lunes, 11 de mayo de 2015

El peluquero de Cigoto, la tuerca y otros misterios



Al hermanísimo me lo pelan. Cada dos por tres. En secreto, con nocturnidad y alevosía y sin que nadie reconozca la autoría de los hechos, aprovechándose de esta falta de cordura y de lucidez que arrastro desde el primer predictor que hace que no me dé cuenta ni de qué en día vivo. O eso creen los malos. Que yo con mis ojeras y mi mala cara a veces tengo un arranque de lucidez y así como quien no quiere la cosa, lo mismo te recito la Canción del Pirata de Espronceda que me arranco con una disertación barata sobre macroeconomía  que más quisieran los polemistas de Tele5.

Y un día de esos buenos me di cuenta. Cómo no iba a darme cuenta si el niño estaba un día con su pelo a lo nuevas generaciones del PP y a los pocos días era Jane Wyman en Belinda, con un miniflequillo para arrancarse los ojos de las cuencas y unas bolas de tirabuzones detrás de las orejas, que hasta el pater que me toma por loca la mitad del tiempo también se coscó del asunto. Y tampoco había rastro del cogote de chusmi de los ochenta que se le quedaba tras la ducha en plan Tijeritas suburbial. No había duda. El ultraje se había producido.

Primero pensé que podría tratarse de algún fabricante de pelucas loco por el cobrizo raruno del aspirante, que agazapado en cualquier esquina, tijeras en mano le arrancaba dos o tres tirabuzones por mes para ir preparando el cardado para una señora del barrio de Salamanca, pero no nos engañemos, Cigoto ha heredado el pelo-rata de su madre y con eso no se puede hacer más que un postizo y de los chinos. Teoría descartada. Luego pensé que se tratase de algún malhechor que quisiera dos manojos de pelo por semana para hacernos un conjuro, lo que sería una teoría válida teniendo en cuenta el poder del mal que tiene poseído al benjamín de la casa, que lo mismo te trepa por la estantería Billy y se come tres hojas centrales del Julio César de Shakespeare que se mete en el armario a embadurnarme las paredes con crema nivea de lata. O incluso podría tratarse del afán peluquero de la pelirroja que me deja calva a tirones cada vez que me suplica hacerme una trenza de espiga y que igual se había venido arriba y ahora quería darle movimiento a la maltrecha melena del hermanísimo con las tijeras de la Princesa Sofía llenas de pegamento. Pero luego recordé lo poco constante que es la nena y seguro que al primer mechón ya se habría aburrido y si no, lo gritos de Cigoto, que no la tolera, hubieran hecho saltar las alarmas.

Así que tras atar cabos y reunir pesquisas sólo quedaron dos sospechosas. Las de siempre. Las abuelas. Cierto es que este tipo de fechorías son más propias de la mamma, pero la mamma no se corta en reconocerlo y encima en regañarme porque no lo haya hecho yo antes, así que quedó descartada desde el momento en que no solo lo negó sino que se puso morada de la risa porque efectivamente el niño se parecía a Belinda. Eso sí me dijo que igual había sido el pater que temeroso no se atrevía a contarme la verdad ante el resultado catastrófico.

La segunda sospechosa fue la suegra, de cuya casa ha venido las dos veces en las que le ha encogido el pelo a la criatura pero la mujer también lo niega y teniendo en cuenta su prudencia tampoco me pega, eso sí, ha aventurado a decir que igual son las de guardería, yo creo que para que corra el bulto aunque bien pensado igual que tienen psicóloga a lo mejor tienen estilista. A saber. La cuestión es que los personajes de este cluedo que nos hemos montado son cada vez más numerosos y no hay manera de dar con la solución al misterio.

De momento la versión que más nos convence es la que ha dado la pelirroja y que achaca el nuevo look de Cigoto a la existencia de algún mecanismo en su cuerpo que le hace crecer o decrecer el pelo como su barbie de los chinos o la terrorífica muñeca Rosaura que tenía mi hermana y que tenía una tuerca en la espalda con la que las coletas salían y entraban de la cabeza como por arte de magia para asombro y admiración de todas las amigas. Y lo veo.

