La agilidad física nunca fue lo mío –y desde que soy madre
la mental tampoco- pero ni cuando había que jugar al elástico en séptima
posición y estirar la pierna hasta desencajarte la pelvis, ni hace dos años
cuando media clase de step iba hacia la derecha y yo hacia la izquierda, fucsia
del esfuerzo y con los pelos en la cara como la típica guiri bailando el
‘Follow the leader’. Una pena.
De ahí, que en mi niñez fuera lo que viene a denominarse ‘un
paquete’ en prácticamente todos los juegos, aunque, por suerte, una es de
autoestima alta y me lo pasaba en grande pese a que nada más empezar a jugar me
llevara un balonazo en la cara jugando al ‘mate’ o al ‘balón prisionero’ y las
partidas me duraran menos de 15 segundos. Y también, por suerte, siempre he
tenido una vida social muy activa, lo que era muy importante en los sistemas de
juegos de antes porque para establecer los equipos se elegía a dos capitanes
–que solían ser los máquinas en la materia- que por turno y a dedo iban
eligiendo integrantes, sacándolos del pelotón sudoroso y lampón por no quedarse
el último, que era una cosa muy de avergonzarse y muy de ser un pardillo, un
puesto que generalmente estaba reservado al gordo con gafas que no se movía ni
con un aviso de bomba o a la niña escuálida con aparatos en los dientes y
empanamiento severo, que en realidad no quería jugar pero su madre la obligaba,
o a paquetes como yo, que ponían ganas pero no daban pie con bolo.
Por suerte, mi amiga Rocío siempre era capitana y la
criatura me elegía a mí de las primeras, a sabiendas de que aquello le costaría
la derrota, pero afianzando nuestra amistad y dejando al contrincante salivando
por poder elegir a dos de los buenos seguidos. Todo muy trama política.
Personalmente, lo que más me gustaba era el elástico. Probablemente
porque se me daba mal, pero menos mal que el resto, y siempre había unos
cordones de tenis a los que echarle la culpa si se te enganchaba en segunda
posición con el Elefante Rosa - El Elefante Azul o ‘Starsky y Hutch, Starsky y Hutch, son dos detectives de lo más
sensacional’. Nosotros jugábamos en el rellano de mi casa o en la calle, que
antes no había tantos violadores ni tantos rumanos que raptan a niños en los
probadores del Primark. Como mucho, te daban un empellón por soltar un ‘no
piqui’ antes de abrir el ‘poloflán’ semiderretido de la tienda de la esquina.
En mi barrio por lo que nos matábamos vivos era por pintar
el guiso o la rayuela en el suelo con los restos de la escayola del techo del
cuarto de baño de cualquier vecino que estuviera haciendo obras y al final
había que jugar al ‘piedra, papel, tijera’ para ver quién hacía los honores
para luego poder criticarlo porque lo había hecho ‘daleao’.
La comba era lo peor porque si te despistabas te llevabas un
combazo en la cara o en los riñones y encima la bronca de la que se metía
contigo en ‘A la salida del tres, métete’ y quedaba eliminada por tu poca
gracia al saltar. Como si fuera poco el combazo y los dos dientes que te habías
dejado en el adoquín.
Sin embargo, en mi colegio no estaba permitido jugar a la
comba –gracias a dios– y al elástico tampoco, al menos hasta 7 de EGB, así que
además de a ‘V’, nosotros jugábamos a ‘Poli ladro’, que era básicamente un
pillapilla sofisticado, al ‘Sota, Caballo y Rey’ que era un juego muy raruno donde
uno metía la cabeza en el culo del de delante haciendo una cadena sobre la que
la gente saltaba como una especie de potro raruno, hasta que Javier Martínez
–que en realidad era la reencarnación del diablo- se partió un brazo y se
prohibió para siempre jamás y durante un mes lo pasearon por las clases con la
escayola para aterrorizarnos con el asunto.
Con el tiempo también prohibieron el ‘Gori, gori… chorizo
colgante’, con lo que molaba, porque en mi colegio eran muy aprensivos y sólo
querían que jugáramos al teléfono escacharrado, que era un tostón, pero que
molaba por aquello de que el guaperas de tu clase te susurrara al oído. Casi
nada.
Pero el juego por excelencia era el de los pañuelitos, donde
había dos equipos –cada integrante con un número asignado- y en medio una que hacía de ‘madre’ con dos lazos en las
manos y gritaba ‘el 7’
y cada siete de cada equipo salía que se las pelaba, cogía el lazo y lo ataba a
la pierna de alguna del otro equipo, luego volvía a su equipo a deshacer el
nudo que el otro le había puesto y ganaba quien llegaba antes a atarle el lazo
en la muñeca a la madre. Muy complicado todo.
