Siempre he sido una chica organizada. Incluso en estos tiempos insólitos de estrés acumulado, memoria reducida y dos pares de calcetines guardados en la nevera junto a la mermelada de tomate. Incluso ahora que no sé si voy o vengo y nunca encuentro nada hasta que me lo vuelvo a comprar y entonces aparece justo donde he mirado cada día para venir a confirmarme que estoy al borde de la demencia. Incluso ahora. Trato de hacer listas y llevar un orden para no acabar loca del todo, que en una de éstas me encierran en una clínica y me dejan allí sin peinarme durante dos meses, con lo fino que yo tengo el pelo y lo que se me enreda.
Así que aunque tenía previsto cogerle a la pelirroja La Nenuco Consulta
para Santa Claus para que diera rienda suelta a su vocación de doctora y
olvidara la de cabaretera de feria, pensé –oh, ilusa de mí- que con ir unos
días antes, aquello era más que suficiente, que para envolver y esconder no hay
que armar tanto –en realidad sí, pero eso será otro capítulo- y Nenuco hay a
patadas en todos los centros comerciales y en las cadenas de juguetería y en
todos los sitios del mundo mundial. Que para algo nos tiene que servir la
globalización.
Así que cuando hace unas semanas mi madre se llevó a la
pelirroja a dormir –viva, viva- y me fui de compras con Cigoto a Zara, H&M
y otras tiendas amigas para ir elaborando mi carta real, se me ocurre, por
aquello de que me dio una inspiración divina, llegarme a una juguetería del
centro y preguntar cuánto costaba la broma.
No me dio tiempo a terminar de decir ‘consulta’ cuando la
dependienta empezó a dar carcajadas y a darle codazos a la cajera en plan
chungo: ‘la Nenuco Consulta,
dice, Maripili, jajajja’ y más se reía y la cajera ponía los ojos en blanco
como si hubiera venido a buscar un bote de antiácido o una excavadora a tamaño
real. ‘Pero mujer, si eso está agotadísimo, pero agotadísimo desde hace mil…
vamos que no creo que venga ni para Reyes”.
Si no fuera por no darle un disgusto a Cigoto que venía de
acompañante, me hubiera muerto allí mismo del mal rato y de paso por darle por
culo a Maripili y dejarle el marrón de tener un cadáver junto a los Pin y Pon,
pero en lugar de morirme, salí disparada como el hombre bala en busca de alguna
tienda donde hubiera un poquito de humanidad y una Nenuco Consulta para mí y mi
pelirroja.
Cinco años. Cinco. Con sus 365 días y sus bisestos. Eso es
lo que envejecí aquella mañana. De Carrión al Corte Inglés, del Corte Inglés a
Eroski, de Eroski a Juguetos, de Juguetos a Toy Planet, de Toy Planet a Mabel…
corriendo como una mona adicta a la cocaína, sudando como un pollo en pleno
diciembre y con Cigoto con los ojos desencajados de la furia con la que
empujaba el carro arriba y abajo en busca de nuestro Santo Grial, como Schwarzenegger en aquella película, dispuesta a cambiar mi riñón derecho por
aquel cajón rosa y con el estrés latiéndome en la sien derecha como si tuviera
dentro al batería de los Kiss.
Y en todos los sitios había una Maripili que ponía los ojos
en blanco como si le estuviera pidiendo sangre de unicornio del grupo B
negativo o como si fuera una madre mala, floja y desconsiderada por pretender
comprar un regalo de Navidad una semana antes, qué poca vergüenza, porque visto
lo visto, la buena fecha para comprarlos es en agosto, en la primera quincena
para ser exactos.
Por suerte, una es de quejarse por aquello de que libera
estrés y te regenera las dos primeras capas de la piel, y al contárselo a las
amigas vía whatssap echando bilis por la boca –en este caso por las yemas de
los dedos- resultó que mi amiga Isa, a partir de ahora Hada Madrina, estaba en
Carrefour, donde también estaba agotada la Nenuco Consulta, pero hábil
como ella sola, me localizó una caja, abandonada probablemente por alguna pobre
dependienta que lo habría escondido detrás de la Peluquería de Nancy y
me la cogió. Y todo fue felicidad.
Lástima que no me quedaron fuerzas ni energía para llevársela
a Maripili y refregársela por la cara de lacia que tenía pero me contenté con
la satisfacción del deber cumplido y con la cara de emoción de la pelirroja al ver el
cajón presidiendo la mesa.
Lo que manda huevos es que al final el mérito se lo lleve el
gordo de Santa Claus.
Como me he podido reír, la mía todavía es peque este año y no se entera mucho, pero al año que viene ,cuando se entere, igual agosto es un buen mes para comprarlos, lo malo es que puede cambiar de opinión varias veces je!!Besotes y Felices Fiestas
ResponderEliminarA mí es el primera ño que me pasa porque antes o no pedía nada o pedía cosas poco concretas... prepárate!!!!
