La pelirroja, como todos los niños de su edad imagino, se
pasa el día haciendo preguntas sobre todo, a lo que yo a veces estoy en mejores
condiciones que otras para contestar, vamos que a veces me deshago en
explicaciones y otras, cuando ya no puedo con mi vida y lo único que quiero es
crionizarme hasta que cumpla los 18, paso un poco del asunto educativo y le
suelto alguna contestación rápida y sorprendente que la deje callada al menos
por cuatro nanosegundos para darme tiempo a que se me rgeneren un par de
neuronas.
Habitualmente desarrollo lo que he venido a denominar las
tramas –como diría mi amigo Dani- aprovechando cualquier pregunta o petición
para sacarle moraleja, por supuesto, a mi beneficio, sea o no ético, que esa no
es la cuestión y esto de la maternidad es lo más parecido a la guerra que
conozco y por tanto lo del ‘todo vale’ es mi nuevo mantra.
Así, si vamos por la calle y me pregunta por qué está rota
la ventanilla de un coche le suelto algo así como que un niño no le hizo caso a
su mamá y jugó con el balón dentro del coche y acabó rompiendo la ventanilla,
por lo que tuvieron que aparcarlo y ya no pudieron ir a la playa en familia
nunca más. Lo que la deja ligeramente entristecida y pensativa, muy pensativa
para luego decirme algo como ‘Puez yo mamá, nunca, nunca voy a jugal con la pelota en el coche’, ante mi
victoriosa mirada de haber conseguido concienciar a la nena con una historia
inventada a las 9 de la mañana.
Y así con todo. Le puedo sacar punta a casi cualquier
situación y como la peor de las manipuladoras de telenovela barata –de esas que
fingen ser ciegas pero en realidad no lo son y espían tras las puertas para
luego liarlo todo y dejar a la protagonista al borde del infarto emocional-
llevarlo todo a mi terreno y, por supuesto, al beneficio familiar
Pero claro, esta estrategia también tiene sus fallos. Precisamente,
el otro día pasamos ante un cacharrito de esos para montarse a cambio de una
moneda y que hay a las puertas de algunos locales y que yo detesto porque la
pelirroja no sólo es capaz de arruinarte en paseos –a ti y a tu acompañante-
sino que cuando le dices que ya no hay más y la animas a bajarse, pelea por
quedarse allí dentro aunque sea sin monedas ‘para jugal a las princezas’ hasta
el infinito y más allá.
Así que cuando nos topamos con ése y a la niña se le
iluminaron los ojos y salió corriendo a por él, le dije que no podía subirse,
que estaba roto y el diálogo fue tal que así
-Pero mamá, zi yo zólo quiero jugal zin que ze mueva // -Ya,
pero es que no te puedes subir porque está roto // - Pero zi no quiero que ze
mueva… // - Pero es que no te puedes ni
subir porque se vendría abajo y te harías pupa // - ¿y por qué? // - Porque
tiene estropeados los engranajes // - ¿Y quién ha roto loz granajez, mamá? //
Y yo que ya a esas alturas estaba a punto de quemarme a lo
bonzo, le solté algo así como ‘porque sí, porque se ha montado un niño que
tenía el cuelete muy gordo porque sólo comía chuches y lo ha roto y punto’.
- Porque ez malo, ¿a que zi, mamá? ¿A que a eze no le traen
regaloz loz Reyez malos? ¿A qué si lo encontramoz le vamoz a regañal? ¿a que zí,
mamá? // - Claro que sí, malísimo, malísmo.
Y aparentemente pareció conformarse y olvidarse del asunto
hasta que un par de calles más abajo cuando ya habíamos iniciado otras
discusiones sobre algodones de azúcar, ‘pululetaz’ y una Dora inflable y ya cuando
casi ni me acordaba de la trama del niño y el elefante nos cruzamos con un
chiquillo de unos 9 años, gordito y con cara de bueno que iba con su abuela y
nada más pasarlo, pegó un salto en el carro y se puso en pie señalándolo como
quien ve a su asesino y soltó a voz en grito
Mamá, mamá miraaaa… Eze ez el niño que ha reventao los
granajes del elefante ¿a que zí? ¿A qué ez éze, mamá? Porque tiene un culiculi
grande porque zólo come chuchez, mamá y lo ha roto él, ¿a que zí?.
