Soy una persona a la que le gusta hacer listas. Listas y
balances. Tengo doscientos pares de libretas en las que escribo balances de
periodos aleatorios de tiempo y propósitos para el futuro. En año nuevo, en
septiembre y tras cada cumpleaños. No me valen para nada porque no cumplo ni
uno sólo, lo cual es un alivio porque así lo puedo recuperar para el año que
viene y no hay que tirar de inventiva cada vez, que una está muy agotada para
estar proponiéndose cosas nuevas todo el tiempo.
La cuestión es que con esto de los tres años de vida de la
nena, me ha dado más que por hacer balance –que mira que poner una lista de
contras estaría feísimo- por pensar en la evolución de ambas, ella como
pelirroja de pro y yo como madre amantísima y estresadísima y me ha resultado
curioso darme cuenta de que sin saber cómo ni cuándo, el malvivir en el que
vivía inmersa en el primer y segundo año de mi estreno como madre se ha ido
atenuando poco a poco hasta el punto de que he sido consciente de que ya no
malvivo al mismo nivel que antes. Vamos, que malvivo, pero menos.
No tengo claro si se debe a que el pelirrojismo se hace
mayor y va al baño sola, se nolimpia sola, malcome sola y a veces hasta juega
sola sin superar la barrera del sonido –bueno, a veces sí, pero no siempre- lo
que hace que la maternidad se haya convertido en un trabajo más fácil de llevar
con el consecuente ahorro de antiojeras, psicólogos y un futuro injerto masivo
de pelo para el que ya estaba ahorrando, aunque por otro lado también es
posible que ya me haya acostumbrado a vivir en el alambre de la cordura, en el
estrés continuo, en los días sin descanso, en las películas a medio ver, en los
paseos infernales corriendo detrás de la bestia, en un mundo de manchas de
helado, potitos y todo tipo de sustancias pegajosas, en una pérdida de
intimidad propia de una cárcel tailandesa y en definitiva, acostumbrada a este
malvivir maternal que ya considero la vida normal porque hace demasiado tiempo
-1098 días para ser exactos- que abandoné la vida de ser humano decente y ya no
tiene una con qué comparar, sobre todo con estas neuronas vagas que Dios me
dio.
O también puede ser que haya desarrollado cierto Síndrome de
Estocolmo. Que he leído en prensa que esto pasa mucho, mira la chiquilla aquella
que estuvo capturada 18 años y decía amar a su secuestrador. Y yo sólo llevo
tres. A los 18 igual me tatúo su nombre en un cachete. La de cosas.
Jajajaa q bueno!!! yo llevo secuestrada 17 meses y añoro tanto mi antigua vida...ayyy que penita de nosotras!!!
ResponderEliminarY lo que nos queda...
EliminarSi es que, al final, va a resultar que los queremos y todo a pesar de lo que despotricamos de nuestros hijos!!!!
ResponderEliminarYo le pregunto a veces a mi marido si recuerda cómo era la vida A.J (antes de Julia) y me responde que tiene una vaga idea. Pues yo ni eso, ni recuerdo ni concibo mi vida sin mi terremoto kazajo, no puedes imaginar lo que la echo de menos el tiempo que está en el cole, supongo que a ti te pasará lo mismo!!!
Y cuando me dice que vamos a coger un avión para ir al cielo a buscar a la abuelita y al yayo para que vuelvan a casa, tengo que tragarma las lágrimas, la agarro y me la como a besos. Son totalmente comestibles!!!!!
Qué tiernaaaaaa!!!
EliminarCómo te entiendo!!! No imaginamos la vida sin ellas pero, al menos en mi caso, el cambio ha sido a peor.
ResponderEliminarQue sí, que la adoro. Que sí, que es lo mejor de mi vida y que sí, que no cambiaría una sonrisa suya por nada en el mundo.
Pero añoro los viajes, las tardes de relax viendo una o dos películas de las buenas, las salidas con mis amigas, las cenitas románticas con mi contrario, el dormir hasta las 11 de la mañana, en definitiva, añoro el poder hacer las cosas sin el estrés propio de la maternidad.
Aún así ahora mi mejor momento del día es ir a esperarla a la puerta del cole y ver su carita al salir y encontrarme. Lo dicho. Síndrome de Estocolmo.
Besucos
Ayyyy... yo también echo todo eso de menos!!! Y mucho!!
