Desde que tuve a bien enterarme de que los Reyes Magos en
realidad no eran tan magos ni el asunto tan misterioso como parecía, mi madre
vio el cielo abierto y me nombró supervisora oficial de las compras navideñas,
un cargo que ostento hasta el día de hoy y del que no me libré ni cuando estaba
recién parida, con la pelirroja adosada a la cadera.
Y es que en mi familia adoramos las compras, aunque seamos
pobres, que eso es lo de menos, y desde que el Corte Inglés decide accionar su
alumbrado y hasta la mismísima Cabalgata de Reyes, estamos en un no parar de
idas y venidas, compras y devoluciones, listas, cartas, investigaciones de
gustos y tallas, chivatazos, comparaciones y empaquetamientos que nos dejan
exhaustos y con dos kilos menos cada navidad.
Yo, que soy una persona medianamente organizada y que adora
las listas sobre todas las cosas, establezco el presupuesto con el que cuento,
la gente a la que le he de regalar e ideas para cada uno y a partir de ahí, en
menos de una semana –antes de que el bullicio me destroce los nervios- lo tengo
todo listo y envuelto, a la espera de la Noche de Reyes.
Lo que pasa es que esto sólo lo hago yo. Mi madre y mi
hermana que son dos desastres con piernas, dicen que lo emocionante y lo
típicamente navideño es comprarlos después de la Nochebuena, es decir,
cuando hay dos millones de personas en las calles y, claro, ellas ni hacen
listas ni barajan opciones ni perro muerto. Ellas esperan a que la cosa ya esté
que arde y me llaman para que les solucione el tema aunque cada año les amenace
con que es el último en el que hago la panoli, pero claro, no me creen, cómo me
van a creer si soy un fraude.
Así que hacemos varias quedadas organizadas cual equipo de
Misión Imposible, en unas quedamos con mi madre, a la que nunca le gusta nada y
obliga a los dependientes a sacarle todo para luego decir que todo es muy feo e
irse a otra sección para nuestra vergüenza y cabreo del personal, y nos pasamos
de dos a tres días con la lengua fuera, al principio comprando con parsimonia,
eligiendo tonalidades y comparando tallas para luego empezar a correr y acabar
comprando perfumes de cuatro en cuatro, pijamas de anciano y libros al azar,
que luego ya veremos cómo los repartimos.
Y con el agobio de la calefacción nivel isla tropical de los
centros comerciales y los abrigos dándote golpes en los tobillos y las bolsas a
punto de desmembrarte por las muñecas pasamos unos días la mar de buenos con
comida incluida en cualquier restaurante petado de gente el tiempo justo de dar
dos bocados y salir corriendo a otra tienda. Y luego, dejamos tirada a mi
hermana en cualquier esquina para ir a comprarle su regalo y luego la recogemos
y dejamos tirada a mi madre para comprarle el suyo y luego la recuperamos y
juntas compramos el de mi padre, cuando siempre hay disputas y gustos
encontrados, menos por mi parte, que a estas alturas ya tengo la bilirrubina en
máximos históricos y lo mismo me da comprarle una tabla de surf que una
bandurria con tal de terminar con el infierno.
Pero después de tres o cuatro días a este nivel y teniendo
que dejar a la prole colocada por ahí y tomar más churros de los recomendados y
más ensaladas tropicales de la cuenta, terminamos un día antes de la Cabalgata y todo parece
felicidad hasta que me llama mi padre para decirme que le busque algo a mi
madre, algo que yo haya visto que le haya gustado o que no le guste, que eso es
lo de menos, pero que le solucione la papeleta y luego me llama mi hermana para
que bajemos juntas y le cojamos algo a mi padre que se niega a entregarle sólo
el chaquetón de anciano que ha elegido mi madre y luego me llaman mis tías para
que les chive qué cogerle a mi madre y antes de colgar, me llama la mamma para decirme que no le gusta nada de
lo que hemos comprado y que mejor mañana
volvemos a bajar y cambiamos algunas cosas por otras, hasta la hora de la
cabalgata cuando ya esté todo el pescado vendido y yo ya esté entregada a la
histeria… y así lo hacemos, apurando hasta el último segundo y aunque siempre
parece que la cosa no va a cuadrar, al final siempre cuadra y cada año
superamos la prueba con éxito, aunque pareciera mentira, imagino que será por
aquello de la magia navideña…
ja ja que bueno; yo compro los regalos después de la nochebuena pero me gusta hacerlo esa semana sin prisas. pero con mi marido de solteros he ido con él a comprar regalos el mismo día 5 a las 8 de la tarde pero ya de casados me encargo yo de todos los regalos y así no hay sustos de última hora
ResponderEliminarClaro! El problema es que yo tengo que comprar los míos y los de toda la familia!! jajaja
EliminarDios qué estrés solo leerte!!! De infarto!
