La madre indecisa vive sin vivir en ella y cada vez que
tiene que tomar una decisión sobre cualquier materia envejece dos años y medio
y acaba con todas las reservas de lexatines antes de cambiar de opinión unas
cinco veces de media y a la quinta decide usar el comodín de la llamada y
telefonear a la abuela que ésa sí que tiene dote de mando para que sea ella la
que decida si disfrazar a las niñas de chinas o de hawaianas para la fiesta de
cumpleaños del sábado y liberarla de esta tensión que la está matando y que le
ha regalado tres nuevos mechones de canas.
La madre indecisa se debate entre reservar los libros en el
Corte Inglés o en la papelería del barrio por aquello de apoyar al pequeño
comercio, aunque claro ella prefería pagar con tarjeta y abonarlos a finales
del mes de octubre, pero como el librero es buena gente y es primo segundo del
carnicero que le guarda el solomillo de ternera, al final se hace la muerta y
los niños tienen que ir a clase con fotocopias hasta que alguien acaba
consiguiéndole los libros el día antes de las vacaciones de Navidad.
La madre indecisa no tiene claro si apuntar los niños a
karate para que sepan defenderse si le hacen buying en el autobús escolar o en
el campamento de verano de la catequesis o mejor no, que vaya que los niños
acaben convirtiéndose en chusma y pidiendo una plaza futura en Hermano Mayor,
así que casi mejor a ajedrez para que desarrollen el hipotálamo y el amor por
las matemáticas aunque así fijo que le hacen buying y con razón… Así que mejor
no lo apunta a nada o puede que a clases de inglés o no, mejor de alemán que en
el Telediario dicen que ahora se pide mucho en Europa y ella está frita por
conocer mundo.
La madre indecisa aseguraba que no pensaba tener hijos… si
acaso un perro, pero luego se acordó que los perros le daban alergia y decidió
que quería ser madre pero sólo de uno, que los niños absorben mucho. Y tuvo
tres niños en cuatro años.
La madre indecisa solicita el colegio de al lado de casa,
pero después de dos plegarias, justo cuando se lo conceden descubre que le
gusta más el de dos manzanas más allá que tiene clases de flauta y ukelele y
después de hablar con el director para que le hagan un hueco al niño, oye
hablar de un centro concertado que tiene un ratio rebajadísimo –con lo que le
gustan a ella las rebajas- y manda al marido a hablar con la monja, que es de
armas tomar, pero antes de que le digan que sí, se da cuenta de que el colegio
de al lado de casa es el mejor que por algo lo había elegido el primero y mira
que si viene un invierno lluvioso y hay que darse a la caminata y al paraguas…
así que no admite un no por respuesta, que para eso dos semanas y tres prematrículas
antes, habían admitido al niño, que por cierto, ya tiene uniformes de seis
colegios diferentes.
(Nivel de identificación personal con 'la madre indecisa' 2 sobre 10)
Y repetimos:
Cada lunes, un nuevo modelo de madre en ‘Madre sí hay más que una’. Entendemos que son tipos muy puristas y que más de una podéis picar de varios a la vez, pero de cualquier manera, hagamos autocrítica y encasillémonos, será divertido!! Los que no seáis madres podéis encasillar a las vuestras, a vuestras hermanas, a vuestras amigas o a vuestras mujeres… que todo sea crítiqueo y algarabía. Eso sí, que conste que desde ‘Hija no hay más que una’ no queremos juzgar a ningún prototipo de madre, o no mucho al menos, así que, por favor, que nadie se ofenda que nos va a tocar a todas… pero entretanto, a divertirse!
Y repetimos:
Cada lunes, un nuevo modelo de madre en ‘Madre sí hay más que una’. Entendemos que son tipos muy puristas y que más de una podéis picar de varios a la vez, pero de cualquier manera, hagamos autocrítica y encasillémonos, será divertido!! Los que no seáis madres podéis encasillar a las vuestras, a vuestras hermanas, a vuestras amigas o a vuestras mujeres… que todo sea crítiqueo y algarabía. Eso sí, que conste que desde ‘Hija no hay más que una’ no queremos juzgar a ningún prototipo de madre, o no mucho al menos, así que, por favor, que nadie se ofenda que nos va a tocar a todas… pero entretanto, a divertirse!
