Hay que ser mala gente. Hay que tener mala sangre y ser una
persona sin consciencia ni corazón. Hay que ser insolidario y ruin y poco
generoso y malvado -y todas las cosas malas del mundo mundial que se me ocurren
ahora mismo mientras mastico bilis- para recetarle a la pelirroja el Terbasmin.
Otra vez. Con el daño irreparable que nos hace eso a la paz familiar, al sueño
reparador y a mi presunta estabilidad psíquica.
Y mira que intenté disuadirla echándome las manos a la cara
como el protagonista de El Grito y mira que supliqué con mi caída de pestañas y
mi sonrisa bobalicona, pero nada, la pediatra recordaría, imagino, las visitas
diarias de madre loca e hipocondríaca que le hacía cada día con la pelirroja en
brazos haciendo mil preguntas escritas en una libretilla como un camarero y no
me lo perdona. Una venganza debe de ser porque la niña está mocosa, que yo no
digo que no, ¿pero Terbasmin? Eso ya son palabras mayores.
Pero claro ante la duda de que quiera hacerme la vida
imposible o de que realmente la niña tenga los mocos agarrados, tuve que hacer
de tripas corazón y comprarle esa droga matapadres con las siguientes
consecuencias:
1.- Ayer, a las doce y media de la noche, después de llevar
cerca de tres horas dormida, apareció en el salón vestida de princesa –con un
traje de verano- exigiendo que el padre se pusiera la corbata y bailaran juntos
un vals o que en su defecto, se casaran.
2.- Se escondió tres barras de plastilina –de esa raruna nueva que hay- en los bolsillos del albornoz y cuando la metí en la bañera, decidió sacarla y llenarlo todo de esa plasta blanducha que mezclada con el agua se convirtió en una babasa mocosa que me obligó a volverme muy loca, tener que reducharla con ahínco como si le estuviera quitando garrapatas radioactivas y a tener que fregar el cuarto de baño a las nueve de la noche mientras ella, pegada a mi espalda, iba mangándome los tapones de los champús para la recogida solidaria del colegio y de paso volcándomelos en los antebrazos.
2.- Se escondió tres barras de plastilina –de esa raruna nueva que hay- en los bolsillos del albornoz y cuando la metí en la bañera, decidió sacarla y llenarlo todo de esa plasta blanducha que mezclada con el agua se convirtió en una babasa mocosa que me obligó a volverme muy loca, tener que reducharla con ahínco como si le estuviera quitando garrapatas radioactivas y a tener que fregar el cuarto de baño a las nueve de la noche mientras ella, pegada a mi espalda, iba mangándome los tapones de los champús para la recogida solidaria del colegio y de paso volcándomelos en los antebrazos.
3.- Vivimos esclavos
de sus ensayos de la obra de teatro del colegio y del baile que la acompaña. ‘castañas
calentitas yo te traigo’ es nuestro nuevo mantra, acompañado de dos giros con
tirabuzón e hincada de rodillas hasta la rotura de menisco.
4.- Hemos envejecido dos años cada uno en estos últimos días
y el pater que suele ser ejemplo del sosiego y la paciencia, ahora grita como
si fuera yo misma en uno de mis momentos álgidos de estrés galopante. Pobrecito
mío, los efectos del Terbasmin lo han empujado al lado oscuro.
5.- El hermano está a punto de darse a sí mismo en adopción
ante el entusiasmo fraternal de la pelirroja, que llega a la habitación, lo
mira y parece que lo acabara de ver por primera vez, pega un grito nivel señora
choni que te encuentra en mitad de la calle y rompe la barrera del sonido de
entusiasmo, se acerca con cara de loca, lo achucha y le da doscientos besos
hasta que el chiquillo se le desencajan los ojos y empieza a hacer pucheros.
NOTA: Hoy publicamos post en el Planeta del bebé... No os lo perdáis!!
Pincha aquí y echa un ojo!!
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Pero el Terbasmin qué es como una droga que le da subidón y la vuelve más hiperactiva?!?!?! Jajajajajaja. Para ti, un suplicio. Para las que te leemos, más motivos para echarnos unas risas, porque anda que no le da energía en medicamento este, jajajaja.
ResponderEliminarMadre mía...¿Y cuando dices que termina el tratamiento? Espero que pronto...Por vuestro bien :P
¡Besos!
Jajajajjajaa pura venganza de la pediatra jajajajjajajajjjaa. Ánimo mujer que el tratamiento son unos días y ahora viene el puente
ResponderEliminarJajaja, subidón, subidón... Que te sea leve y se le vayan pronto los mocos a la pelirroja
ResponderEliminarJo el Terbasmin la pone como una moto eh, a Hugo como mucho le han recetado Flumil y lavados nasales a mansalva, que cuando me ve llenar la jeringa de suero ya se echa a temblar y el padre desaparece de escena para no verle padecer
ResponderEliminarJajaja. No tenía ni idea de los efectos secundarios de dicha pócima pero lo tendré en cuenta para cuando ande carente de energía... Aunque me da un poco de miedo presentarme en la oficina vestida de princesa Disney y pedirle a uno de mis jefes que bailemos un vals... Besotes!!!
ResponderEliminarPero,todo eso,seguro que te has quedado corta,lo hace el medicamento ese con nombre terbasmin????no recuerdo haberlo dado,con esos efectos no se me habría olvidado,seguro.Pregunto,no puedes ir a que te lo cambien por otro más sociable,con la excusa de que te lo vomita o algo así,digo esto porque lo he probado y suele funcionar.La de los churumbeles.
ResponderEliminar"El hermano está a punto de darse a sí mismo en adopción" ME MEO!!!
ResponderEliminarEl Terbasmín tiene tercbutalina, que es un broncodilatador que actúa sobre unos receptores en los bronquios del mismo modo que la adrenalina..yo me lo metía entre pecho y espalda con inhalador cuando me daba el asma alérgico...Es muy efectivo, el problema es que también actúa en otras partes del organismo donde existen receptores, por ejemplo en el sistema nervioso...se acelera el corazón que no veas!!! jajajajaj!!!! Ánimo Flor!!!
ResponderEliminarA mi el Terbasmin me pone como una moto, me tiemblan las manos, me da taquicardia e insomnio y tengo 34 añazos. Así que sus efectos en la pelirroja me parecen hasta normales, lo siento Flor.
ResponderEliminarNOOOOOOOO Terbasmin nooooooo!! Tactica que utilizo yo: es que le da mucho asco, siempre que se lo doy lo escupe y acaba vomintando y nunca se cuanto ha tomado, sera el sabor.... me puedes recetar otra cosa ( aquí importante caidita de pestañas)
ResponderEliminarAy madre, aquí le han dado alguna vez a Daniel algo parecido y es horrible, le hemos escuchado cantar dos horas en la cama, risas histericas.. de todo un poco..
ResponderEliminarA mi lo que más me gusta es que los bebés hagan pucheritos, cuántas veces le he hecho yo rabiar sólo para verle... ayyy que tiempos aquellos..
Besos y ánimo...
Jajaja, aunque no debería reirme porque en casa hemos sufrido los efectos pero de los suplementos alimenticios. ¡Son una bomba! Sobre todo uno con jalea real, vaya temporadita de hiperactividad nos dió.
ResponderEliminarSi lo vendiera en la puerta de una discoteca ¡me haría de oro!
jajajajajajajaja todo lo que cuentas me suena y muuuucho!!! :P
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