miércoles, 23 de octubre de 2013

De botellines con posos y otras guarradas


Ya os he dicho miles de veces que soy una persona escrupulosa. Muy escrupulosa. No puedo evitarlo. Ni quiero, para qué voy a engañaros, que me da mucho asco y aunque lo intente se me ve a la legua que estoy haciendo un esfuerzo sobrehumano como los forzudos ésos que levantan dos mil toneladas con la barba y parecen que se van a morir incluso antes de empezar. Pues lo mismo. Cuando alguien quiere que beba de su vaso y no se traga lo de ‘es que no tengo sed, gracias y además el vino –cerveza, refresco, agua con gas- me produce jaqueca’, que es una cosa muy chic y muy francesa, y me obligan a dar un sorbo de un vaso previamente chupado, se me pone cara de acelga y si acabo bebiendo, más por cobardía que por educación, se me hace un nudo el estómago y ya estoy asqueada un buen rato.

Sí, así de loca estoy.

Y me pasa con absolutamente todo el mundo, aunque es más con compartir menaje o vasos que con cualquier otra cosa, que a ver, que las cacas por ejemplo me dan asco, pero es otra cosa. No es enfermizo, vamos. Que de hecho me morreo con el pater pero me niego a que beba de mi vaso, máxime si es de agua. Que cada uno tiene su tara mental. Y de los niños ni hablamos, que eso de que la baba de niños es santa es una trola muy grande y compartir botella de agua con posos de galleta de la pelirroja es la cosa más horrible que se me puede pasar por la cabeza. Incluido el garrote vil.

El problema es que la pelirroja –que no sabe distinguir colores pero que de tonta no tiene un pelo- empieza a olerse la tostá y ya alguna vez, cuando he pedido dos botellines de agua en el kiosco, ella le ha comentado al pater algo así como ‘ez que a mami no le guzta el agua sshupada por ezo pide doz’ y yo me hago la sueca y bebo como un beduino antes de que nadie me quite la botella y meta los morros.

Sin embargo, de un tiempo a esta parte empiezo a sentirme culpable por esta tara mía del escrúpulo terminal -es que en la maternidad todo es estrés o culpa- básicamente porque veo que la nena parece que se apena si le rechazo un chupetón del Frigodedo o le regalo mi botellín una vez que mete los morros llenos de chocolate, que hasta ella se da cuenta lo feísimo que está el asunto.

Así, que hace unos días decidí lanzarme al mundo del asco mortal para sentirme ser una madre entregada y le ofrecí un chupetón de mi botellín de CocaColaZero -con el corazón en un puño eso sí- y la pobre me miró con los ojos como platos de la emoción y se pegó dos lingotazos que imagino que le supieron a gloria.

El problema es que yo quería hacer de esto algo puntal y esporádico, pero la niña es de la que te coge el brazo entero cuando le enseñas la uña, y ahora se pasa el día ofreciéndome todo lo que pasa por sus manos y por su boca, no sé si por hacerme la vida imposible o a modo de tratamiento de choque, que ver el Nacional Geographic es lo que tiene.

Así, cada día me obliga a darle un chupetón a su zumo y me dice ‘a que eztá bueno sshupado, mami, ¿a que te guzta?’ y claro una le dice que sí, que las mentiras piadosas las perdona dios, o me insiste para que le dé un bocado a una nube semichupada o un lametón a su helado e incluso un sorbo a su botellín de agua, mientras yo sonrío con la boca doblada como Mari Trini y finjo que no me está dando un fallo multiorgánico.

Pero el colmo fue ayer tarde cuando fuimos al súper y me compré un botellón de yogur líquido 0% para no morir de ansiedad mientras la veía comerse un Donut de chocolate, que son mi perdición, y ya cuando tenía chocolate hasta en las pestañas me pidió un sorbo.

Yo la miré. Ella me miró. Y sonó música de western. Así que le pasé la botella sin limpiarle la boca ni nada, para mostrarle mi amor maternal desenfrenado y que no se me mosqueara. Bebió un sorbó y me la pasó y aunque no dijo nada, las dos sabíamos que ahora me tocaba a mí.

Y bebí un sorbo chiquitín. Pero no tan chiquitín como para no traerme un trozo imagino que de donuts empapado. Y tras cuatro segundos de muerte por asco supremo, de buche que ni para adelante ni para atrás, me crucé con los ojos inquisidores de la pelirroja y me lo tragué.

Aún tengo escalofríos. Aunque igual es de la botella de Listerine que me cargué en cuanto llegué a casa.

Porca miseria.                  

