Cigoto, además de malvado, es un tipo listo. No listo, listísimo,
aunque eso sí, sólo para tareas malvadas que le dan satisfacción a su instinto
aventurero y me cargan a mí los niveles de estrés hasta el infinito y más allá.
Imagino que parte de este poder destructor viene dado por
aquello de ser el segundón y de tener que buscarse la vida en más de una ocasión
al compartir infancia con la pelirroja y los visionados en bucle de las
princesas Disney y, claro, la criatura tiene que ir por libre e improvisar para
darle algo de emoción a su existencia.
Así, antes de cumplir el año, era capaz de desenroscar
cualquier tapón cerrado con fuerza media, por lo que lo mismo te abre una
cocacola y –para mi terror- se bebe la mitad escondido detrás del sofá para
inyectarse una dosis Premium de caféína, que te abre el tapón de una garrafa de
aceite y te la vuelca en todo su esplendor sobre el suelo de la cocina.
O como hace unos días, que lo pillé comiéndose la pasta de
dientes de Kitty de la hermana, perfectamente abierta y estrujándola como un
adulto para no dejar ni una pizca, como si estuviera degustando caviar iraní y
me costó perseguirlo por toda la casa para poder arrancársela y dejarlo llorando
como una magdalena con la boca llena de flúor y eso sí, unos dientes súper
blanqueados.
Otro de sus superpoderes le hace ser capaz de subir, bajar,
escalar, escapar y saltar prácticamente de cualquier sitio por muchos cierres de
seguridad homologados que tenga o muchas barricadas caseras improvisadas que
nos hace parecer que estamos de continua mudanza o en pleno registro del FBI.
Y no sólo eso, Cigoto es capaz de encender el ordenador y
moverse con el ratón por la pantalla y pasar las fotos del móvil. Si le das unas
ceras y un papel pinta sus garabatos y cuando la hoja ya está emborronada, la
pasa con sorprendente delicadeza como una maestra antigua y relamida, y sigue
coloreando con dedicación.
Aunque a él lo que más le mola son las maldades, como ayer
mismo, que lo tenía en remojo en la bañera, dentro de su sillita de seguridad,
con el chorro saliendo del grifo para entretenerlo, mientras yo trataba de
fregar el lavabo corriendo como las locas antes de que se hartara del invento y
él se peleaba con los botes de champú y las barbies flotando a su alrededor. Bueno,
pues mientras yo fregaba como si me hubieran dado cuerda, de pronto noté un
chorró a presión de agua en el cogote, me giré aterrorizada y me vi –entre los
chorros de agua como una Carmen Maura venida a menos- a Cigoto, que había sido
capaz de levantar el tapón de las dos mil toneladas que además siempre se
atasca, para que el agua saliera por la alcachofa, pero eso sí, desenroscándola
antes para que no saliera disparada como una serpiente venenosa. Y ahora la
levantaba entre sus minimanos blancas y malvadas mientras ponía chorreando todo
el cuarto de baño nivel tirar rollos de papel higiénico, las revistas y tener
que poner dos toallas grandes en el suelo para calmar la inundación, eso sin
contar la ducha escocesa a traición y los lavados nasales a los que fui
sometida hasta que logré arrancarle el mango y la sonrisa maquiavélica de la
casa.
Pues eso, que notario no sé, pero pandillero seguro.
Yo creo que va para ingeniero. Se le dan bien los trastos, ingeniar e inventar. Así que mira tu que bien, que tiene buen futuro. Yo lo veo de ingeniero naval, por eso su afición a los líquidos... Sip.
ResponderEliminarJajajaaaaa si es que a cigoto se le venía venir, es lo que tiene ser hermano de una pelirroja de las de verdad.. , tienes razón, los segundos intentan hacer hueco a costa de lo que sea, me da a mí, y es un decir, que no te vas a aburrir...xd. Pero tú siempre en positivo, intenta ver el lado bueno de las trastadas, en este caso el limpio...La de los churumbeles.Pd- cigoto al poder y espero que la pelirroja no se ponga celosa.
ResponderEliminarMujer, o fontanero... Consuélate, los fontaneros de toda la vida han ganado mucho con muy poco esfuerzo.
ResponderEliminarMe parto contigo, Flor. No falto ningún lunes a tu cita...pero ya sabes, la morena está de vacaciones y ni mi comentario aquí me permito.
ResponderEliminarHay un refrán que dice "de la escuela de amores salí tan diestro, que le di lecciones a mi maestro". Una santa la pelirroja a su lado. Un beso.
Jajaja, este niño apunta maneras, menudo elemento está hecho, se ve que le van a ir las manualidades. Un besazo
ResponderEliminarJajajajaja. No, si entre estos dos vas a tener blog para años y años... Un besote!!!
ResponderEliminarEsto debe ser una especie de castigo divino por haberte quejado de las cosas de la pelirroja... Mother mine la que te espera cuando hable!!
ResponderEliminarVoy a ir buscándote un grupo de apoyo o algo así, para que puedas ir en plan "hola soy Flor y soy madre de dos pelirrojos malvados" jajajajja
Yo estoy un poco en las mismas, a esta edad son unos trastos pero se pasa pronto la etapa..
ResponderEliminarEso de la alcachofa me lo hizo Hugo hace unos días.....me cagué en su padre y parte de la familia política, el baňo anegado......éste es el primero y el último y también le van las maldades.....¡son diabólicos!
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