha traído el pater. Por supuesto, todo es mentira. Y mi única
actividad, además de barrer sentada en mi sillita cual lisiada hacendosa,
consiste en evitar que la pelirroja con su empanamiento habitual no dé un giro
más de la cuenta y se me venga encima o que el pequeño malandrín no aparezca
corriendo de detrás del sofá como un pequeño mohicano, con el palo del
recogedor en la mano para tratar de clavármelo en la pantorrilla escayolada.
Pues eso, que ni tullida descansa una.
Huy Flor!! Que pena que te hayas accidentado!! Yo estoy operada desde el 21 de octubre (histerctomia) y aunque ya me siento bien, mi marido me trata como si fuera de porcelana ming y estoy a punto de arrojarme por la ventana!! quiero salir ya de mi casa. No lo soporto mas (ni a mi marido nu a la faja con que me ha envuelto el medico) Besotes y que te mejores pronto
ResponderEliminarAnda, que estamos como para irnos de fiestuqui! jajaja... Ánimo, que ya seguro que te queda poco y nos desquitaremos!! Besos mil y a recuperarse!!
EliminarPues sí, genial manera de ponerle color y risas al asuntillo este, tómalo con calma, paciencia y mucho relax que cura antes...Ya veo que la idea no funciona tan bien, lo digo porque a veces se me pasó por la cabeza eso de romperme algo y sentirme de vacaciones...mejor ni lo intento, que a mí esas sillas de oficina me resultan muy complicadas de manejar...y sería incapaz de pasar sin: lo agusto que me quedo pateando calles, respirando aire puro, vamos. Que te mejores y recibe muchos mimos y achuchones!!! La de los churumbeles.
ResponderEliminarQue te mejores pronto, debe ser muy aburrido estar en casa sin poder moverte. Yo tengo un bebe de seis meses que me tiene loca corriendo de acá para allá.
ResponderEliminarAsí estaba yo el año pasado cuando descubrí tu blog. Imagino que ya habrás descubierto que la mejor forma de subir y bajar escaleras es a gatas. Resignación y ánimo. Y muchos besos.
ResponderEliminarÁnimo! Hace tiempo tuve la fantasía de quebrarme algo y quedarme en casa leyendo y mirando pasar el tiempo. Ahora ni de chiste: prefiero las carreras de todos los días que estar en casa sin poder moverme y mirando como la chiquilla revuelve la casa. ¡Recupérate pronto! y cuidado con cigoto, que con su malignidad maligna te rompe otro hueso jejeje
ResponderEliminarFlor mejorate prontito guapa!!! De todas maneras te digo, de verdad esperabas descansar?? JA!! Aaiiixxxx que sea leve corazon y no bajes la guardia, cigoto nunca descansa.
ResponderEliminarUn besazo.
Mucho ánimo,Flor! He estado con un esguince un mes encerrada en casa y sin poder apenas moverme, esta semana volví al trabajo y lo estaba deseando, no desesperes, es duro pero pasa. Un besote guapa
ResponderEliminarFlor, ¡¡Que pase pronto!! ¿Y si te haces la dormida en la cama hasta que te dejen sola y te pones a leer como si no hubiera mañana?
ResponderEliminarbesos
¿Te has lesionado? Qué mala pata.. y no lo digo en plan chiste. Mejorate!!
ResponderEliminarHola. Yo hace unos meses tuve un accidente de tráfico y tuve que estar unos meses de baja. Como toda mi misión era descansar, andar y nadar, me dedique a ver la tele, hacer punto y demás historias... Porque no tengo niños. Si los tuviera, habría sido otro cantar... Así que mucho ánimo!!!!!
ResponderEliminar¡Cuídate, Flor! Mucho ánimo y no te dejes "maltratar" por tus herederos. Muchos besos.
ResponderEliminarufff pobrecica .. estar pachucha y con niños es lo peor....que mo te dejan descandar niunca ......
ResponderEliminarMucho ánimo Flor!!! Ya vendrán tiempos mejores (es lo que me digo a mi misma mientras ando lampona porque la terremoto de 3 años llegue pronto a los 40)
ResponderEliminarBesotes!
Ayyyy que con esta vida ajetreada no te había leído... Como te entiendo!! Y eso que solo es el pie, yo hace unos años tuve un accidente de tráfico de esos en los que te dicen que estás viva de milagro... y tuve escayolado el brazo, la pierna, collarin, un chaleco de quita y pon, aparato en la mandibula, vamos que estuve echa un asco.. jaja y fue horrible, así que si encima tienes a dos niños danzando alrededor tuyo no quiero ni pensarlo...
ResponderEliminarMucho ánimo y a recuperarse....
Vente conmigo que te cuido...
Besos