EliminarJooo habéis conseguido que consiga recordar como era mi vida antes...me voy a poner nostálgico...sobre todo al enumerar todo lo que ya no hago y por lo que decís, no haré...pero recogerla de su escuela infantil cada día y verla esperándome echándome los brazos para que la coja, haciéndome fiestas...tienes razón en que es lo mejor del día... ¡Estocolmo total!
EliminarCómo nos va la marcha, de aquí a nada repites. Besos!
ResponderEliminarSí, claro! Pues lo cuidaremos a medias!! Y tú qué??
EliminarYo ya estoy vieja, he cumplido 35, ya me han incluido en el 'factor riesgo', que el quitan las ganas a cualquiera, jajajajaja.
Eliminaryo tambien soy de hacer listas y balances,la ultima cuando me dieron plaza para una guarderia nueva y estupenda donde estaba deseando encerrar al bichillo unas horas al dia y dedicarme a la hermosa vida pre-bebé... pero... estar sin mi peque? ya tendra tiempo de ir al cole! si total....ahora q puedo disfritar de el...ventajas del paro...
ResponderEliminartotal,q a la hora de la verdad elijo el malvivir maternal 24 horas...
voy a ir buscando el telefono de los tatuajes...
Jajjajajajjajajaj
EliminarAH AHA HA AHAA QUE EN ESPAÑOL SERIA JA JA JAAAA JAAAA..
ResponderEliminarYO SOY SOFIDEPENDIENTE...NO ME GUSTA NADA SEPARARME DE ELLA...ESTOY CON SINDROME DE ESTOCOLMO Y CREO QUE SE ME QUEDARA TODA LA VIDA...EL PATER Y YO NOS PREGUNTAMOS A MENUDO...¿PERO, NS QUE HACIAMOS ANTES? Y YO PIENSO...DEBERIA HABER DORMIDO MAS, MAS, MUCHO MAS CUANDO TODAVIA ESTABA EMBARAZADA!!
EL PATER Y YO NOS TURNAMOS LOS FINES DE SEMANA PARA DORMIR UN POQUITO MAS...SI YO ME LEVANTO MAS TARDE, EL LUEGO TIENE DERECHO A SIESTA Y VICEVERSA...FUNCIONA POR LO MENOS A NOSOTROS...Y POR CIERTO YO TENGO YA SU NOMBRE TATUADO...Y ME ENCANTA MIRARLO...BESOS CHICAS
Yo también hago esos pactos con el pater!! Y funcionan!!
EliminarJajaja..vas a tener que cambiar el nombre del blog. Es el momento de traer a otro pelirroj@ a este mundo. Saluditos. y buena recuperación...o.ve sacando el giganto carro pa pasearlo por el Limonar...
ResponderEliminarA no ser que me contratéis a una nanny entre todas... jajjaja
EliminarJaja! está claro que este síndrome lo padecemos todas y qué le vamos a hacer..con el tiempo se les coge cariño! xD
ResponderEliminarUn besoo
Jajjajaj, no nos queda otra, jajajja
EliminarBueno, igual es que te esta volviendo a entrar las ganas de otro bebe... y por eso ya no ves tan malo todo este proceso jajaja
ResponderEliminarUn abrazo
Ay, Dios mío, sí???
Eliminar¡Claro! Yo también lo experimento, y creo que es porque a partir de los tres años se vuelve a respirar: ya van al cole y son unpoquito más autónomas. Lo que sí es verdad es que me da una pereza terrible repetir la experiencia, predfiero disfrutar viendo crecer a mi bichillo, eso sí mi cuñada nos traerá un primito para marzo y estoy encantada de la vida, es como tener otro bebé pero sin pasar por el embarazo, ja, ja! Estoy deseando que llegue el momento, porque para ella es el primero y la ayudaré en todo lo que pueda, por eso no le he hablado de este blog, ja, ja!
ResponderEliminarJajjajajajjajaja, háblale!! Y así la avisas!! jajjaja
Eliminar¡Es que me da pena romperle la magia!
EliminarQue sería de nosotras sin ellos,si los pierdes de vista un ratito y te quedas sola en casa y al minuto estas deseando que vuelva,para volverte loca ,pero que vuelva.No quiero ni pensar lo que sera para las mamis que teneis más de uno.Un besito.
ResponderEliminarEstarán estresadas, jajajjajajja
EliminarAl fin y al cabo ser madre es a veces algo masoquista. Yo no lo cambiaría por nada, aunque a veces (la gran mayoría de veces), es agotador. Yo me tatué la inicial de mi bicho cuando nació (no en el culo, jaja)porque al final un hijo es como un tatuaje, encadenamiento y enamoramiento que dura toda la vida.