Pero claro, ya puestos a la nena se le ha ocurrido que si finalmente el niño tiene la tuerca la podemos girar sin descanso hasta que le saquemos una melena como la de Rapunzel ‘zuperlarguízima’. Y sólo de pensar en cepillarle la maraña de pelos después del baño, he hiperventilado de mala manera. Así que he decidido autoinculparme del pelado de Belinda y acabar con esto, no vaya a ser que al final le encontremos la dichosa tuerca y me vea haciéndole los moños italianos para llevarlo a la guardería, con la de cosas que tengo yo que hacer.

11 comentarios:

  1. Jajajajajaja
    Me ha encantado lo de la melena zuperlarguizima.
    Besos

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  2. Mamá de uno que apunta maneras11 de mayo de 2015, 8:56

    Jajaja, eso ha sido tu suegra que se ha leído el libro y está pensando cambiar de modalidad suegril.
    Que por cierto ya me pareció irónico que estuviese en la sección de tiempo libre, si yo lo perdí tras ser madre igual que a mi talla de pantalones .
    Decidí comprarlo porque ya que podemis leerte gratuitamente cada lunes qué menos que comprar tu libro ( y ya de paso buscar en él a mi suegra y a mi madre jajajaja, están calcadas)
    Eso sí, decirte que lo he conseguido leer y que me he reído, enfadado y como no, emocionado con las suegras. Y tu foto!? Tienes a mi hijo que cada vez que me veía con el libro tenía queenseñársela y el tío venga a señalar las gafas de sol y ha decir en bucle " la nenaaa" Vamos que hasta a él le pareció imposible que tengas dos hijos ( y pelirrojos nivel premium ).
    Un beso enorme.

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    1. Peor en Coruña, que está en la sección de autoayuda... ja, ja....

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    2. 1.- Seguro que sí. Las suegras mutan!
      2.- Gracias por lo de libro!!! Me hace mucha ilu que te gustara...
      3.- En serio?? Pero si tengo cara de china hepática!!! jajajaj
      4.- Tiempo libre?? jajaja Muero!!

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    3. Cristina, en Málaga también está en autoayuda!! Cómo si yo pudiera ayudar a alguien!! jajajjajajja

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  3. Vaya misterio!! Me ha encantado todo, sobre todo tu comentario sobre la muñeca Rosaura, yo también la he visto siempre un poco raruna.
    Me compré tu libro en la feria del libro de mi instituto, qué ilusión me hizo. Y ahora por la noche despierto con mis risas a mi marido, jejeje.

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    1. Qué ilu!!! Me alegra que te haga reír! Si te animas mándame selfie con el a elsuegrismo@gmail.com

      PD. La Rosaura daba terror!

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  4. Jajajjjajaj....muy bueno, buenísimooooo!!!!! Me encantan estos misterios jajaajja, me quedo con la versión de la pelirroja, no podía ser menos, la tuerca mola y mucho, las abuelas no suelen mentir, creo, así que ya te veo con los moños, ya nos contarás. La de los churumbeles. Pd- yo quiero una tuerca de esas!!!

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  5. Ha sido la suegraaaaaaaaaaaaaaa!!! Está claro, no, lo siguiente!!! No lo admitirá nunca y tu no te puedes pelear con ella por esto porque no hay pruebas. Pero tenlo claro, a tu suegra no le gusta el pelo del pelirrojo y ha decidido retocárselo "un poquito".

    Ayyyyyyyyyyy, el suegrismo....... Que peligro tienen!!

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  6. Mi madre también quiere arremeter contra la melenaza (4 pelos largos y dispares) de mi bichilla. De momento se contiene, bajo amenaza, pero se que como me descuide me la acicalará a traición.

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