Gracias a Dios, la niña cuando se pone nerviosa tarda en
arrancar la frase y el niño y la abuela ya habían doblado la esquina porque si
no me muero de la vergüenza y del trauma que podríamos haberle causado al
chaval, llamándolo gordo en su cara, eso sin contar con que la pelirroja quería
que lo persiguiéramos calle arriba para que yo le regañara por sólo comer
chucherías y haber roto el cacharro.
Así que ahora cuando pregunta le doy una ‘pululeta’ para que
tenga la lengua entretenida y me deje vivir. Que ya no estoy para estos trotes.
que bueno!a mi me pasa lo mismo me tengo que inventar cualquier historia para bajarla de los cacharros y lo peor es en el centro comercial que no puedes decir que los cacharros están roto(porque están todos los niños subidos), ni que hace frio ni nada; un horror
ResponderEliminarUff, los centros comerciales están llenos de trampas!!
Eliminar¡Me mondoooooooooooooo! ¿cómo sigue la pelirroja de sus virus varios? Ayer no me dio tiempo de comentar, pero me dio mucha penita imaginarla mocosita. Mi hija y yo estábamos pachuchas durante el finde pero debido a su afición por los jarabes "de cololes" ya está buena otra vez. Yo me apunté al antibiótico de 3 dias, mano de santo oye.
ResponderEliminarUn saludo y feliz miércoles.
Qué suerte!!! Pues la nena más o menos igual, pero yo peorrr!! jajja, no de salud sino del cautiverio y la ausencia de colegio!! jajaja
EliminarQue me vas a contar...ahora yo tengo a mis hijos, que con 5 años hablan clarísimo y altísimo (que los maños hablamos a gritos, oiga), abroncando a todos los viandantes que ven fumando: "mira mamáaaaaaaaaaaaaaaaaa, ese señor fumaaaaaaaaaaaaaaa, no se fumaaaaaaaaaa, señoooooooooooor, es muy maloooooooooooo y huele maaaaaaaaaaal" Y yo me limito a sonreir con cara de lela y decir: "niñosssssssss". Hasta que alguien me parta la cara, claro.
ResponderEliminarJajjajajaj, eso es otra!!!
EliminarUfff ya me estás metiendo miedo otra vez... osea que ahora me tengo que reconvertir en una creadora de historietas profesional para cuando empiecen a preguntar... jajaja me muero de la risa imaginando a la pelirroja señalando al pobre niño regordete.
ResponderEliminarCasi mejor que no lo hagas!! mira el resultado! jajaja
EliminarEs que tu pelirroja es demasiado espabilada!!
ResponderEliminarEsto me ha recordado a un chiste que me contaba mi padre cuando era cría:
Van un padre y su hija paseando por la calle cuando pasa una tía buena y suelta el padre por lo bajito "Que culo!". Total, que la niña le oye y le pregunta: "Papá, que has dicho?" y el padre "Nada hija, nada, que qué buho!". Y la niña "Y que es un buho papá?" y el padre le responde "Pues es un ave rapaz, que caza de noche, que tiene los ojos grandes..." y la niña le corta "Ahh, vale papá, pero los buhos, tienen hijitos?" y el padre "Pues si claro, tienen buhitos" y le pregunta la niña de nuevo "Y los buhitos, tienen hijitos papá?" y el padre que ya empieza a cansarse "Si hija sí, también, tienen buhititos" Y la cría que le ha cogido gusto "Ahhh, papá, y los buhititos tienen hijitos?" Y el padre "Sí hija sí, serían los buhitititos" le responde ya resoplando. Y la niña que no se cansa "Pápá, y los buhitititos que tienen entonces? Buhitititititos??" "CULO!! HE DICHO CULOOO!!!"
