La madre del artista nació para ser manager de una gran
estrella pero dado que no tiene artista al que representar, toma como rehén a
su hijo, al que obliga sin piedad a apuntarse a todo tipo de actividades extraescolares
–cuanto más surrealistas mejor, que eso da caché- en busca del talento oculto
que lo convierta en el mejor de algo, para poder ir luego a muchos campeonatos
a aplaudir como una loca, aunque sea a un campeonato de esgrima, que digo yo que
en el siglo XVIII sería lo más, pero que ahora es una cosa muy triste, como un
campeonato de ajedrez pero con terroríficas caretas.
A diferencia de la madre fan muy fan, la madre del artista
no cree que su hijo sea mejor en nada –cómo va a creerlo si el chaval no suele dar
una-, ni siquiera que tenga talento para ninguna disciplina en concreto, pero
eso no le supone impedimento alguno para convertirlo en un virtuoso de lo que
sea -de los cantos gregorianos mismo, que como no es una cosa muy extendida es
más fácil destacar-. Y es que la madre del artista guarda con cariño y
resquemor todas sus pequeñas y grandes frustraciones, con la intención de
volcarlas subliminalmente en sus niños, con toda la premeditación y alevosía
que le sea posible acumular.
Así si la madre quería tocar un instrumento, aunque el
chiquillo tenga el oído de una lombriz de tierra, lo apunta a clases de solfeo
intensivas y lo obliga, trombón en mano, a pasearse por todas las bandas de
música de la ciudad -habitualmente sin dar pie con bolo en una sola partitura-
y dejándose los pulmones y las suelas de los zapatos cada Semana Santa. Si la
madre del artista quería ser bailarina, la nena va de cabeza a clases de ballet
–prácticamente desde que empieza a andar, mucho antes de que pueda tener
conciencia para negarse a hacerse el moño con esa red tan feísima- aunque tenga
la coordinación de una hiena borracha y ni siquiera le quepa el tutú, que para
eso la tita cose y le puede apañar uno en menos que canta un gallo. Si la madre
quería ser actriz, apunta al nene a clases de teatro de métodos experimentales
–que en esto se aprende mucho, que ella lo vio en un reportaje de Al Pacino y
Al Pacino sabe mucho de estas cosas-, donde el chiquillo tiene que memorizar
adaptaciones humorísticas de obras de Shakespeare aunque todavía no haya
aprendido a restar llevándose. Que el arte es el arte y es lo que mueve al
mundo.
La madre de la artista acude a todas las funciones de la
escuela con el entusiasmo de quien acude de invitada a los Oscar, y se sabe el
texto, la canción o la coreografía mejor que la propia señorita que se lo ha
inventado y lleva preparada a su nena mejor que ninguna otra madre, que para
eso su nena es un artista aunque aún no haya dado el salto a la fama, que vete
tú a saber donde hay un cazatalentos oculto y no es plan de ir por ahí
perdiendo oportunidades, que la cosa está muy mala y el mercado es muy duro.
Así si la seño pide que las nenas lleven el pelo recogido,
la suya lleva moño italiano con flores incrustadas y purpurina en crema y si
los trajes podían ser de papel pinocho, la suya lo lleva en seda salvaje,
rematado con pespuntes del mismo tono de la purpurina, de la que lleva otro
bote en el bolso por si hay que ir retocándole el maquillaje.
Y es que sólo la madre de la artista sabe lo importante que
es que elijan a tu hija para encarnar a la Virgen María del belén viviente
del colegio y es capaz de pasarse dos noches sin dormir, con los ojitos como un
pez Telescopio, cosiéndole puntillas y pedrería al disfraz como si fuera el manto
de la Esperanza,
que esto es una vez en la vida y hay que disfrutarlo con intensidad.
Y a la hora de la verdad, la madre de la artista es capaz de
colarse mil veces hasta el escenario para colocarle a la nena el pañuelo –que
se le ha torcido y más que una pastora parece un vikingo- o para repintarle el
lunar a su flamenca -que una flamenca sin lunar ni es flamenca ni es ná-,
aunque la maestra la quiera fulminar con la mirada y la nena esté hasta los
ovarios de la maestra, de la madre y de su obligada faceta artística.
