Hay niños que son feos. Dicho así parece una obviedad porque
quien más o quien menos ha visto niños feos alguna vez, en el médico, en la
escuela, en el parque o en el carrito de una amiga, pero claro, pocos se
atreven a reconocerlo en público y a terceros, generalmente por pura compasión
hacia la madre agotada del presunto engendro, que, aunque no nos oiga, bastante tiene con lo suyo o porque el
chiquitín, aunque feo, es simpático o cariñoso o, simplemente, porque una
parece una mala persona si lo comenta y nadie quiere parecer una mala persona.
Casi nunca.
Personalmente, me he topado en mi vida con cientos de niños
feos, como todos. Con los desconocidos no hay problemas -como diría mi abuela, de
todo ha de ver en la viña del Señor-, lo complicado viene cuando el feo es el
hijo de un compañero de trabajo, de una amiga o de tu prima la del pueblo y vas
a conocerlo y la madre o el padre o la
abuela de la criatura te mira, expectante, para ver tu reacción al asomarte a
la cuna.
Hace algún tiempo, decidí que no mentiría al respecto
aunque, claro, tampoco diría toda la verdad -tampoco es cuestión de deprimir a
nadie-, así que ahora me decanto por el ‘qué grande’, el ‘qué gracioso’ o el
‘qué despierto se le ve’, un atajo para evitar terrenos pantanosos y tensiones
variadas… Y si el bebé es bonito, pues una respira aliviada porque la situación
se relaja y ya pueden entrar en la
conversación cuestiones como la forma de los ojos o la de los parecidos
razonables, sin meteduras de pata ni miedos a herir la sensibilidad de la
familia que, probablemente e incluso en el peor de los casos, ve al retoño más
hermoso que un querubín.
Y es que precisamente es ahí donde reside el problema porque
aunque todos los padres saben que existen niños feos en el mundo, ninguno cree
tenerlos en casa. Vamos, que eso es cosa de los hijos de los demás, que los de
uno son para llevar a hacer fotos de revista o protagonizar películas Disney.
Entiendo que el amor maternal pueda obnubilar un poco porque
ya entran en juego otras emociones que nublan la objetividad, pero de ahí a que
haya madres que, entregadas, te enseñen las fotos –oh! malditos móviles con
cámara- de sus hijos de ojos saltones, narices imposibles, cejas corridas,
palidez azulona o cabezas desproporcionadas y –mientras tú tratas de
esconderte, de que te trague la tierra o
de que te atropelle un autobús para evitar pronunciarte- te sueltan el “no es
porque sea mío, pero es que es una preciosidad”, van, como poco, medio millón
de neuronas muertas o quince dioptrías sin tratar.
Desde que soy consciente de la existencia de este aluvión de
padres enfervorizados que ven en sus callunos hijos la reencarnación de Adonis en
potencia, estoy empezando a mirar a la pelirroja con otros ojos, unos ojos de
sospecha, porque, a ver, mi niña tiene unos tirabuzones rojos a lo Shirley Temple
que quitan el hipo –y las ganas de vivir cuando hay que peinarla- unos grandes ojos
verdes de pestañas infinitas y una minúscula y coqueta nariz en medio de su
perfectamente redonda cara de muñequita antigua… pero ¿quién me dice a mí que
lo que yo veo es lo mismo que ven los demás?
Puedo decir a mi favor que no soy de las que van enseñando
fotos de la nena por ahí y que los vídeos que llevo en el móvil son sólo para
demostrar la mala vida que me da, así que si finalmente resulta que soy otra
madre confundida –madre mía, qué vergüenza- al menos, no colocaré a nadie al
borde del colapso nervioso haciéndole inventar argucias e improvisar adjetivos
con los que salir airoso del berenjenal en el que tantas otras veces me he
visto inmersa.
me encanta! creo que ese miedo es de toda madre prudente y con la cabeza un poco amueblada!
ResponderEliminarHay que sospechar de todo, jajajjaja
EliminarDoy fe de que la pelirroja es una muñequita! Claro que tratándose de mi única sobrina,y dp de haber leído el post,igual la objetividad no juega de mi parte...
ResponderEliminarFuiste tú quien levantó la liebre diciendo que puede que sólo los viéramos guapos porque son nuestros... Qué horror! jajajja
EliminarEs cierto que existen...,yo también acudo a ¡qué ricura!,¡qué grande!....y también es cierto que para una madre el suyo es lo más...bonito...guapo...inteligente.... y no me parece mal siempre y cuando se sea consciente de la realidad....
ResponderEliminarHe de decir que soy madre de una niña de 4 años preciosa....jajaja!