ResponderEliminarAy, cuánta razón!!
EliminarLo has clavado,yo ahora que tengo las mañanas para mí,vale,y para la casa,sigo al mismo ritmo de todo a mil,ahora que juegan entre ellos sin peligro a que se enzarcen en un combate de lucha libre,sin reglas,ahí sigo,estresada como siempre,que se están volviendo más autónomos y yo erre que erre,que sí,que hay que dejarlos volar,aprovechar de nuevo para sacar mi lista de cosas pendientes,que después de tantos años,que anticuada se habrá quedado,creo que una de las cosas era aprender a bailar el aserejé,por cierto,aún lo ponen,no?Pues,si,Flor,es el momento de retomar pañales,pereza al principio da mucha,luego disfrutas el triple,que ya te has leído los post...La de los churumbeles os saluda.
ResponderEliminarYo estoy frita por dejarla volar, eh??? jajjaa
EliminarSi, yo desde luego tengo mucho Síndrome de Estocolmo, porque todo el día estoy echando en falta mi libertad A.N. (Antes de la Niña) y cuando me dan la condicional me paso el rato pensando en si estará bien, que estará haciendo, si me anda llamando, si me echará en falta (yo la verdad, en esos ratos la echo en falta pero poco), así que no disfruto nada... supongo que eso también es un poco Síndrome de Estocolmo no?
ResponderEliminarYo también me doy cuenta de que lo del malvivir se atenúa con los años. El primer año fue durísimo no, lo siguiente (los tres primeros meses directamente un infierno en el que me arrepentí unas cuantas veces de haberme metido en esto de la maternidad), el segundo bastante mejor y este tercero también va mejorando la cosa. Así que nada, a ver si en unos pocos años ya ni nos acordamos de esto del malvivir, jajaja, quien sabe!! Aunque igual para entonces estamos enfangadas con el segundo y al borde de la histeria, jajaja!
Yo no podría haberlo explicado mejor!!!!
EliminarLos tres añitos marcan un antes y un despues y luego hay otro salto hacia los 6 donde experimentas el 'climax' y vuelves a vivir !!! lo que nunca creias. Mi consejo, si quieres darle un hermano a la pelirroja hazlo cuanto antes... antes de que te vayas acostumbrando a esa mejora en tu calidad de vida. Yo di el paso cuando la princesa tenia 6 añazos y volver al inframundo, cuando una ha recuperado parcialmente su vida, es doblemente malo.
ResponderEliminarMe alegra que empieces a ver la luz ;-) ves como todo pasa?
A los seis??? Entonces aún me queda mili...
EliminarYo creo que también padezco Sindrome de Estocolmo desde hace 22 meses... malvivo y sigo malviviendo... aveces me pregunto como sobrevivo al día día.... y he desarrollado una especie de pasión exacerbada hacia mis cachorros, tanto que los veo perfectos aún cuando berrean, ensucian, y rompen la calma de mi hogar...
ResponderEliminarLeyéndote entiendo que la cosa solo puede ir a mejor jajaja...
Y que siga así!!!
EliminarSi ya te dije ayer que eras una valiente y seguro que te estás pensando en ir a por el segundo.. Tiene toda la pinta..
ResponderEliminarÁnimo, tu puedes!!.. Ja ja
Pero es que me queréis matar??? Contratadme una nanny y me lo pienso!!
EliminarEso me pasó a mi cuando mi morena tenía tres añitos.Tan liberada me sentí que, sin saber que tenía un yo interno tan autodestructivo, fuí a por mi moreno. Y ale!Ya estoy de nuevo en este sinvivir que es el empezar a andar; el no poder perderlo de vista por que se come la mas pequeña motita que hay en el suelo, aunque se tape la boca a la hora de la comida; las malas noches de él y ...de ella que desde que llegó su anhelado hermanito dió mil pasos atrás en todos los aspectos.Ains!!
ResponderEliminarJajajjajajajjajaj, pobre de ti!!!!
EliminarYo creo que, según vaya pasando el tiempo, cada vez malvivirás menos. Un día te dirá que se va a vivir sola y tal vez tengas unas ganas tremendas de volver a malvivir. Besotes!!!!
ResponderEliminarA los trece, yo me he tatuado su nombre a los trece .....
ResponderEliminarBesos Mar