1.- Cuando vayas a llevar a tus hijos al zoo o le vayas a
comprar una bici nueva, cállate y no digas nada hasta que sea el día D a la hora
H. Que sí, que tú crees que lo que más mola de estas cosas es la ilusión de la espera,
pero no. Ni mijita. Ni un poco. Tendrás que escuchar cada minuto de cada hora
de cada día y de cada semana hasta que llegue el gran día, las súplicas de los
retoños lampando porque cada momento sea el momento, incluida la noche y la
madrugada cuando ya estás al borde de la muerte.
2.- Mantente alerta. Incluso en los momentos más agotadores.
Sobre todo en ellos. Los niños son niños pero de tontos no tienen ni un pelo
que para eso están aún sin socializar y son más animales que nosotros –vale,
llamad a Prodeni- y están siempre al acecho cual cazadores ávidos de hincarnos
el diente. Así, aprovecharán cuando estés KO en el sofá a las cuatro y media de
la tarde de un viernes dando cabezadas como una octogenaria para preguntarte si
le vas a comprar el Telescopio de Imaginarium. Y tú que no sabes ni dónde estás
ni si tienes un exámen de Física y Química de 2º de BUP o las clases de Spining
que dejaste en 2010, prometes lo que haga falta para que te dejen dislocarte el
cuello un rato más contra el brazo del sofá. Y, claro, esas deudas luego hay
que cumplirlas.
3.- No es lo mismo un niño que dos. Ni dos que tres, Ni tres
que cuatro. A más niños, más malvivir y quien diga lo contrario miente o tiene
nanny filipina. Así que no te dejes llevar por el momento de madre Martha
Stewart y montes una fiesta de pijamas con dos millones de niños. Que mira que estas
cosas sólo son divertidas la primera hora y media y que la Seguridad social ya no
receta los ansiolíticos de marca.
4.- Lo del nivel Martha Stewart vale para todo. Que sí, que
a ti te hace mucha ilusión vestir a tu niña de bruja del Oeste de El Mago de Oz
para Halloween o de Miércoles de la Familia
Adam y tunearle un traje molón para dar el golpe, pero si la
niña lo que quiere es un traje de bruja/furcia de los chinos que vale 5 euros o
uno de Pantera Rosa que da dentera con sólo mirarlo, a volar. Eso que te
llevas. Ella contenta con su traje y tú con el tiempo que te ahorras fingiendo
que sabes coser. Disfrútalo. Si luego la niña va hecha un adefesio, échale la
culpa al padre.
Yo de lo que más he aprendido es del punto uno, ya no digo nada hasta que llega el momento de hacerlo o de comprarlo.. que los niños son muy cansinos y nuestra paciencia disminuye por momentos..
ResponderEliminarAunque es cierto que en el punto dos también coincido , siempre digo si si sin saber de lo que me está hablando.. y luego claro, te llevas sustos cuando te dice perooooooooooo si tu me lo prometiste... aghhhh
Besos y disfruta de la semana santa..
El punto 4 me parece esencial!! Esas madres de nivel que parece que tienen tiempo pa tó!! Cómo se hace?? a mi que me registren, que ni con la coca cola me da la vida pa estar más despierta
ResponderEliminarMe has matado con el punto final
ResponderEliminar"Si luego la niña va hecha un adefesio, échale la culpa al padre."
GUASSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS
Ja ja ja... el uno me pasó una vez ¡¡nunca más!!
ResponderEliminarComo tengo hermanas pequeñas ya tengo aprendida la lección del estar alerta...espero tener la suficiente tranquilidad mental para seguir por el buen camino y no llevarme ningún susto.
De la nanny filipina paso palabra... sólo con la mía ya tengo bastante... me imagino dos como ella y me da un soponcio.
Di que sí... las culpas al progenitor! pues "alguna vez" le hago cosas a la pequeña y... son horas que le quito al sueño, así estoy después.
¡Felices pascuas! y ¡que la fuerza os acompañe! -si va con colazero o un donut mejor- ;)
Me apunto el punto 4...jajajajaja me encanta!
ResponderEliminarQue bueno jajjaja, yo en el 1 y 2 caigo una vez y otra y otra y ostras....., en el 3 no he vuelto a caer desde que los vecinos llamaron a la guardia civil y el 4 lo tengo chupado, si algo falla -es que el padre no está centrado-, con esto de que está fuera toda la semana me es más complicado, pero ahora los avances estos son la leche y él tiene mucha telepatía con los críos jajjajj.La de los churumbeles.
ResponderEliminarNo hace mucho llegue a casa con un traje de las princesas de la tienda de Disney para mi hija PARA JUGAR EN CASA (una camiseta con una foto de las princesas unida a una falda de tul)...pues no se lo quita ni con chantajes, ayer la lleve al parque con el dichoso vestido puesto porque o eso o no salia de mi casa...
ResponderEliminarQUIEN ME MANDO???!!!!! NUNCA MASSSSS!!!!
Pero en mi caso el punto 1 se mezcla con el 4. Que si dejo lo de la sorpresa de viaje/paseo para el final luego la niña no quiere ir porque esta “super muy ocupada” o simplemente “tiene otras cosas que hacer” y algunas veces ni el poder de persuasión ni la lavada de cerebro ni la negociación más efectiva nivel secuestro sirve, simplemente no quiere y ya chao. Así como le dijo al abuelo ayer: “no gracias, chao” (y yo un poco mas emocionada que temerosa con la idea de que se la llevaban a 800kms de distancia y la regresaban el sábado, pero ella “no gracias, chao”)
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