Por supuesto, las trampas estaban a la orden de día y a la
que le hacían el lazo se lo iba desatando antes de que llegaras para
facilitarte la tarea y si la ‘madre’ era amiga tuya, movía la muñeca para que
al del otro equipo le costara la vida atárselo. Y así siempre. Y cuando se
descubría la trampa, en este o en cualquier juego, había revolución y aquello
era como el Parlamento ucraniano, todos en pie metiéndonos empujones y gritando
con nuestras voces chillonas hasta que alguien decía de jugar a otra cosa y tan
amigos.
Y todos jugábamos con todos, incluso con el que te había
dado un balonazo en el cogote a traición. A no ser, claro, que alguien
levantara los brazos y dijera aquello de ‘Juego cerrado con llave y candado y
quien lo abra tiene mil pecados’, mientras lanzaba una llave imaginaria al
vacío.
Que eso era como una maldición y a las maldiciones hay que
respetarlas. Siempre.
PD. Pasaos por el blog de El Planeta del Bebé y leed nuestro último post... Habemus sillita nueva!!! Pincha aquí!
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Flor! Estas entradas son geniales! Pero vuelve a hablarnos de tus pelirrojos, andaaa! Es que si no los lunes nos saben a poco!
ResponderEliminarAún así genial, como siempre. Muarc!
Dicho y hecho! Además, tengo taaaanto que contar!!
EliminarMe ha recordado a mi época del cole....yo creía que nadie más jugaba a V, Jaaaa...me ha encantado la entrada...y si te sirve yo también era de las "torpes"....y eso de correr sigue sin ir conmigo, :(
ResponderEliminarY lo bien que lo pasábamos!! jajajja
EliminarCimo que el blog ha perdido so gracia, que eran las andanzas de los niños... no se, pero extraño muchisimo levantarme contigo. Los lunes tienen gusto a poco, vuelve por favor, Besos, muchos besos
ResponderEliminarEl lunes que viene prometo pelirrojismo... Y a ver si me toca algo o me financia el blog un jeque - o un medio que me pague y me dé pa una nany- y puedo escribir cada día... Es que no me da la vida... Ains. Pero el lunes pelirrojismo!!
EliminarEs que te has convertido en una mala costumbre de las buenas, y te extraño mucho . Besote
EliminarMe parto, nosotros también éramos así. Yo sigo odiando los balones, los odio totalmente!! Siempre he sido una negada para cualquier deporte de pelota, bien sea futbol (creo que no he jugado jamás como no sea en la playa en plan de risas con los hijos de los amigos de tus padres que sabían que eras un paquetón y no les importaba), baloncesto (no he jugado nunca, tirar a canasta si, pero nada más), voley ball (en 3º de BUP nos obligaron a jugar a esto y dominarlo y me suspendieron... total, que estuve una semana a tope con el tema, que me salieron hasta moratones en las muñecas de darle a la p... pelota, pero aprobé. Y bueno, si yo rondaba una zona donde se estuviera jugando con un balón de futbol, pues me caía una ostia fijo fijo. Tengo un iman extraño con los balones. Ayer mismo, mientras la mayor jugaba en el parque a enseñar las bragas en una barra, yo le daba las frutas a su hermana. Pues bien, allí andaba un grupo de mamarrachos con el balón (y el típico padre-orangután jaleando, el peor de todos) y pppppummmmm!! Pelotazo en el brazo a la menda. Que daño. Media hora después todavía me dolía. En fin, si ya te digo que si hay un balón vendrá hacia mi.
ResponderEliminarY yo también era de las últimas en ser escogidas para jugar. La última no, gracias a dios, pero casi... era bastante torpe y es que en realidad, no me gustaba jugar a esas cosas.... en fin... cada uno es bueno en lo que es no?
Jajajjajajajja, di que sí!
EliminarJajajaja. Yo nunca fui de las más habilidosas. Sobre todo en lo que implicara correr o usar la fuerza bruta. La comba y la goma se me daban mejor pero tampoco es que fuese un portento. Lo importante, como dices, era tener amistades poderosas. Besotes!!!
ResponderEliminarSiempre!
EliminarYo era una de las líderes del barrio! jajajaja Solía estar siempre en guerra con la vecina de enfrente, la otra líder, que además era tocaya... las dos con un tremendo dote de mandonas. Éramos las mejores saltadoras, comba.. goma... ahora, en lo de correr y otras lindezas creo que ninguna de las dos era muy buena, por no decir malas. Pero en lo de mandonas las " más mejores " con diferencia. Y las demás... esperaban el turno de ser elegidas en alguno de los dos bandos. Y ya digo, más que por habilidades (quitando el salto) en los juegos.. por nuestra particular guerra de mando jajajajaja
ResponderEliminarP.d- El lunes pasado dije que me encantaban este tipo de post. Y es cierto. Pero igual que los de los pelirrojos. Y las suegras.. y las no suegras. Aunque quizá no fuera la temática inicial... hay más lunes que longanizas, no? Saludos!!
