Ayer tuve una hernia. Bueno, en realidad ayer fue el día en
que dejé de tenerla porque tenerla la he tenido una quincena. La última
quincena del mes para ser exactos, porque de todos es sabido que una puede tener
una hernia el tempo que le parezca oportuno y a mí una quincena me pareció el
periodo hernial perfecto.
Todo comenzó en el embarazo de Cigoto el malvado, que me
salió un bulto en el ombligo con pinta de hernia umbilical, pero fue nacer el
caballero y desaparecer la bola y yo viví feliz hasta hace como una quincena,
que empezó a molestarme esa zona y me acordé de la hernia. Y ya no hubo vuelta
atrás. Herniada.Qué terror.
La culpa la tiene la mamma que siempre me decía aquello de ‘agáchate
que no te vas a herniar’ cada vez que una se ponía perezosa en su adolescencia.
Y claro, una cosa llevó a la otra y aquí lo tenemos, herniada. Como una maldición
gitana.
Estar herniada es una cosa muy de viejos o muy de
agricultores y yo, que quieren que les diga, pues como que no me identifico con
ninguno de los colectivos, pero una no elige herniarse como quien elige un
color de barra de labios, una se hernia y ya está. Cuánta tristeza.
Así que dado que estaba herniada, empecé a elucubrar como
sería una operación de hernia porque lo más normal, digo yo, es que me
quisieran operar y ponerme una malla de esas para contener que la cosa se
vuelva a salir. La idea de la malla me daba pavor porque eso sí que es de
enferma, pero luego pensé que igual me daba cierta reafirmación en la zona
abdominal y empecé a verle color al asunto.
Lo que no me gustaba era la idea de que me operaran por el
ombligo. Por el ombligo ni mijita. Que a mí no me toca el ombligo ni Bradley
Cooper, que una es muy sensible y le tiene pánico al ombligo. Y cada uno
gestiona sus miedos como puede.
Así que mejor pensé que me hicieran una rajita y que me
durmieran sólo de media cintura para abajo, aunque la epidural no me hace mucha
gracia, menos me lo hace aún la vomitera que me dio después del nacimiento de
la pelirroja y no sé yo si esta vez me darían primperán en el suero...
Lo peor era el tiempo porque ahora me viene muy mal una
operación, como tengo yo la casa… y con los roperos por cambiar con esto del
cambio de estación y Cigoto con los gateos. Muy mal todo. Aunque igual la cosa
no es de urgencia y puede una dejarlo un tiempo en stand by hasta que los niños
crezcan un poco por si me da un yuyu con la anestesia y se me quedan huérfanos.
La parte positiva era el encame. Loca estaba por trincar mi
mando con fianza y mi cama articulada. A nadie se lo iba a contar para no tener
visitas ni bombones. Sólo cama articulada arriba y abajo y mucha telebasura.
Bueno, pues ahora resulta que voy a mi médico para que me
diagnostique esta hernia que me tiene soseía desde mediados de mes y va y me
dice que ahí no hay hernia ninguna. ¿Pero qué invento es ése? '¿Pero ha tocado
usted bien? Toque otra vez', le dije en plan ansiosa porque a mí ya no me podían
quitar mi hernia imaginaria con la de planes que había hecho al respecto…
'Señora -me dijo, yo creo que para herirme-, soy cirujano desde hace 30 años y
lo único que tiene usted ahí son gases'.
Pues eso, que me han quitado mi hernia para endiñarme una
bolsa de gases, con lo feo y lo ordinario que es eso.Vamos, que me niego. Que yo voy a seguir diciendo por ahí que
lo que me duele es la hernia. Igual así hasta me libro de coger a Cigoto.
Las enfermedades imaginarias que yo he tenido... y los planes de operaciones diversas que nunca me han hecho, podemos llenar un libro. Besos Argentinos!
ResponderEliminarFlor eres genial. Empezar el día con una carcajada a las 7 y pico de la mañana no tiene precio. Un abrazo y a cuidar esa "hernia".Marta.