Jajjajajjajajjajaja
EliminarMe mueeeeroooo de risa sólo de imaginaros a la pelirroja y a tí en esa situación!!!
ResponderEliminarPues yo que no soy (ni he sido nunca) imaginativa, ni creativa, ni nada de nada, paso de inventarme historietas para conseguir lo que sea.
Así que una que es muy Hitler en según que cosas, la obligo a bajarse de donde sea, o a no comer chuches o a lo que haga falta con un "NO y punto".
Besucos
Casi mejor!!!
EliminarJajajajaaaa pobre niño si la llega a oir!!! Tu nena es un peligroooooo!!! Eso si, me encantan tus historias educativas ;)
ResponderEliminarSi nos oye, lo deprimimos al pobre... Ayyy
EliminarJajaja,si la pululeta me ha recordado a la putoneta que decía el mayor,era su palabra preferida,mira mamá una putoneta,quería decir furgoneta,su vehículo preferido.Yo inventos de esos para salir del caso tengo a miles,cada cual más increible eso sí,pero están dejando de dar resultado-que no cuela mamá,dice el mayor-que no me la das,dice el pequeño,así que a tomar viento la imaginación desbordante que tengo,pero me gustaba más cuando se quedaban con la boca abierta oyendome relatar alguna excusa,con la que siempre acababan convencidos y todos tan contentos.La de los churumbeles.
ResponderEliminarO sea que hay fecha de caducidad??? Ohhhh
EliminarJajajajajaja...que golpes tiene la pelirroja!!! jajajaj..eso nos pasa por no pensar que lo que les decimos a veces se puede volver en nuestra contra, que estos niños de hoy en día son más listos que el hambre. Tú haz eso, dale la "pululeta"...Jijijij. Besotes
ResponderEliminarY tanto!!!
EliminarJajaja ay q típico eso de que las historias que nos inventamos se vuelvan en nuestra contra!!!la pelirroja es simplemente genial!
ResponderEliminarA mi una vez en la playa la mayor me hizo pasar una vergüenza horrible, y eso q yo no le había dicho nada, los niños son simplemente impertinentes de vez en cuando! Yo estaba embarazadísima de la tercera y ella vio a un señor en la playa que la verdad a tenía una panza mas grande q la mía, y ni corta ni perezosa en toda su cara le suelta: mamaaaaaaa miraaaa tiene un bebé en la barriga igual que tu!!!yo no sabia donde meterme y el pobre señor reaccionó con un humor y le dijo, no hija, son las cervecitas, cuando tu papá sea mayor la tendrá igual que yo...
Un besoooo
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Pobre señor!! jajjajajja, menos mal que era simpático!
EliminarJajjajaa, ay esa pelirroja!
ResponderEliminarMe la imagino, por que algo parecido hemos vivido con HijadeEnmedio que ya se sabe que los HijosdeEnmedio son el doble de espabilados, por la doble competencia, y un día esperando el ascensor, cuando llega y se abre la puerta, sale el tipo más gordo que has visto en tu vida, vamos que se tiene que girar para salir. Y va mi peque y grita: AY QUE GORDOOOOOOOOOO!
Y el tipo, claro, de frente, la oyó.
Me fulminó con la mirada.
uyyy, qué horror!!!! jajajajjaja
EliminarEso te pasa por tener esa imaginación y manipuladora. Se te debió de quedar la cara hecha un cuadro, ja,ja.
ResponderEliminarMea culpa!! jajjaja
EliminarJajajaja. Eso te pasa por confundir a la niña inventándote historias en tu propio beneficio. Que luego todo se sabe... Ayyyy. Besotes!!!
ResponderEliminarjajaja, la historia se ha ganado el comentario! a Mi primo que de pequeño era muy malo, estaba todo el dia con el patinete de arriba a abajo y mi abuela se cansó y lo escondio y le dijo que se lo habia llevado el cura... asique cuando vio al cura le tiró una piedra por llevarse su patinete... jajaja menos mal que no le dio!
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