Es que hasta a mí se me hace poco un post a la semana para hacer secciones. Os prometo pelirrojear
EliminarHola... aunque un post a la semana sabe a muy poco, aquí seguirmos leyendote.. Pues yo la verdad es que corría mucho, y se me daban muy bien los deportes.. Líder no era porque no me gustaba llamar la atención, pero me cogían de las primeras... Lo que más me gustaba era la comba y jugar a la goma.. hoy en dia sino tienen algún muñeco, coche o demás en la mano, los niños no saben entretenerse.. Aunque lo que odio a muerte es a unos amigos que siempre que vamos con ellos llevan la maquina para que su hijo y el mio jueguen, cuando yo lo que quiero es que corran, salten, se manchen, en fin, que jueguen como lo haciamos antes y no absorbidos por el video juego, que eso está muy bien para entretenerles en casa cuando ya no puedes más, pero cuando hay otros niños no..
ResponderEliminarBesitos
Totalmente de acuerdo!! Las maquinitas son para cuando ya estamos al borde del colapso...
EliminarOstraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas, lo de la comba y el ‘A la salida del tres, métete’, qué bueno!!! Y lo he leído entonando la cancioncilla!!!
ResponderEliminar¿Y el conejo de la suerte? ¿Y "el matar" (que se ponían dos equipos un enfrente del otro y con el balón, tenías que matar a las de enfrente y había un cementerio y tal)?
¿Y la gallinita ciega? " A la gallinita cieeega, que se te ha perdiiiido, una aguja y un dedal, da la media vuelta y lo encontrarás"
A mi se me daba bien el elástico y la comba (cuando le perdí el miedo a entrar). El matar, no tanto, huía cuando venía la pelota. Y el conejo de la suerte....depende de quien jugara, molaba o no.
¿y el juego de la botella? Vale que no se jugaba en el colegio, pero cuando jugabas en la calle con los amiguetes, sí. Yo jugué una vez sólo, cuando me invitaron a casa de una amiga a pasar un finde. ¡Era súper divertido! Pero cruzaba los dedos para que no me besara ningún baboso, yo quería que me besara el guapete!!! Jajajajaja.
El conejo de la suerte era lo más!! jajajja
EliminarAinsss echo de menos a los pelirrojos Flor!!! Y mas porque al ser guiri,estas cosas me dicen mas bien pocoooo jijijiji Andaaa ve variando un poco las entradas para pobernos al dia de las aventuras pelirrojiles... (Estoy poniendo ojitos de cachorro,q conste)
ResponderEliminartenéis razón, con tan poca actualización, las secciones son un poco rollo... El lunes pelirrojismo!
EliminarEn mi cole jugábamos a la comba y por supuesto a "V"y montábamos la mundial de gritos por pedirnos ser Julie( la buena de la resistencia) o la niña de las estrellas( que molaba mucho xq tenía poderes). Los deportes nunca fueron lo mío, tb me suspendieron la gimnasia en el instituto por no dominar el voleibol. Recuerdo una vez jugando al pañuelo con mis primos, que mi hermana se chocó de frente con mi primo Antonio, que estaba bastante fondón, y salieron despedidos para el suelo, a mi primo le tuvieron que dar friegas de alcohol xq no podía ni moverse del golpe, mientras los demás nos carcajeábamos( que niños más crueles XD)
ResponderEliminarjajajjajaa, éramos unos malvados!!
EliminarJajajjaja la de cosas que se me habían olvidado....., vienes tú y me las recuedas a golpe de lunes con este POST!!!! tu memoria está mejor que la mía jajjajaj. Yo era muy buena y me elegian siempre para todo lo que tuviera que ver con doblarse y no romperse, meterse debajo de a coger el- trepar a por- ...era muy elástica yo y se aprovechaban, la de veces que he recorrido tuberías......., luego para coger un balón al vuelo era una.... mejor aquí no recuerdo. Pero di que sí, muy buenos juegos, que cierto lo que dices del que dibujaba para la rayuela, si perdias era por ladeada jajjajajjajj veo que hay cosas que a pesar de los km se mantenían igual en todos sitios.A por la semana, guapa. La de los churumbeles.PD- nunca fui capaz de entrar en la comba ni a la trescientos, en el momento on a mí siempre me daba un off jajajja, pero bailando el hula hop era lo más, hasta en el cuello....
ResponderEliminaryo era pésima en todo, la comba, la goma elástica, el mate y lo que fuera....me elegían de las últimas, la verdad que los deportes no son lo mío, ni practicarlos ni verlos en tv....Espero que Hugo salga mejor deportista aunque lo que importa es pasarlo bien y me he divertido mucho con todos esos juegos de pequeña, mis padres tenian que llevarnos a mi hermana y a mí a rastras a casa para que lo dejáramos....a saber con lo que juegan ahora los niños....
ResponderEliminarPor favor pública tu blog como libro! Yo se lo regalo a 5 amigas :))
ResponderEliminarwww.lulu.com