(Nivel de identificación personal con la madre del
artista: 5 sobre 10)
Repetimos:
Cada lunes, un nuevo modelo de madre en ‘Madre sí hay
más que una’. Entendemos que son tipos muy puristas y que más de una podéis
picar de varios a la vez, pero de cualquier manera, hagamos autocrítica y
encasillémonos, será divertido!! Los que no seáis madres podéis encasillar a
las vuestras, a vuestras hermanas, a vuestras amigas o a vuestras mujeres… que
todo sea crítiqueo y algarabía. Eso sí, que conste que desde ‘Hija no hay más
que una’ no queremos juzgar a ningún prototipo de madre, o no mucho al menos,
así que, por favor, que nadie se ofenda que nos va a tocar a todas… pero
entretanto, a divertirse!
Vale, esta vez creo que un 2 sobre 10: 1 punto por la esgrima (me gustaría apuntar a mi hija más adelante) y otra por el gregoriano (el abuelo canta en la Schola Gregoriana Hispana) y el padre y yo estamos fritos pro llevarla a los conciertos, pero de oyente,ja,ja!
ResponderEliminarEs una broma??? jajajjajajajjaja Qué casualidad más grande!!! Creo que es la primera vez que conozco a alguien que conoce a alguién que canta cantos gregorianos!! Marvellous!!
Eliminar¡Qué va a ser broma! Y se lo pasan bomba viajando! Para mi hija, su abuelito es "gregoriano". Tienen página web si tienes curiosidad: http://www.scholagregorianahispana.es/
EliminarPues yo también 2 de 10. Aún tengo algo de esperanza con el piano, pero ya voy descartando una estrella en el deporte :) Hay que saber ver las limitaciones de nuestros peques:)
ResponderEliminarYo a la mía estoy frita por apuntarla a ballet, no sé si se dejará...
Eliminaryo creo que 2 sobre 10;pienso que aunque no queramos intentamos que nuestros hijos realicen alguna actividad que nos guste a nosotros. Nosotros la llevamos a natación. Al año que viene a algo más seguro que le apuntamos :)
ResponderEliminarJajajjaja, pobretos. Yo a la mía la disfrazo cada vez que puedo y aún no la he apuntado en nada, pero dame tiempo, dame tiempo, jajjaja...
EliminarCarol,tienes razón!! Al final queremos que hagan algo que nos gusta a nosotros (padres o tutores) y no pensamos tanto en las verdaderas habilidades y motivaciones de los peques... pobres!!! Yo, por ejemplo, con el piano de "la peque" tengo ese problema. Como no es hija mía (es hija de mi marido) no puedo decidir estas cosas, tan sólo dar una opinión. Y "la peque" cumple con sus clases de piano pero no creo que llegue a ser una gran pianista (aunque su madre mantiene la ilusión:)) porque , entre otras cosas, la niña va porque tiene que ir, pero al año que viene ya ha dicho que pasa. Yo hubiera optado por algo para lo que la niña muestra voluntad y habilidades, pero ya se sabe..la "madre-coraje" es la que manda...yo soy sólo una madrastra, qué puedo decir..:)
EliminarA mí me dan mucha pena esos niños prodigio que al final lo hacen bien pero que han estado sacrificados desde chiquitines horas y horas sin que ni siquiera le gustara el asunto y lo peor es que al final, en cuanto pueden, lo dejan!
EliminarX cierto, qué tal llevas lo de ser 'madrastra' como tú dices ¿es difícil?
