Vale que soy una madre asustona y eso me resta puntos de
credibilidad o al menos eso dice mi hermana, que asegura que si no fuera por
los demás, la niña parecería ‘niña de padres viejos’ que al parecer eso es una
cosa muy mala porque los niños se hacen
pavones y poco ágiles y al no saber ni caerse –aún tengo dudas con eso de
aprender a caerse- al final, un día tropiezan y se hacen daño de verdad. Y yo
asiento como si supiera de lo que me habla que para eso es hermana mayor y da
mucho terror cuando se enfada.
La cuestión es que a mí me dan mucho miedo los columpios y
creo firmemente –aunque aquí ya digo que igual no tengo mucho crédito- que
están diseñados por un Herodes actual dispuesto a descalabrar a los infantes
por las mil y una trampas que esconden bajo su aspecto aparentemente inocente.
Por un lado está el rocódromo por el que los niños acaban
resbalando y aplastándole la bota en la cara del que viene detrás, eso cuando
no lo tira al suelo -como víctima de una explosión- lleno de cáscaras de pipas y otras porquerías que encierran virus mortales y terroríficos.
Luego están los columpios propiamente dichos, que los que se
montan no tienen tanto peligro -a no se que les empuje mi padre, que es capaz de darle la vuelta entera- como los que esperan en las inmediaciones y que
se llevan más de un golpe en la frente a modo de vil castigo por su impaciencia. Mi hermana tiene una cicatriz que
atestigua lo que digo.
El balancín. Este definitivamente lo inventó el demonio. Ver
a la pelirroja en la alturas sin nada que la ate al cacharro a modo de catapulta infernal es causa de
infarto temprano maternal.
El tobogán. Bueno, este no estaría mal si no tuviera la
escalera previa donde los niños se amontonan y se empujar cual monos medicados
con el riesgo de fractura craneoencefálica severa.
El castillo. Este es aparentemente sencillo y sin peligro,
pero es el más vil de todos porque le falta una pared en uno de los laterales,
no porque esté estropeado sino porque es así, no tengo claro con qué fin,
imagino que para que no se espachurren hasta la muerte mientras sus padres
comen pipas y critican a la maestra, pero vamos que entre el espachurramiento y
la caída al vacío, pues como que no sé…
Total, que son un infierno y yo trato de no ir jamás de los
jamases, que los estados extremos de ansiedad generan muchas arrugas y en la
treintena hay que cuidarse, que ya lo dice la Vogue… Y si la niña tiene que aprender a caerse,
que lo aprenda con los demás, que yo estoy muy regular de lo mío y bastante
tengo con evitar que se suicide en cualquier rincón de la casa como para
llevarla al campo de exterminio infantil que son los parques de columpios. He
dicho.
...Y qué me dices de los areneros llenos de cáscaras de piñones susceptibles de provocar un atragantamiento...? Eh?
ResponderEliminarUn sinvivir, eso es lo que es el ocio infantil...
En Málaga hay pocos de esos, pero en los que hay puede uno pillar el ébola como poco... Lo que sí tenemos es una cosa que se llama 'volaera' y de donde salen los niños despedidos. La mar de bien.
Eliminar¡Por favor! ¿Inofensivo el tobogán? La pelirroja no ha intentado nunca subirse a uno alto, ¿verdad? Porque el Pitufo sólo quiere "el de mayores" y yo no he visto al niño en situación de mayor indefensión que cuando está de pie al final de la escalera, o principio del tobogán, haciendo la maniobra de sentarse.... ¡Me da un vuelco el corazón cada vez que se sube!
ResponderEliminarLo de los columpios y los que esperan al lado es terrorífico. Les tengo pánico.
Me salva una cosa. Mi niño no es que haya salido muy sociable precisamente (aunque esto da para un post, porque realmente luego es encantador cuando está con la gente) así que cuando ve que hay niños en un parque no quiere ir. "Mamos a otro, mamá, que aquí hay niñios y no me dejan montal-me".
Sí!!! La maniobra de sentarse es muy duraaaa!!!! Ya te digo que yo me escondo siempre que puedo!!
EliminarNo te servirá de nada. Si te salió suicida la niña da igual el parque, la sala de estar o la guardería. Y si no, cuéntaselo a las profes de la guarde de mi hijo el mayor, que han tenido que quitar todas las sillas porque la criatura se sube...aún no sé si para saltar de cabeza o para atarse a la horca...
ResponderEliminarEstos niños de hoy en día ya no le ven sentido a la vida, jajajjaja
EliminarAreneros llenos de piñones? Y los que están llenos de arena en las que hacen pis los perros?? Madre mía, qué asco...y mira que soy nomadre, pero me da un asquito ver a los chiquitines ahí...
ResponderEliminarY en el barrio de mis padres, en la zona de columpios, es donde de noche hacían botellón los quiceañeros, los viernes...imagínate la imagen del sábado por la mañana, de los columpios...hasta que pusieron vallas para cercarlos.
Y lo que nunca entenderé es el suelo ese negro que ponen, que parece como colchoncito, pero que nolo es...ahí te pegas un porrazo y te dejas la piel...yo no sé la diferencia entre eso y suelo normal....jajajjaa
Bueno, en Málaga hay algunos de terrizo que allí si te caes mueres de una infección en tres segundo. Muy divertido todo.
EliminarUf, yo suscribo todo lo que has dicho, es especial el último párrafo, que yo también estoy muy mal de lo mio y las emociones fuertes me van fatal ,ja, ja!
ResponderEliminarA no ser que sean juergas interminables. Esas sí, no? jajja
EliminarEso sí, eso si!