34 comentarios:

  1. Hhaha aun me estoy riendo Flor hahahh Os imagino alli a las dos intentando ver quien desfallece antes: si ella en su mirada inquisidora o tu con tus ganas de escupir hahha Y lo del Listerine un puntazo.

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  2. jajaja. q bueno Flor! alegras las mañanas. Además me siento un poco identificada,yo también soy bastante escrupulosa! veremos a ver cuando el peque crezca...jeje.

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    1. Igual se deprime también y tienes que hacer de tripas corazón!! jajaj

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  3. A mi de mi peke cuando tiene peces en el agua tambien me da asco beber jajajaja, pero mas askazo me da el beber de vaso de mis amigos, solo bebo del de mi madrido jajajaja

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  4. ¡Qué ascoooo! Yo te entiendo, te entiendo. Soy igualita que tú. Eso de compartir botellas, vasos o incluso "¿quieres probar de mi comida?". ¡Pero bueno, dejen de meter las manos en mis comidas y bebidas! No hay cosa que me de más asco. Me da fatiga...Y te iba leyendo y es que me estabas retratando. Vale, nos morreamos con los maridos, pero luego cada uno con su vasito y todos tan felices, jiji.

    Ay, Flor, cuando yo tenga hijos, ni loca voy a beber de sus botellas. No por nada, sino que no comparto babas. Me da grimilla.

    Besos

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  5. Jajajaja, qué duuuuro es ser madre, jajajaaja.
    Yo no soy tan escrupulosa pero reconozco que no puedo beber de una botella con "peces". Los bebés son babosos por lo general pero cuando ya son niños creciditos los besos babosos me dan asquito. Gracias a Dior el colorao nunca ha sido baboso, ni de bebé siquiera.
    En casa no hay muchos problemas en ese aspecto, el colorao es más escrupuloso que yo, así que no tenemos esos momentos "western", jajaja.
    Y encima es masoca, cuando se pone a hacer caca hay veces que se asoma para "ver como cae" y le dan arcadas y todo...
    Espero que no se cumpla eso de "cuanto más escrupuloso más asqueroso".

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  6. Pues a mi el agua de mi niña con babas y "comida de pez" en el fondo me da un buaaaaggg...y las babas!! y sin embargo soy capaz de usar el sacamocos ese que te pones el extremo en la boca y chupas.....ya ves, cada uno tiene su tara pero haberlas haylas.

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  7. Pero todavía te morreas con tu marido?.. jaja Que graciosa eres coña!.. Pues a mi beber del vaso de mi marido no me da asco, del resto de la gente no lo he hecho ni lo haré nunca, que nunca se sabe lo que uno tiene.. Y la verdad es que de los niños da un poco de asco, su agua siempre está llena de cosas, a mi me da asco hasta que vuelva a beber él mismo... Cuántas botellas abré tirado al primer sorbo, porque si yo no quiero beber de ahí, porque le voy a hacer beber a él.. ayyyyyy, que estrés de vida!

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    1. Ayyyyy habré.. no abré.. que las prisas son muy malas..

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    2. Yo también las tiro!!! Y ella dice que están 'pelfestas' jajjaja

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  8. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  9. ó, a mamy aunque no tiene cachorros humanos le da tannnnto asco ver eso que Vd. ha acertado a llamar comida de peces de sus sobrinos que ha llegado a levantarse de la mesa para cambiarles el vaso y no tener que verlo... Y cuando los lleva a tomar el aperitivo en verano, les deja beber unos buchitos del vaso de refresco, intenta que primero se coman todas las patatas y la aceitunas, separando los vasos de su alcance en la mesa, después les relimpia los morretes y les vuelva a alcanzar el vaso. Ni se le había ocurrido tener que beber de "ahí" ni en medio del Sahara!!! Lo curioso es que yo no le doy ningún asco, me da penquitas de su plato con su cubierto, claro que yo ni lo rozo! Pero vamos, que también me da besos en los morros eh! El asco es libre!

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  10. Lo peor es cuando alguien te pide un poco de agua de tu bolletita y no la puedes tirar porque te espera un día largo en el trabajo, vas a estar media hora más en el gym, estás en el monte... En fin, lo que sea.

    La pelirroja es 'liztízima' ;)

    Besos!!

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  11. "...con la boca torcida como Mari Trini", qué hodía ;)!