Pues un 3 sobre 10!! Soy bastante indecisa para algunas cosas, con el cole me volví loca, si cortarle el pelo o no cortarle, si apuntarle a gimnasia rítmica o a inglés... todo indecisiones... Y ahora no tengo, pero cuando era bebé era un sinvivir: si la cojo la malcrío, si no la cojo, me da un ataque de ansiedad, si la meto conmigo a dormir lo mismo no la saco de mi cama hasta los 8 años, si la dejo en su cuna me tendré que levantar unas 10 veces esta noche....bufffffff..... y así todo el día.
ResponderEliminarQue dificil es ser madre!
"Y ahora no tengo, pero cuando era bebé era un..."
ResponderEliminarQuería decir "Ahora no tengo tantas DUDAS"... UPSSSSSS......
Soy una duda ambulante segùn para qué cosas, pero eso si, una vez que me decido no me bajo del burro ni a tiros.
ResponderEliminarHoy no me identifico nada. Que para indeciso ya está mi contrario que a todo lo da vueltas. Así que yo creo que soy más decidida aún para compensar con él.
ResponderEliminarYo estaba embarazada y ya sabía qué colegio quería; yo la quiero cortar el pelo y aunque toda la humanidad está en mi contra, se lo corto... Y respecto a las extraescolares ya las tengo casi decididas, yo quiero que mi gordi haga algún deporte de equipo y a eso la apuntaré... Aparte del inglés, of course ;-)
Y es que como madre Rottenmeier y mandona no tengo precio!!!
Besucos y feliz semana
Esa es mi madre, sin dudas. Por eso, al final acabo yo tomando las decisiones. Mi paciencia tiene un límite.
ResponderEliminarJajaja. Tal vez me sucediese algo así... Es que educar a un niño es mucha responsabilidad y surgen muchas dudas y... Ay, madre, ya me está dando. Besotes!!!
ResponderEliminarYo soy indecisa pero en las cosas importantes de las peques lo tengo todo bastante claro. El cole lo sé desde que nació y al año que viene ya estoy mirando extraescolares para ella.
ResponderEliminarMi cuñada clavada !! Yo soy mas tipo madre impulsiva !! Un saludo de Guadalupe y su trupe
ResponderEliminarSoy un 10, un insufrible 10 como una casa de grande. No me aguanto ni yo, lo admito y me pegaría un tiro pero es que ahora no me va bien hacerlo, jajaja.
ResponderEliminarUn beso guapa!!!!!
Si hay una madre indecisa, esa soy yo. Le doy mil vueltas a las cosas hasta el punto que mi marido el pobre ya ni me hace caso. Si salimos no sé qué ropa ponerle por si hace demasiado frío o calor y cosas como esa.
ResponderEliminarEsa soy yo! 10/10 imaginate que hasta los 38 decidí embarazarme, y no sin el manojo de nervios que viene con todo éste merequetengue de la maternidad. Todavía no tengo claro nada de nada... uff pobre de mi palomita...
ResponderEliminarYo como siempre voy a mil,no tengo tiempo de indecisarme jajjaj,así que o me pongo.Ayyy Nicolás,la de post que me estoy perdiendo de ti con esto de las vacaciones en plan desconectin,pero ya veo que nos esperan muchos más,que esto va sobre ruedas,Violeta ponte las pilas....La de los churumbeles,que os echa de menos,un saludo.
ResponderEliminar10/10 Lo que más me a mí gustado del post es saber que no soy la única... qué difícil es esto de ser madre. Por el momento me quedo con uno, pero con lo indecisa que soy y que tan claro tenía que no quería hijos... mejor no digo de este agua no beberé :)
ResponderEliminarOdio ese tipo de madres, y las que no lo son también, un poquito de sangre en las venas, por favor! Yo sería un 0 sobre 10, si fuese madre...
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