En esta casa no tenemos agilidad. Básicamente porque somos
unos flojos y para nosotros el deporte es como una enfermedad crónica, una
desgracia que está ahí y a la que a veces hay que enfrentarse, pero que cuanto
menos pienses en ella, mejor. Así que imagino que por eso y por la falta de
gracia natural para el movimiento que implique esfuerzo, somos poco ágiles. Sobre
todo, la pelirroja y yo misma, que el pater es más habilidoso, aunque ninguno de
los tres tenemos narices de mover el hulahop como dios manda, lo que es un
trauma muy grande que vengo arrastrando desde la infancia.
Así que daba por hecho, que Cigoto iba a heredar nuestra
escasa agilidad, viendo como veo a la pelirroja pegarse leñazos en cada giro que
da cuando pretende enseñarme lo avanzadísima que va en clase de baile o cómo
coquetea con la muerte cada vez que se deja caer por el palo de bombero que hay
en el parque del colegio y en el que se queda atascada quemándose las manos
mientras los otros niños bajan como monos titis entrenados en zoológicos indios.
Pero no. Parece ser que Cigoto no piensa entrar por el aro y
poco a poco y sin que nadie se dé cuenta –básicamente porque nadie lo mira,
criatura- ha empezado a hacer sus pinitos en cuanto a movilidad se refiere, y
aunque no gatee, porque en esta casa no somos de arrastrarnos por ahí -un
respeto- ya se va incorporando agarrado al filo de la cuna y empinando el
miniculo como una bailarina de streptease trasnochada, aunque hasta ahora se
quedaba ahí paralizado como si le hubiera dado el lumbago agudo sin retorno.
Pero desde hace unos días lo tengo desatado y ya casi se
pone en pie en la cuna, con el consecuente riesgo de suicidio y mis tres
manojos de canas nuevas, y en el carrito por mucho que lo ate, se hace un Houdini
antes de contar tres y me lo encuentro de pie y apoyado en el respaldo jugándose la integridad física por un poco de libertad.
Y tanto se estira el pelirrojo que ya me ha roto tres
pijamas por los pies, sacándole el dedo como si fuera un Carpanta cualquiera y
mira que le van bien de talla, pero es tal la ansiedad por no ser un paquete
como el resto de la familia que no encuentra descanso para la tonificación
muscular y se pasa el día con el cuerpo estirado nivel rostro de Pilar Eyre. Un
despropósito.
Eso sí, se ve el dedo fuera y se muere de la risa mientras
trata de arrancárselo como si fuera un trozo de algo que alguien le ha colocado
ahí y se enfada cuando ve que no lo puede quitar.
Pues eso, que igual nos sale ágil, pero notario no creo.
Brutal! Hacía tiempo que no me reía a carcajada limpia leyendo! (:
ResponderEliminarPero hay algo que me escama, ¿por qué en la foto de instagram cigoto tiene la uña roja?!
Besos. M.
Los segundos siempre son mas bichos que los primeros asi que preparate. La mia si le pongo un pijama abierto adelante se lo quita y hasta el body y panal y la otra jamas lo hizo.APrendio a salir de la cuna y de cualquier sitio y la otranunca.jaja
ResponderEliminarMi bicho tiene un mes menos que cigoto más o menos pero nos ha salido delincuente y hace ya días que gatea y se pone de pie e incluso da sus pasos agarrado a la cuna,es imposible cambiarle el pañal y que no te suba la tensión. Muy avanzado en lo psicomotor, pero el muy mamoncete no da palmas por mucho que yo me desgañite cantando el palmas palmitas y aplauda como una loca desquiciada
ResponderEliminarAsí que Cigoto va a salirnos un cachas macizo, ¿no? Jajajaja. Qué mono, queriéndose coger el dedo que asoma por el pijama mientras se parte de risa. Para comérselo!!
ResponderEliminarAún hay esperanza, te lo digo por experiencia: yo tampoco pude darle nunca más de dos meneos seguidos al hula y soy más torpe que un pato fuera del agua, pero mi hijo es algo más habilidoso (aunque no me lo creo mucho ha sacado un notable en gimnasia) y, aquí viene el notición: mi hija va para olímpica! Es pequeña y flaquita pero puro músculo, aprendió en dos días a montar en bici y a patinar, corre que se las pela, nada y se tira del trampolín (aunque bucear le ha costado un poco más, pero sólo un poco), se la da vuelta en el trapecio que ríete tú de los titis entrenados, ha empezado a hacer judo... Pues eso, las mutaciones genéticas existen. Así que cuidadito con vuestro enano cuando no podáis seguirle el ritmo!
ResponderEliminarQue boniiiico, seguro que está para meterle un buen achuchón con lo del dedo. Me encantan los bebés cuando están en esta etapa de espabilamiento
ResponderEliminarMi morena se cargó TOOOOOODOOOOOSSS y cada uno de los pijamas que usó, tanto los suyos, como los heredados de sus primas mayores. Mi madre le decía siempre "hija, que dedo más dañino tienes". Lo raro, es que nunca se quejaba cuando asomaba el dedito. Con lo molesto que es cuando se te rompen las medias o los calcetines...
ResponderEliminarAhí los tengo todos guardaditos, con sus remiendos en el pie derecho, porque eso sí, soy muy apañá y se los cosía. A algunos, como estaban nuevos, les hice pies, con mangas de camisetas. Muy fashion que iba mi niña.
Jajajaja Qué a gusto me he reido!
ResponderEliminarMe parto sólo de imaginarme al Cigoto riéndose al ver su dedo y tratando de quitarlo!jajaja
Uyyyy Flor como han dicho más arriba, los segundos son más bichos, hay que estar en alerta permanente! Unagui! Jajaja!
ResponderEliminarHugo no rompió ni un pijama en esa época, se puso de pie en la cuna a los diez meses o así. Lo que sí hacía era empujar con los pies la sombrilla del cochecito, que no la dejaba tranquila, iba siempre doblada dándole sombra a las ruedas del coche y él tan contento
ResponderEliminarJajajaja. A ver si éste va a ser el que rompa con la maldición de la familia... Un besote.
ResponderEliminarJajjajaj que ya echaba yo de menos a cigoto y sus fechorías, normal, como no lo mirais jajja, que bueno.Los segundos salen más más, supongo que será para recoger de golpe lo que no tienen los otros y por si acaso no hay tercero.En mi caso se ha cumplido, el segundo es el caballo de Atila, si cae, sigue en movimiento con el arrastre.La de los churumbeles.PD- el momento dedopijama le ha quedado bordado a cigoto y a la madre.De 10.
ResponderEliminarMe ha dao la risa con lo de notario y casi despierto al sueco jajjajja
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