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  12. Te comprendo perfectamente, soy lo mismo de escrupulosa que tú. Mi botella es mía y que nadie le meta los morros que MAAAATO. Me cuesta hasta comer del mismo tenedor que mi marido, ya no digamos que alguien chupetee de mi vaso... Me he reído un montón con las miradas de western, jajaja

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  13. Jajajjaj la pelirroja te está estudiando,la pelirroja es mucha pelirroja.....,pero te entiendo tan bien,yo no bebo ni rebebo de nadie,el mayor es tal cual,escrupoloso al máximo,el pequeño comparte,no le importa tanto.La de los churumbeles.PD-me apunto lo de la jaqueca.

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  14. Ayyyy. No sabes la alegría que me das... Pensé que era la única chiflada que no era capaz de compartir un vaso o un cubierto con absolutamente NADIE. Esto no quiere decir que yo esté menos chiflada pero, mal de muchos, consuelo de tontos, oye... Al menos no me siento tan sola.

    Por cierto, casi me dan arcadas al imaginarme los trozos de donut ahí flotando. Ahhhh. Besotes.

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  15. Jo, ahora siento que la rara soy yo... De mi marido nada de asco, de hecho comemos con un solo vaso y de ahi bebemos los dos...se ve raro ahora que lo estoy leyendo jajaja, pero es asi. De mis hermanos tampoco, nada de asco. Y de mi pequeña, nada de nada, menos las botellas con cositas...pero vamos q a ella tampoco le dejo volver a beber

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  16. Ja, ja,ja, todavía me estoy riendo.
    Soy igual que tu, que nadie beba de mi vaso, coja mi cubierto ni meta mano en mi plato que ya no como, aún no tengo niños pero el día que tenga no se que voy hacer.

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  17. Veo que somos muchas taradas, quieras que no, consuela, jejeje, En mi casa somos los 5 hermanos así y supongo que es porque mi madre también era muy escrupulosa y jamás la vimos comer del plato de nadie ni beber de otros vasos, así que nunca se nos insinuó siquiera que lo hiciésemos nosotros, hasta nos limpiamos los besos si vienen con babas!!! y me temo que algunos sobrinos también han salidos iguales, vamos, una tradición que se mantiene viva, jejeje

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  18. Jajajaja, un post buenísimo. Te conozco hace poco y nunca te había comentado, pero es que me he reído un montón con esta entrada. Me he sentido muy identificada con la botella/vaso de agua con restos de galleta o lo que sea. No puedo con ello!! No me da asco compartir nada, pero los trocitos flotantes me superan! Ánimo con la terapia de choque!

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  19. jajaja qué punto, pero no eres la única, que lo de los tropezones en el agua nos da asco a todos...

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  20. Lo de la música de western le ha dado un ambientazo al final del post.... :)

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  21. Jajajajaja tranquila que eso es normal, mi Futuro también es un tarado de esos pero con el tiempo se fue normalizando, recuerdo el primer día que le ofrecí una cucharada de mi yogur... se me quedó mirando muy raro, me la aceptó pero puso una cara muy rara, el caso es que le debío de gustar porque ahora lo compartimos todo jejeje, pero de peque??? como el hermano le pusiera un dedo al trozo de pan ya no comía pan y en eso ha salido a mi suegro... pobrecito, espero que mis hijos no se parezcan en nada porque debe ser agotador...

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  22. Jo que bueno. Yo soy igualita. No soporto el intercambio de babas y eso que como tu dices, me morreo con el pater (o me morreaba, antes del embarazo...buffff, ahora ni ganas ni tiempo ni nada). Soy tan escrupulosa que ni con mis hijas quiero compartir cubiertos ni vasos ni platos. Ni soy capaz de comerme ningún resto de comida a no ser que sepa superseguro que ni lo ha tocado ni lo ha meneado con el tenedor. Lo bueno en mi caso es que la niña mayor (de la pequeña ni hablo, que sólo tiene un mes) aún no se ha coscado de la manía de su madre, así que no pasa nada, cada una con su vaso y con sus cubiertos... Cuando me ofrece helado o similar lo rechazo y si se pone muuuuuuyyy pesada pues como un poquitín y me lo trago como los pavos. Y ella tan feliz claro. Si ella me pide comida pues le doy, que remedio, pero no me hace ninguna gracia...

    Y si vieras en las comidas con mis padres, que se pasan toda la comida "Puri, prueba esto" y ale, mi padre metiéndole el tenedor a mi madre en la boca y luego al revés, mi madre a mi padre, y se pasan un filete de un plato a otro, o se pinchan comida uno al otro... me da muuuuuucho asquito. Y cuando mi padre me pregunta si quiero hacer a medias con él algún plato y le digo que no se mosquea, pero buffff, eso de que uno se coma media plato y se lo pase al de enfrente que te pasa su plato del que también ha comido la mitad me da mucho mucho asco....

    Me alegra saber que no soy la única, jeje.

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