La vuelta de las vacaciones siempre es dura, aunque te hayas
ido a la vuelta de la esquina con la prole y el malvivir a cuestas porque las
vacaciones siempre son vacaciones aunque estés desempleada y no tengas un jefe
al que perder de vista, aunque el lacio de Caillou viaje contigo y no puedas
tomarte un rioja frente al mar en silencio o sin que el camarero te llame la
atención porque la pelirroja le haya hecho tropezar tres veces y a punto ha
estado de dejarse los dientes en la bandeja. Gajes del oficio de madre, digo
yo.
Las vacaciones molan. Molan porque alteras la rutina y
aunque la nueva rutina sea peor e incluso más agotadora que la anterior, al
menos es otra y eso mola aunque sea por variar. Mola mucho.
Y lo mejor de todo es que los pequeños saben que hay
vacaciones aunque aparentemente nada cambie. Imagino que porque ven que se nos
relaja la habitual cara de Guardia Civil estreñido o porque nos ven menos
estresadas o más amables, pero lo saben y se portan mejor y gritan menos y
hacen menos trastadas o quién sabe, a lo mejor hacen las mismas pero nos las
tomamos mejor porque en un par de días hemos subido nuestro umbral de histeria
maternal varias posiciones.
La pelirroja que no come nada –aunque viéndola nadie lo
creería, de hecho la pediatra no me cree y me mira con desprecio por eso y por
otras cosas- se ha convertido en un gremlin hambriento durante las
vacaciones y cada vez que la perdíamos de vista, la encontrábamos agazapada
como Gollum tras un mueble de cocina devorando chocolate blanco o patatas al
jamón o lamiendo galletas Oreo como si no hubiera un mañana.
Para ser justos he de decir que para la pobre era su primer
contacto con el mundo de las grasas saturadas a esos niveles, ya que en
casa por aquello de que me paso la vida en una infructuosa y constante
operación biquini, hay poco donde rascar y como mucho puede tropezar con alguna
maldad gastronómica que compre para ella, pero al ser una o dos a lo sumo, pues
como que pasa pero, claro, imagino que nadie puede evitar sucumbir a esos
muebles a rebosar de chocolates y chucherías variadas que tiene mi hermana, la
canija, en su casa.
Y entre galleta y galleta hemos bajado a la playa, hemos
tapeado al sol –y al viento huracanado de estos días-, hemos ido de compras,
hemos quedado con amigos, hemos paseado, hemos echado siestas infinitas y, en
definitiva, hemos disfrutado de una inusitada tranquilidad familiar. Y todo ha
sido bienestar y relax -a ver, todo el bienestar y el relax que puede haber con
una pelirroja hiperactiva de 2 años-.
Pero ha sido volver a casa y la tranquilidad se ha esfumado
de un plumazo, entre deshacer maletas y poner lavadoras, entre el reencuentro de
la nena con sus juguetes –con el consecuente vaciado de cestas y arcones dejando
tomates de plástico y cabezas de Minnies por todos sitios-; y la vuelta a la
rutina de despertador y de la inevitable operación biquini en fase extreme –o
eso o me veo este verano en traje de neopreno-.
Y la pelirroja, sabiendo que
ya, como diría Paloma San Basilio, la fiesta terminó, se vuelve maligna y ya no
quiere dormir, ni bañarse y vuelve a hacerle ascos a la comida, incluso a las
galletas Oreo que nos hemos traído de contrabando en la maleta. Imagino que
sabe que ya no estamos de vacaciones o puede que me haya escuchado decir que está
condenada a la dieta Dukan en un futuro por aquello de tener las hechuras de la
bisabuela, y ha decidido empezar su primera operación biquini. Pobre. Lo que le
queda.
Si, estas vacaciones molan... sobre todo cuando tu peque sorprende y duerme mas de lo normal y tu, tu marido, y hasta la perrita tambien jeje
ResponderEliminarEs cierto que nos relajamos, aunque tengamos mas trabajo que de costumbre, sobre todo porque yo tengo vacaciones, pero el que realmente se las toma al 100% es mi marido, ese si que vive bien!!!
