Pues sí. Cigoto es bipolar. O es bipolar o en realidad son
dos cigotos y al otro lo crían entre mi madre y mi suegra y el vecino del
tercero que es muy apañado y me lo van intercambiando sin que yo me dé cuenta
como a las gemelas Olsen en Padres Forzosos, aprovechando mi cansancio extremo
y la miopía que me persigue desde adolescente. De hecho, el barrigón
extragigante que portaba durante el embarazo es buena prueba de ello y cada vez
cobra más sentido mi teoría de que llevaba dos y que durante las ecografías uno
se escondía detrás de mi hígado para no ser captado por las cámaras. Como si lo
viera.
Y por si la gigantobarriga –que a punto estuvo de herniarme-
no fuera suficiente pista para aclarar este embrollo del desdoblamiento, tengo
nuevas pesquisas que me mantienen la mosca detrás de la oreja.
Y es que como ya comenté algún día, el hermanísimo fluctúa
en belleza, como en la Bolsa,
y algunos días es un niño de anuncio, redondito y precioso y otros es un poco
callamen, para qué engañarnos, con cara de nazi malo –muy malo, quiero decir-.
Vamos, la noche y el día que diría mi madre. Y una se levanta por las mañanas y
se asoma a la cuna sin saber a cuál se va a encontrar y lampando porque sea al
guapo cuando hay visitas previstas, que a una le gusta presumir de vástagos,
oiga, pero recibiendo al callo con la misma efusividad, que para eso una es
madre y ama a sus hijos por igual, incluidos a estos gemelos secretos que
tratan de volverla loca. Más loca, quiero decir.
Pero eso no es todo. Hay más. Cigoto es malo en días alternos,
es decir, tiene unos días en los que es el anticristo y me tiene doblegada a su
voluntad, portándolo cual neohippie tocapiés, meciendo y cantando como si no
hubiera un mañana y, como ya os comentaba ayer, como ose echarlo en la cuna o
en el cochecito berrea cual gaviota enfurecida a punto de sacarme los ojos con
sus uñas de miniprostituta que, por cierto, ya se han llevado más de una tajada
de mi cara en alguno de sus ataques de furia.
Sin embargo, otros días es un bendito y no dice esta boca es
mía, durmiendo como un lirón y sólo levantando la cabeza cada tres o cuatro
horas para pedir su ración de alimento y antes de terminarla, nuevamente se
hace cadáver hasta la próxima toma y así siempre, mientras yo soy una madre
amorosa y entregada a mi prole para compensar la agresividad y los gritos
amorancados de los días malos. Que nunca dije que yo estuviera bien de lo mío y
esto de tener un niño de personalidad múltiple como que tampoco ayuda.
Lo que no tengo claro es si el guapo es el bueno y el malo
es el feo o viceversa o si cada día se van intercambiando las personalidades en
un complicadísimo juego psicológico para acabar con la poca cordura que me
queda como ocurre en Las Diabólicas.
Y yo se lo voy contando al pater entre risas para fingir que
es una ocurrencia de las mías, pero en realidad hablo en serio y no le quito
ojo a ver si así la mirada le delata y acaba confesando el ardid porque digo yo
que ya puestos a sufrir a dos bebés, al menos que me dé la oportunidad de pedir
el carné de familia numerosa. Que la cosa está muy mala.
JAJAJAJA...pobre cigoto...yo creo que son cólicos no? días que le molestan y días que no...jajajaj. ains que me he reído de buena mañana...besos guapetona y hasta la vuelta, que hoy cojo mis merecidas vacaciones y desconecto del mundo!!!!
ResponderEliminarJajaja!! Siiiiii, los bebés son así, un poco bipolares. Y encima tu estás púerpera perdida (aunque ya te quedará poco de cuarentena no?) y lo magnificas todo un poco más. Vaya dos. Y el pater haciéndose el loco sin querer confesar eh? jijiji. Mi hija era una bendita cuando había gente delante, le gustaban las multitudes, el ruido, que la cogieran en brazos, daba igual quien. Era venir 6 personas de visita y la niña se estaba en la cunita despierta sin decir esta boca es mía durante dos horas. Eso sí, salían por la puerta y se ponía a berrear como loca y a pedir brazos. Y claro, todo el mundo pensaba que era una bendita y yo quedaba fatal. Y la tía es lista, porque le ponía la radio a ver si colaba como que teníamos visitas pero no... enseguida se daba cuenta la perra de ella... ainsss...... La que me espera!
ResponderEliminarBienvenida al mundo al lado de un Gemini: Gemelo bueno/Gemelo malo.
ResponderEliminarEn mi caso no es mi bebé, es mi marido quién es Géminis, y me pasa como a ti, cuándo despierta no sé a qué gemelo me tocará querer ese día.
Es Géminis siii!!
ResponderEliminarYo creo que todos los niños son bipolares o se comportan así para fastidiarnos, jajaja. La mía es un sol pero cuando quedamos para tomar algo con algunos amigos se pone nerviosa, no para de llorar...
ResponderEliminarOtra vez pachucha de la garganta, pero aunque no he comentado, aquí me tienes riendome entre delirios de fiebre..
ResponderEliminarYo siemrpe he creído que tenía dos también, pero más bien porque se mueve como si fueran tres o cuatro, me pega cada susto!!.. Porque yo creo que está en un sitio y aparece en otro.. y luego me dicen que el niño está muy delgado.... claaaroooo sino para quieto!!..
Seguro que el niño es preciosisimo siempre, no será que cuando le ves callamen es por tu miopía?? Los padres de todas formas son expertos en hacerse los locos..
Un besito guapa, y feliz fin de semana..
Y puestos a pensar, estás segura de que no son tres: El bueno, el feo y el malo? ;)
ResponderEliminarJajajaja! Estoy en la parada del tren partiéndome de risa y la gente me mira raro ;-)
ResponderEliminarCigoto es Géminis así que cada día una sorpresa! No vas a aburrirte, eso seguro!!! Ahora estoy segura de que no es un callamen, pero el día que estás peor de lo tuyo te lo parece, jejeje...
Besucos y buen fin de semana
Seguro que son dos, Flor, te la estàn jugando lol
ResponderEliminarQué sospechoso todo... Yo investigaría más a fondo. Besotes!!!
ResponderEliminarjajaja! q bueno lo d las gemelas Olsen en padres forzosos...sabes q yo tarde tiempo en saber q eran dos??? quien las ha visto y quien las ve...tu eres de mi quinta,fijo.
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