ResponderEliminarA mí me toca comprar los regalis de tooooda la familia porque soy la pringada que aún vive cerca de mis padres y el resto vienen en avión con mini-maleta y no pueden cargar con trastos..
Total, que nadie tiene ni idea de qué regalar a quién y me toca romperme los cuernos con todos y jurar y perjurar que nunca más me dejo liar..
La parte buena es que como sólo vienen los festivos y todo está cerrado, no hay opción de compras de última hora y a estas alturas ya tengo todos los paquetes listos y embalados.
Si en el fondo me encanta!!
Que te sea leve y compra un cargamento de tila! ;-)
Pues entonces como yo!!! Abusones! jajaja, pero en el fondo a mí también me gusta!!!
Eliminaruffff, que agobio!!!!, en mi familia, cada uno, se encarga de lo suyo, aunque yo les doy un poco mas de trabajo, tienen que pensar 2 regalitos para mi!!!! reyes y cumple!!!! juas juas juas juas
ResponderEliminaraiiinnssssss que nervios!!!!!
Los regalos en navidad son un horror!!! Así es como yo lo vivo. Échardle un vistazo al post http://demadrastrasyotroscuentos.blogspot.com.es/
ResponderEliminarEn mi caso cada uno se ocupa de lo suyo, que yo trabajando no tengo tiempo de mas,ahora lo de llamar y preguntar de eso tampoco me libra nadie, que si mi madre, que si mis hermanos, que si mi suegra,en fin que de compras no voy pero acabo eligiendo el regalo yo y dando la información a los demás,por lo menos no paso el agobio de estar en las tiendas comprandolos.Un besito.
ResponderEliminarHija mía, eso es divertido, peor son en mi casa, que si tienes más de 12 anda y que te vayan dando, el año pasado me compré yo para mi unos pendientes monísimos para conservar la ilusión navideña... o no, simplemente es que eran muy monos, jeje.
ResponderEliminarHOLA FLOR, HOLA CHICAS!!!!
ResponderEliminarHACE MAS DE UNA SEMANA QUE NO LEO NI COMENTO....LO DIGO COMO SI FUERA UN TRABAJO...
PERO YA ME HE PUESTO AL DIA!!
PARA EMPERZAR...ENHORABUENAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!
¿TE ACUERDAS CUANDO TE DECIA: FLOR EN LA MADRESFERA SUBES COMO LA ESPUMA????!!!!!!
SABIA QUE TARDE O TEMPRANO ALGUN PREMIO CAERIA!!!!
SEGUNDO QUE YO AGUANTÉ EL POST PARTO GRACIAS A SEXO EN NUEVA YORK...Y PARA TERMINAR, QUE LE DEN A LOS ANONIMOS SINBLOGS, DIVERTIDOS, NI TRISTES...HAY MUCHAS MAMAS AMARGADAS POR AYI QUE NO SABEN QUE LA MATERNIDAD ES TAMBIEN REIRSE DE UNA MISMA!!!!!
MUCHO BESOS A TODAS ESTA TARDE ME TOCA A MI CORRER COMO UNA LOCA CORTE INGLES PARA ARRIBA CORTE INGLES PARA ABAJO!!!
AUN ASI ADOROOOO LA NAVIDAD!!!!