Un abrazo
Supongo que es relax contagioso!! Pero se acaba! Sinf!
EliminarXXX
Acabo de descubrir tu blog y me lo he leído de una sentada. Yo tengo una niña igual que la tuya y tengo a otro/a en camino. Me he reído un montón porque me siento muy identificada con casi todo lo que dices pero bueno, son gajes del oficio. Seguro que cuando la peque te da un abrazo se pasan parte de todos los problemas. Eso sí, las que no sean madres mejor que no lean mucho que se les van a quitar las ganas jaja
ResponderEliminarPor supuesto!!! Eso te quita todas las penas acumuladas, pero es taaaaan agotador! Y bueno qué voy a decirte a ti con otro en camino, ¿cómo llevas el embarazo con otro peque rondando? Se me ponen los pelos de punta, jajajjajaj
EliminarGracias por pasarte y espero seguir viéndote por aquí!!
jaja pues imaginate, aunque lo llevo fenomenal pero ya mi alzheimer empieza a ser avanzado :)
EliminarEs cierto que en vacaciones se respira otro ambiente, sólo faltaba. Pero creo q tiene que ver más con nosotros, con los adultos, que nos relajamos.
ResponderEliminarAhj! Miss come peor fuera de casa (de vacas o cualquier finde por ahí) que en casa.
La mía no come nunca. De hecho en vacaciones ha comido sólo galletas y porquerías pero es que en casa ni eso!! Y si la vieras... es gigante!! jajjajaja
EliminarLos niños fuera en vacaciones o fuera de casa se portan bien, comen bien, y hasta parecen angelitos para jorobar a los padres que tanto nos quejamos de ellos y para dejarnos mal ante el resto de la gente, y que nos tomen por exageradas o mentirosas.....es un gen que viene de serie con los crios...jeje
ResponderEliminarwww.ciudadarcoiris.es
Bueno, eso es otra... A mí SIEMPRE me deja por mentirosa. En plan "no, no de les un plátano que a ella no le gustan" y antes de terminar la frase ya se lo ha zampado... Perracos! jajajja
EliminarXXX
juasssss!
EliminarAy! Acabo de descubrir tu blog y no paro de reirme pero... a carcajada limpia!!! Me siento tan identificada que me anima pensar que otras estáis tan "jorobadas" como yo. Mi peque es un terremoto de 2 años y tres meses y la semana que viene tengo vacaciones, a ver qué tal... espero no morir en el intento. Ya te contaré.
ResponderEliminarA partir de ahora prometo seguirte siempre, aunque NO le voy a recomendar el blog (de momento) a mi mejor amiga que está embarazada de mellizas y si te lee se muere del susto ;-)
Gracias por tus piropos!! Y sííííí, todas vivimos igual de mal!! Sólo que algunas fingen por el qué dirán, pero lo que soy yo, no levanto cabeza desde que di a luz, jajajjajaja
EliminarMi pelirroja tiene 2 y medio y me trae loca, así que me imagino tu estrés, jajjajaja
No, no le digas nada a tu amiga, no vaya a ser que le amarguemos el final del embarazo. Que la pobre trae dos!! Dejémosla feliz en su ignorancia! jjajajja
Gracias por pasarte!! Y sigue comentando!!
Anda que la ilusion que nos hace para el primero lo de los gemelitos, pero ahora que sé lo que es esto ¡¡ni borracha gemelos!! que locura por Dios.
ResponderEliminarEs que cuando nos embarazamos aún somos ingenuas!! jajjaja
EliminarOtra con la dieta dukan, que no empiece tan joven!! XD y yo que pensaba que las personas hiperactivas lo tenían más fácil para adelgazar.
ResponderEliminarPues para mí la vuelta de las vacaciones ha sido un relax...para entenderlo mejor os dejo mi post "benditas vacaciones" http://demadrastrasyotroscuentos.blogspot.com.es/
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