Ser "madrastra" es una tarea bastante ingrata porque quieres mucho y de manera muy incondicional pero tienes que mantener tu puesto en la sombra. En mi caso, como en el de muchas otras, hagas lo que hagas siempre está mal de cara a la madre de "la peque"... las madrastras tenemos mala fama con tanto cuento infantil que nos pone feas, gordas y con berrugas!!!! Yo escribo, como tú, y así alivio un poco la tensión. Te dejo una entrada de mi blog por si le quieres echar un vistazo http://demadrastrasyotroscuentos.blogspot.com.es/2012/04/benditas-vacaciones.html
Eliminar3 sobre 10.. Mi nena será buena en algo.digo!! Por cierto leí la entrada anterior y Violeta es un nombre precioso, con mi hija también hubo follon por el nombre entre mi madre que quería que se llamase Dakota - a lo niña prodigio de Hollywood- y el padre quequería que se llamase como yo ( Ainhoa) eso sí, el.nombre que elegí, Leire, gustó a muuuy poquitos pero vaya, la cesárea la pasé yo así que la decisión era mía
ResponderEliminarLeire es muy bonito, yo conozco a un par de niñas!! aunque ambas son de Argentina que parece que allí es más común...
EliminarAquí en Zaragoza hay Leires a patadas, dos en la clase de al lado de mi hija sin ir más lejos. Como estamos tan cerca de Navarra.... Dakota es un poco como Kevin cosner de Jesus !!!!
EliminarMi madre era madre de artista pero porque era yo la que tenía un montón de inquietudes artísticas... Lo que tuvo que sufrir la pobre conmigo, que quería ser bailarina, y actriz y cantante y de todo!!! Ahí estuvo la mujer, al pie del cañón acompañándome en mis sueños, que terminé abandonando por inconstante... Besotes!!!
ResponderEliminarInconstante es mi segundo nombre. No le he dicho a mis amigos que me he vuelto a apuntar al gym para que no hagan porras de a ver cuánto aguanto... Y siempre gana el que menos tiempo puso, jajjaa
EliminarAy qué ilusión! Una que me libro! Ja, ja! De esta, nada de nada. Ole! Será que voy mejorando?
ResponderEliminarJajjaja, qué suerte!!
EliminarPues yo me estuve acordando de esos programas americanos de Little Miss, donde las madres llevan a nenas muy chiquitas a modelar y las depilan las cejas, las maquillan e incluso las broncean. Gran película Little Miss Sunshine donde se burlan de todo eso.
ResponderEliminarY aún peor sería la madre que sí triunfó y quiere que su hija siga el mismo camino. Recuerdo una modelo argentina, Araceli González, cara de ángel, medidas perfectas que tuvo una hija a los veintipocos ańos, pues bien la hija,( que se llama Florencia, un nombre muy típico allá!)intentó la carrera de modelo pero era constantemente vapuleada por que era bajita, con caderas, bizqueaba de un ojo y tenía la maníbula cuadrada. Pero su madre luchaba contra todos intentando vender las virtudes de la nena por ser hija de quién era...
Qué terrible historia!!! Me encanta Miss Sunshine!!! Y esos concursos deberían estar más que prohibidos!!!
EliminarLa de los churumbeles hoy se libra,un 2 más o menos, hay que ser realistas y dejarles total libertad para elegir.De todos modos, los míos tienen dos actividades extraescolares y punto, les llegan y sobran.Pero la de mamás artista que conoces cuando empiezan el cole...Yo pienso que el buen músico nunca será buen fútbolista.
ResponderEliminarAinss! Creo que yo estoy en 5 o más! Aunque no queramos todos ponemos nuestras frustraciones infantiles en nuestros hijos, así que yo lo apuntaré absolútamente a todo y el ya me dirá lo que quiere hacer. Espero que no elija el futbol, por Dios!!
ResponderEliminarYo estoy en 5 sobre 10. Bueeeeeno vaaaaale... 6,5. Toqué 10 años en la banda de música de mi pueblo y me lo pasé de muerte, así que me gustaría que la nena también tocase algún instrumento. PadreCoraje practicó la gimnasia artística hasta los veintipoco y el abuelo fue campeón de España de este deporte, así que creo que también le va a caer extraescolar por esta parte. De momento la llevo a natación porque es lo único a lo que puedo apuntarla a los 7 meses ^_^
ResponderEliminarCreo que me acabo de subir merecidamente al 7/10
Ay y lo que he disfrutado yo cuando eligieron a mi nene niño jesús del cole!! jajaja
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