Aquí otra fan de las listas, nosotros hacemos una cuadricula en la que ponemos cada regalo que haremos a cada miembro de la familia y lo que le vamos a pedir a esa misma persona, que las sorpresas son muy malas y las caras de decepción no las sabemos disimular, así que como al final vamos con todo organizado los familiares nos dicen: anda, pues compra tu los regalos de fulano y mengano de nuestra parte y ya te los pagaremos, y así con todos, así que al final acumulamos en nuestra casa un cargamento enorme de regalos, todos envueltos por mi, que para eso soy muy histérica y maniatica, con su etiqueta, su nombre puesto y los míos con lazo incluido, que para eso es mi cumple también, y llega el día de Navidad (que nosotros somos de Papá Noel que es el que me trajo de recién nacida) y descargamos el torrente de regalos en el árbol de Navidad del que organice la comida y hala, a destrozar papeles, y si por algún motivo tengo algún regalo sorpresa que no controlo se me desorbitan los ojos, me sube la tensión y miro desquiciada ante la posibilidad de que sea algo que no me gusta, no necesito o no quiero y no sé qué cara poner.
ResponderEliminarLo mejor, los autorregalos, ahí nunca fallamos
Viva la Navidad!!!
¿qué ha pedido la pelirroja?
Jajajaja...como me suena eso,típico,muy típico,a mí me toca cargar con lo mismo,por aquello de que a mí me encanta ir de tiendas,eso dicen,sí ir me gusta,pero a mi aire y sin listas,que siempre llego tarde y nunca encuentro nada que se parezca a lo de la lista esa,hoy me he dado una vuelta con los churumbeles y estoy que echo humo,somos de pocos regalos,pero en familia tan grande parecen siempre muchos,sobre todo a la hora de comprar,a la hora de abrir es otro cantar...La de los churumbeles,que con los años me empieza a pesar la navidad.
ResponderEliminar¿sabes? eso mismito me pasa a mí todas las navidades... este año con la crisis, y la llegada de piso-parchis tengo una excusa perfecta para solo regalar a los niños (cuñado-clon, sobrinita y Manzanita) así que me libro de casi todas... y lo mejor, el Futuro pensó que ya que tenía su regalo para qué íbamos a pasearlo por media andalucía, que fuera trabajando desde ya y se quedara paseando en navidad jejeje.
ResponderEliminarBuenísimo como siempre... si es que no se puede ir mejor jajajaajajaja. Besos.
Qué ganas me han entrado de ir a comprar cositas!!!! A mí me encanta comprar, y buscar, y cambiar,... eso sí, el enano se lo encasqueto al primero que pillo.
ResponderEliminarPués nosotros hacemos una mezcla de reyes magos y amigo invisible, establecemos un presupuesto, cada uno coge un papelillo con un nombre y después nos ponemos como locos a enviar-nos lista con las cosas que nos hace ilusión que nos regalen. Los peques van a parte, que para eso se merecen más regalos porque han sido "buenos, buenísimos"... los días antes de reyes.
ResponderEliminarEres una máquina, leyendo tu blog parece que me estés describiendo a mí, eres genial, yo tmb tenía otro concepto de la maternidad...
ResponderEliminarBuenísimo post. Se visualiza genial y además todos de alguna manera nos sentimos reflejados.
ResponderEliminarA mi me pasa igual: acabo solucionandole a todos sus regalos!!!. Este año mi hermana esta aqui para nochebuena, por lo q en reyes no esta, asi q le damos a ella los regalos el 25 (y ella a nosotros). Bueno, pues mi madre aun no le ha comprado nada (sera por eso q como lo se, yo le he comprado unas cuantas cositas!!!). De todas formas estoy segura q mañana por la mañana m llama mi madre para q me acerque al corte ingles para que le busque algo!!!. Pero eso mismo me lo hara mi padre el dia antes de reyes, para ver q le puede comprar a mi madre y/o, q se lo compre yo!!!.
ResponderEliminarY la.cosa es q m gusta, a pesar de romperme la.cabeza. Lo unico malo, es q igual q m llaman para q lo compre yo porq ellos no pueden o no saben q comprarle a mi hermana o a mi madre, tampoco saben q comprarme a mi, pero yo si les soluciono el problemilla, pero para mi...al final no ea como yo m imaginaba!. Sera q me ilusiono mucho y tengo espectativas altas, no se!!!. Al menos como mi marido lo sabe...el me compensa! Jejej.