Claro! No es cuestión de que tengan que ir por ahí diciendo lo feos que son los pobrecitos, pero ir presumiendo de su belleza, tampoco, jajajjaja... De cualquier manera, nosotras no tenemos ese problema porque las nuestras son guapísimas, jajajja
EliminarBuenísimo !!!!jajaja q verdad es.....El amor ciega!!Es una cosa q nunca he comprendido como hay padres q se esfuerzan por mostraste la belleza de sus hijos aunque no haya por donde mirarlos,yo tengo dos niñas y jamas he enseñado la foto a nadie,para mi son muy bonitas pero no son las niñas más bonitas del mundo como otros intentan hacerte ver de los suyos.
ResponderEliminarPero es que la pelirroja es preciosa, Chiqui, es una muñequita!! Yo, como madre primeriza, tengo que reconocer, que durante el embarazo, se me vino a la cabeza un montón de veces, y si mi niño es feo, o tiene las orejas despegaditas, o, en fin, yo hasta que no nació y le vi su linda carita, no me quedé tranquila. Es algo que no podía remediar. Pero es que el que es bonito, lo es (por lo menos ahora). Ya la adolescencia hará de las suyas, jejejeje.
ResponderEliminarPero mientras tanto, disfrutemos de su belleza, porque nuestros niños son preciosísisisisismos.
Es cierto, que uno no sabe qué cara poner... Hace años, una compañera (bastante fea, la verdad) tuvo un niño. Cuando se incorporó a trabajar nos enseñó las fotos y... madre mía. Era como ella pero sin pendientes. Horroroso, el crío. Y ahí no te queda otra que decir "¡es igualito que tú!" con todo el entusiasmo posible. Como ella tenía una cara muy hombruna, me imagino que ahora el chiquillo no parecerá tan feo, pero es que ver una cara de señor mayor en un bebé queda raruno, raruno.
ResponderEliminarQué faena! Para ti y para el pobre chiquitín con la herencia genética, jajajja. De todas maneras en muchas ocasiones se cumple lo de 'De padres feos niños guapos' y al revés!!
EliminarPues sí, cuanta razón tienes. Yo soy profesora y soy de las que creo que los niños son personas y al igaul que las personas las hay guapas y feas, listas y tontas.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo!!! La pena es que la mayoría de los padres parece no entenderlo, jejejej
EliminarEstoy de acuerdo! En esta vida tiene que haber de todo, a mí personalmente todos los niños me parecen guapos, será porque les veo tan diminutos e indefensos que no me sale criticarles, para eso ya tenemos a los padres!
ResponderEliminarJajajaj, claro, si lo malo no son los chiquitines, son los pesados de sus padres martirizando a la gente con sus fotos y su amor paternal y cegador!! jajajjajajja
Eliminarjejee que post tan divertido!
ResponderEliminarsaludos desde
http://mevistosolo.blogspot.com [MAN]
Te puedo decir que cuando me trajeron a mi bebe dije "pero quien es este peruanito" !!!? Nada bonito!! Parto natural, todo hinchado, con la cabeza como un cono! por el parto! grande!! 4 kilos! le faltaba el poncho! Pero al pasar los dias, se iba dibujando y aunque no era muy bonito de bebe tenia un encanto particular, no porque sea la madre ;) Mi hijo tiene sus dias lindo y otros no tan lindos! soy objetiva, no todos los colores le quedan perfectos, unos mas que otros ;) y para mi es GUAPO Y ENCANTADOR! con mucho charm pero un muñeco no es! que la belleza es muy subjetiva.
ResponderEliminarPero tu nena!!! con lo de vintage haces una imagen muy linda! como puedes decir que no tienes suerte nena, no solo el marido!!! mira que bien escribes! ;)
Saludos
http://1hoochie-mama.blogspot.fr/
Muy gracioso y original el post. Sí, es cierto, todo un apuro cuando te presentan a un niño feo (especialmente los recién nacidos). Yo suelo poner muecas que no puedo controlar y creo que eso me delata, pero voy a poner en práctica para la próxima vez esas frases de "qué gracioso" "qué grande se le ve", espero que no me gane la enemistad de los padres.
ResponderEliminarPor cierto, seguro que lo que le decía su abuela era: "de todo ha de haber en la viña del señor". ;-)
*Señor
ResponderEliminarquerida madre desesperada, cuando me encuentro en esa anugustiosa situacion de tener un noño feo delante solo soy capaz de decir "pero que hermoso y simpatico es" ,no soy capaz de decir nada mas.mi marido me tiene calada...
ResponderEliminarbesos y continua contandome cosas.
jajaja es verdad de que hay niños monstruosos, los hay, yo tenia una compañera en la preparatoria que tuvo un bebe horripilante los ojos desorbitados, pelon, prietito prietito ahora han pasado 3 años y el niño va de ser feo a horroroso una ofensa para la humanidad es ese niño tan feo
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