EliminarAlgo parecido me ocurrio a mi hace dos anos con las Monster High (las carreras que me pegue de una jugueteria a otra en su busca y captura) me preguntaba a mi misma: pero.. Esto es real? Esta soy yo? De naturaleza conformista (desde pequena en casa nunca sobro el dinero y si a mi me gustaba mucho un juguete mi madre con sus buenas palabras sabia como hacer que me pidiera otro mas economico), jamas habria pensado en volverme tan loca solo por conseguir una de estas feas munecas, al final me consiguieron una de casualidad porque acababa de llegar una partida nueva de unas 15 cajas y al novio de mi sobrina le pillo en el carrefour eso si, se acabaron en milesimas de segundos. La otra carrera fue por conseguir la cama de Draculaura. Este ano una de mis hijas me dijo lo unico que quiero es una fliying fayrie, (estabamos en noviembre) fui a una jugueteria solo les quedaban dos pero cuando vi el precio me dije voy a la otra jugueteria a ver si son algo mas economicas cuando llegue y pregunte por estas hadas voladoras la dependienta con voz de triunfo me dijo: no tenemos, ni sabemos cuando nos van a llegar ni si tan siquiera llegaran, para que decir mi mente volvio a transformarse volvi a emprender otra carrera de locas y cuando volvi a la otra jugueteria... Ahi seguian las dos y unicas cajas de munecas, me cogi a las dos (sabia q a mi otra hija le iba a dar envidia cuando se le viera a su hermana) y hasta que no las pague, llegue a casa y las escondi no me tranquilize sabiendo que al menos este ano no tendria mas carreras.
ResponderEliminarJajajjajajajajja, cuánto estrés llevamos las madres!!!!
EliminarY lo peor es que el mérito se lo llevan otros!!! jajajja
Yo compro los regalos de Reyes en Noviembre. Lo sé, estoy fatal de lo mío y me pierdo todas las ofertas de diciembre, pero me pongo mala solo de pensar en hacer todo lo que has tenido que hacer tú, jajaja
ResponderEliminarYo el año que viene hago lo mismo!!! Lo que me da miedo es que se arrepientan y cambien de idea!!
EliminarA mi me ha pasado eso con una caseta de princesas del Lidl, DEL LIDL!!!! por lo visto es lo más, y claro....agotadiiiiiiisima, vivo en las Islas, asi que no puedo coger el coche y llegar hasta Alemania en busca de la dichosa caseta (juro que lo hubiese hecho)...
ResponderEliminarTotal que le compre una que es de Ikea, igualita pero de circo, a ver si cuela...
Le explicaré que hay princesas que tambien son payasas, solo tiene que echar un vistazo al Hola....
Felices fiestas!!
jajajjajajajajajjajajajajajjajajajjaja... igual cuela!!
EliminarYo me he quedado sin el laboratorio de zombies, pero casi que m ehe alegrado, mira tú.
ResponderEliminarNo sé lo es eso pero creo que yo también me alegraría! jajajjaja
EliminarJajajaja. Mi jefa andaba hace un par de años buscando la Nancy Peluquera como si le fuera la vida en ello... Qué chungo eso de comprar juguetes. Un besote y enhorabuena por el reto conseguido. No hay como movilizar las redes sociales.
ResponderEliminarNuevas herramientas laborales!!! jajaja
EliminarJajajja la sudada que te has pegado por la consultas y la maripili,pero que bueno.Ahí estaba el espirítu navideño para sacarte este post de la manga.A mí esto nunca me ha pasado,no me complico la vida,hacen una lista con posibles y yo de ahí saco lo que me interesa,por precio,existencias....,total a estos dos todo les hace ilusión,si yo te contara,que algún año para hacer la gracia les ponemos cada chorrada primero y no veas como se alegran-chorradas muy chorradas-La de los churumbeles.
ResponderEliminarSi es que muchas veces nos complicamos más nosotras... Yo a mi sobri le suelo comprar ropa para su cumples y para que no se enfarruque le cojo alguna porquería de los chinos y al final es lo que más le gusta!!!
EliminarUyyyy, lo que te queda... como dirían todas las Maripilis!!! Porque todavía es pequeña, seguro que cualquier otra cosa la habría contentado. Pero espérate tú a que pida UNA cosa, específica, y no la encuentres. Se te cae el alma a los pies. Unos amigos, hasta en una tienda on-line (a partir de ahora llamadas nuestras salvadoras) ITALIANA, hasta que consiguieron encontrar la dichosa Monster High. Y mira que encima son feas.
ResponderEliminarMi hija no se llama Laura por culpa de la draculaura y la que liamos para encontrasela a mis sobris.
EliminarFeliz Navidad!