ResponderEliminarA mi eso de las operaciones por el ombligo me dan mucho repelús.. Dios nos libre! aunque nos de gases jajajjaja
ResponderEliminarBuenísimo el post!
Buenos días!
¡¡Genial el post!!
ResponderEliminartomarse el cafe de la mañana leyendote hace que se afronte mejor el estres de llevar las niñas a la guarde
Pues ya sabes cómo se quitan los gases....Jajajajaja
ResponderEliminarJajajaj muy bueno! Me ha encantado ;-)
ResponderEliminarJajajaja. Hay quien tiene embarazos psicológicos. Di que tienes una hernia psicológica y tan campante. Lo mismo te ingresan en un psiquiátrico y ahí también tendrás camita... Piénsalo. Besotes!!!
ResponderEliminarAsi andaba yo con una apendicitis en la semana 16 de embarazo viendo por internete las formas de operar eso y llorando de pena que me daba a mi misma...hasta llegar a la medica y enterarme q eran unos tristes gases. Aunque en mi caso me alegre de haberme curado de la apendicitis la verdad... :D
ResponderEliminarJajjajjaja y jajjajjaj, ya veo yo que de hernia nada de nada, si eso vete a otro médico a por una segunda opinión, que entre que vas y vienes, esperas y te agachas te puede salir la hernia mundial, los gases son muy chungos, yo los pasé en el segundo embarazo, así me salió el niño, retorcido y a todo gas jjajjaj.Te sigues superando!!! La de los churumbeles. PD- los gases pueden encamar y lo mejor de todo es que no afectan a la mano, por lo del mando....
ResponderEliminarMujer, si es Bradley Cooper... ;)
ResponderEliminarMe hiciste soltar una carcajada en medio del tren lleno de gente!! jajaja lo digo siempre, pero es verdad ¡te superas cada día!
ResponderEliminarA mí me diagnosticaron hace años una hernia umbilical, tenía 21 años y el doctor me urgió a operarme o mi vida sería todo llanto, desesperación y crujir de dientes. Yo me negué en redondo a operarme ¡me sentía bien! éso de meterte al quirófano estando sana... pues no... Total que entre otras "lindezas" me dijo el médico que tendría un embarazo infernal y que casi se me saldría el chiquillo por el ombligo. No pasó nada, tuve a mi hija sin ninguna complicación y éso que la barriga me creció terriblemente... aah ésos médicos...
Que bueno que no fue hernia lo tuyo, pero que vergüenza con el medico!! dios!!! ya me imagino!!!
Quizás es una simple diástasis de los rectos del abdomen (google!) que pasa mucho que se queda así después del embarazo y luego con medio gas ya hace acto de presencia el intestino... pero vamos, que eso con fisioterapia se recupera! Ánimo!
ResponderEliminar¡IDENTIFICACIÓN TOTAL! Solo que yo soy un poco más lenta, y un poco al revés. En mi último embarazo me notaba yo como un bultito en un ladito, pero claro, niño dando patas segundo si, y segundo también, pues las culpas para él. Nació, y siguió el bultito, que empecé a pensar que eran gases. Hasta ocho años después... De repente, no sé qué tipo de inspiración me vino, que pensé en la posibilidad de una hernia. Voy al médico de cabecera, uy si, pues la tienes aquí, clarísima; al cirujano, no hay otra, él decide pero supongo que te operará. Llego al cirujano, ¡Y la hernia no está! Bueno, por si acaso, como tengo el informe del médico de cabecera, que le hagan una eco, pero vamos, que yo no noto nada. El radiólogo, amigo, no pudo buscar más el pobre, que un poco más y mira debajo de la rodilla, a ver si se había escondido. Así que, ¡Niña, para casa, que tú ni tienes hernia ni tienes ná! Y yo, casi casi todas las noches, me la sigo notando. Pero nada, se ve que no le gustan las consultas de los especialistas y se esconde.
ResponderEliminarAsí que tú no te preocupes, que yo, te entiendo.
Que me meoooooo. Que buenísimo este post.
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