Cigoto también quiere ser artista. Que ya está mosqueado con
esto de que la pelirroja sea la única que tire de volantes y tules y se pase el
día girando cual peonza por el salón, reclamando aplausos al respetable. Y es
que Cigoto, aunque no pueda girar más que haciendo la croqueta por la cuna y
quedándose bocabajo con un brazo atrapado bajo el pecho –que al igual que la
hermana tampoco está para el Circo del Sol-, hace sus pinitos para atrapar las
miradas y ganarse alguna ovación, aunque claro, ninguneado como está con estos
estreses familiares, ni lo miramos y la criatura sigue innovando a ver si así
se gana algún aplauso.
Así, mientras nosotros tratamos de sobrevivir a este caos
pelirrojil de pañales, colegio, clases de baile, trabajo y casa pocilguera, el
pequeño pelirrojo lanza alaridos ligeramente entonados a modo de cánticos
gregorianos mientras toca palmas al unísono, parándose cada vez que alguien
posa su mirada en él, emocionado de pensar que alguien ha visto su arte, pero
cuando luego descubre que sólo se acercan para olerle por si se hubiera hecho
caca, entra en depresión momentáneamente y nuevamente sigue tocando palmas por
si acaso le llega un golpe de suerte.
Y cuando ve que aquello no va a ningún sitio, se decide a
apostar más fuerte y se vuelve loco lanzando carcajadas al aire y mirando de
reojo a ver si alguien lo está mirando como si fuera un demente borracho y si
ve que tampoco le hacen caso más que para enchufarle un biberón o inyectarle el
vegetal a traición, no porque seamos malos padres, que también, sino porque no
tenemos tiempo ni para mirarnos a los ojos, empieza a hacer el indio lanzando
grititos y tapándose intermitentemente la boca con la mano en plan Toro Sentado
hasta dejarse los morros como Belén Esteban.
Pero el colmo fue ayer tarde que trincó la radio con
micrófono de la pelirroja, después de que ésta nos hubiera ofrecido un
concierto con repertorio infernal del ‘Señor Don gato’, ‘El Corro de la patata’
y otras lindezas clásicas, agarró el aparato empinándose desde el carrito y al
mismo tiempo que aquello sonaba por el ‘Que llueva, que llueva’ se pegó la boca
al micrófono en plan estrella de la canción y empezó a canturrear poniendo los
ojos en blanco como el mismísimo Julio Iglesias.
Y, claro, tuvimos que aplaudirle.
Claro, pobrecito, también quiere su momento de protagonismo, mujer. Jajaja. Él quiere su momento de gloria.
ResponderEliminar¡Besos!
Jajaja... casi nunca comento Flor porque te leo con feedly desde el móvil a la carrera, pero chica, tu si que te mereces vítores y aplausos. Lo que me rio contigo!!!
ResponderEliminarBesotes!
Lastimoca, el pobre chiquillo solo quiere su momento de gloria y
ResponderEliminaren cambio solo recibe el ninguneo de ser segundo, hacedle un poquito de caso a Cigoto, que él tb se lo merece, si estuviera solo sería el Rey de la Casa
EL ARTE SE LLEVA EN LA SANGRE
ResponderEliminarJajaja claro que tienen arte los churumbeles con esa madre!!!!
ResponderEliminarPobre. Eso les suele pasar a los segundones, yo que he sido la sexta. Que cosas no haria yo para poder llamar la atencion?
ResponderEliminarLo de madre de la Pantoja se te va a quedar corto con tanto artista en casa!!
ResponderEliminarUn besico.
Pobrecito, apláudele, vitoréale, y lánzalo al aire si hace falta (volviéndolo a coger claro) , todo con tal de que se sienta super protagonista.. jaja Tienes dos artistas en potencia..
ResponderEliminarUn besazo
Mi morena también tiene ese micrófono...y como no era suficiente, este año, los reyes le han traído otro que amplifica la voz más. Debemos de ser masocas...
ResponderEliminarJajaja. Vaya dos artistas tienes en casa. Si es que el pobre se debe de sentir como Latoya Jackson. Jajaja. Besotes!!
ResponderEliminarNo vas a dar abasto con tanto artista en la familia jejejeje
ResponderEliminarJjajaja, pero que bueno cigoto, las que se ha tenido que ingeniar para sacar un minuto de gloria, que digo yo que por lo menos un minuto durarían los aplausos, si ya veo yo pancartas dobles...,la pelirroja algo le debe de haber contagiado,eso o que ya lo llevaba en la sangre.El churumbel pequeño lucha por su terreno, pero el mayor nunca duerme, a mí hay veces que me da por ponerme un embudo en cada oreja para no desoír palabra,ponerme gafas por encima de las lentillas,que también soy miope, para no perderme detalle.La de los churumbeles.
ResponderEliminarYa tenéis el dúo de cantaor y bailadora! Bueno, entretenidos estáis un rato, no necesitáis TV :-)
ResponderEliminar¡Ay mi pobre Cigoto! Por favor, llénalo de achuchones, que me está dando mucha penita y olvídate de la casa pocilguera y demás...
ResponderEliminarNo me quiero ni imaginar lo que le espera al tercer hijo (JA JA JA JA, risa diabólica).
Jajaaa, pobre! Si es que los siguientes tienen que buscarse las habichuelas!
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