Cuando una no es madre y, por tanto, no conoce aún el
alcance de la mala vida maternal, se atreve, no sólo a trazar planes sobre lo
fabulosa, estricta y perfecta que será en su futura faceta como mamá, sino
también a lanzar consejos, -algunos buenos, no digo yo que no, pero tan
imposibles de poner en práctica como que a Merkel la nombren Reina del
Carnaval- y lo que es mucho peor, a criticar el modus operandi de las pobres
madres agotadas, quienes abofetearían sin descanso a sus interlocutoras (por
sus palabras o por su pelo perfecto, vete tú a saber) si les quedara energía
suficiente y alguna neurona despierta y libre de las ocupaciones propias de la
crianza.
En teoría, la maternidad es fácil. Cuando el predictor sale
positivo, una se va a la FNAC y se gasta medio sueldo en libros de bebés y
documentales y se va a casa, a tirarse en el sofá y a establecer los parámetros
en los que se basará la educación de su hijo. Consulta con el padre, las amigas
y fantasea con la idea de una familia 'cocacola', civilizada y ordenada y en la
que todo sea perfecto y armonioso… y lo apunta. En una libreta de Anne Gades, con
un niño en una maceta, para no perder detalle.
Supongo que toda esa absurda parafernalia está bien para ir
sobrellevando los terribles meses del embarazo –de este particular infierno
hablaremos próximamente-, pero para prepararse para la maternidad, en absoluto.
De hecho, personalmente y con la experiencia de mi lado, puedo asegurar que más
me hubiera valido invertir ese dinero en la serie completa de Sexo en Nueva
York o hasta en un vale para un paseo en pony, si me apuran…
Supervivencia. Ésa es la palabra clave para poder afrontar
la maternidad sin perecer en el intento. Que sí, que sí, que a los niños hay
que educarlos, que no digo yo que no, pero cuando una madre agotada y
estresada, con mirada desquiciada y la espalda retorcida de soportar 16 kilos
de prole encima día y noche, descubre que su niña duerme del tirón nueve horas
si la mete en su cama, o que es capaz de aguantar un paseo largo en cochecito
sin rechistar, a cambio de una bolsita de chuches, o que le permite arreglar su
pocilga –antaño hogar impoluto- a cambio de pintorrearle las revistas o los
grandes clásicos de la literatura española, o que la deja almorzar sin
manosearle la comida si cambia el informativo por dos tormentosos episodios de
Caillou… ¿qué va a hacer?
Que les zurzan a los pedagogos, a las madres que van de
perfectas pero esconden niñeras internas y abuelas entregadas, y a las
no-madres de pelo planchado que no saben lo que es una noche de insomnio
infantil ni domar fieras a diario… Ea.
Jajaja. Bueno, mejor no me río...me está dando miedito esto de la maternidad. Jaja. Te sigo leyendo. Piensa que ya queda menos para que la peque vaya al cole y tú puedas descansar un poquito...o no... Un besoteee
ResponderEliminarMañana ya la llevo a la guarde!!! o tendrán que encamarme... Pero después de diez días sin ir, ya te adelanto el berrinche horribilis que me espera... Voy a tener que tomar dosis extra de Pharmaton!
EliminarQ les zurzan y bien!!educar en mi caso a dos monkikis salvajes es misión imposible,cuando las miro para regañarles ya saben lo q les voy a decir y se adelantan:tras tras culoo y siguen con lo q estaban haciendo con una gran sonrisa en sus caritas y como si con ellas no fuera la cosa....Ay,qué tiempos aquellos en los que yo daba consejos inútiles a mis amigas ya madres,tiempos en los q mis modelitos eran perfectos,totalmente estudiados y conjuntados,mis rizos perfectos...Ay!! ahora que he perdido hasta el rizo a sobrevivir toca,q quieren chocolate pues chocolate,q quieren ocho horas de cantajuegos y Mickey pues a ver tele,todo hasta un punto claro y dejar a su papi el papel de regañar para q cuando llegue de trabajar, una de las dos diga en vez de hola papi:Atuto papá!!!!
ResponderEliminarjajajajajjajajajjaja... Las Monkikis son astutas, jajajaj...
EliminarLo peor es que la gente se cree que les damos lo que piden por consentirles o porque nos dan penita... Ni mijita!! Penita de nosotras! Se lo damos para que se callen y nos dejen vivir un rato... Tú habrás perdido tus rizos pero yo tengo unas cejas que miedito dan... Con lo que hemos sío, maremía!
AMEN!!!
ResponderEliminarDe acuerdo en todo ;-) Yo también tengo dos Monkikis y sé de lo que hablais. Como echo de menos el pelo planchado o el maquillaje, aaayyyy...ja ja ja, mejor reirse, pero me asusto a veces cuándo me miro en el espejo del ascensor y veo la pinta que llevo, pelo sin forma, maquillaje=0, ojeras enormes y cara de necesitar un SPA...
Ya llegará nuestro momento!! Cuando las no-madres perfectas se preñen y entren en la mala vida, nosotras ya los tendremos criados y ya podremos volver a ser fabulosas y dormir 8 horas del tirón!! Quién ríe el último...
EliminarDi que sí, que no conocemos a nadie con 20 años que siga durmiendo con sus padres!
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo que la teoría es muy fácil pero a ver quien es la lista que la aplica en el día a dia
ResponderEliminarYo estoy de acuerdo, este último párrafo me ha descrito totalmente...
ResponderEliminarTotal y absolutamente de acuerdo!!!!!!!!!!!!! q una cosa es la teoría y otra muy distinta la práctica.
ResponderEliminarMe sumo al comentario anterior.
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