EliminarMi rubito, ha descubierto esta semana que puede dar un salto desde el columpio y para bajarse se tira como un paracaidista haciendo un salto al vacío y sin red.Y claro,todos los días cuando voy a recogerlo al cole, va corriendo a los columpios del patio y a dar saltos si es que no se como no hemos terminado en el hospital con puntos en la cabeza.Eso sin contar con el tobogan que esta cerrado,me dice adiós con la manita cuando llega arriba y hasta que no llega al final del tobogán no lo ves y yo siempre pienso y si se queda un día atascado en la mitad y no puede salir,si es que somos madres paránoicas,jaja.Un besito.
ResponderEliminarYo preferiría que jugara al ajedrez! jajajja
Eliminarsi, yo tambien soy una cagueta. siempre estoy regañando a su padre cuando la da muy alto en el columpio o cuando l anima a tirarse de cabeza por el tobogán.
ResponderEliminarPero miralo por otro lado, el otro dia fui a un parque de hace un monton de años al que iba yo de pequeña y eran de hierro oxidado y estan llenos de esquinas y no tenian el suelo blandito que suelen poner ahora y mira aquí estamos
Eso sí, antes pillábamos el tétanos sí o sí...
EliminarDesde luego toda la razón!nosotros vamos a una terracita q esta muy bien xq a 1 metro esta el parque x lo a podemos pretender tomarnos una coca-colita mientras los niños juegan en el parque pero hay 2 problemas:
ResponderEliminar1- Los columpios: como bien has dicho el peligro es del q espera, los pobres ahí esperando y si se mueven un pokito x la emoción, zasca!columpiazo en toda la cabeza, y tu tiras la coca cola x los aires y vas a salvar a tu retoño q esta en el suelo venga a recibir columpiazos xq el niño q esta arriba no puede parar.
2- El balancín. Ojo, no es un balancín cualquiera, ríete tu de los convencionales, este parece sacado de la calle del infierno ( la calle dnd están todos los cacharritos en la feria de Sevilla) es enorme y da vueltas y vueltas sin parar, vamos q un niño pasa x al lado, le dan un balancinazo y al hospital directo pero en ambulancia.
Resumen: nosotros ni podemos hablar, todo el mundo finge q escucha pero lo q de verdad estas haciendo es mirar de reojo al parque para comprobar q tu hijo sigue con vida.... Y al final siempre volvemos, no se, parece q nos va la marcha! Y eso q yo tengo grandes dosis de madre panderona, pero es a en el parque no se puede una dormir en los laureles, hay q estar siempre alerta!
Felíz fin de semana a todas!
www.wingsinmycloset.blogspot.com
Jajjaa, al menos, mientras se os desencajan los ojos podéis echar un buche... Yo casi nunca voy porque quedo más loca que de costumbre, pero el pater y la suegra sí la llevan y ella encantada!
EliminarEl balancin a mi me da panico por que yo de pequeña lo pobre en mis propias carnes, me subi con una niña mayor que yo y claro tenia más peso y sali disparada por los aires cai tumbada boca abajo y cuando me levante tenia la barbilla sangrandome, asi que al consultorio, cinco puntos de sutura, no le dejo subir a mi hijo ni loca.
ResponderEliminarY el tobagan cuando era más pequeño la primera vez que se subio cuando llego arriba le dio miedo y no queria tirarse me toco quitar a todos los niños de las escaleras para subir a por él (entre una que nos es muy alta 1,65 y los toboganes que los hacen gigantes).
Qué terror lo del balancín!! Nunca mais!
EliminarJajajaja. Pero si ahora los parques están como acolchados... Tienen un suelo raruno para que no se hagan daño al caer. En nuestras épocas te metías todo el rodillazo contra la tierra y, para aderezar, se te llenaba la herida de piedrecitas. Eso sí que era peligroso (y aquí estamos, mira tú). Jajaja. Un besote.
ResponderEliminarPero seguro que eso mermó nuestra esperanza de vida, ajajja
EliminarMira yo,que pensaba que eran manías mías,porque ya pasé de los 40 y esta edad es muy chunga...jajajja,a mí me tiemblan las piernas y esto no es por la edad,pero luego recuerdo lo que hacía yo a esas edades,cosas bastante peores,y cierro los ojos y ala a la suerte de la suerte,sus caídas han tenido,muchas,sobre todo el mayor que durante un tiempo era de los que jugaba al ajedrez,y caia sin gracia ninguna,ahora ya sabe caer,como el pequeño que es visto y no visto,esparramado en el suelo,yo ya pensando en urgencias,la cola que abra,y se levanta tal cual,los latidos a mil no me los saca nadie,y es cierto,eso para las arrugas va fatal.Buen finde a todas,la de los churumbeles.
ResponderEliminarO sea que sí es cierto eso de saber caerse... la de cosas
EliminarNena, tú lo quenecesitas es terapia de choque: un par de recreos en un colegio con columpios, y se te quita tó.
ResponderEliminarAna
Vaya... yo que creía que me ibas a proponer un plan con masajes y spa! jajja
EliminarmIra, yo de esto de momento me libro, pero ya miro los columpios con sospechas, no te creas..
ResponderEliminarDespués de estar algunos días fuera sin haber podido pasar por tu blog he disfrutado de lo lindo con tantas entradas sin leer!
ResponderEliminarLo de saberse caer si es cierto. Ojalá mi niña aprenda a caerse como Iker Casillas. Por pedir que no quede.
Por cierto, en los modelos de madres.. te falta la madre asustona! Esa soy yo cien por cien. Qué horror! Ahí queda mi sugerencia.
Besos Flor, y gracias por las risas.
Yo ya desde niña le he tenido pánico a los artefactos del parquecito, que acá son todavía la mayoría de metal y una hamaca-columpio metálico te abre la ceja! Pero bueno, toca aprendr con nenita y llevar árnica a todas partes para dejarla experimentar
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