Ser madre es agotador siempre y quien diga lo contrario miente o tiene una niñera filipina que además le dobla los calcetines y le limpia los refregones de zumo de la pantalla del televisor, para que cuando llegue, pueda sentarse a ver telebasura como una loca sin tener que imaginarse la mitad de la cara del invitado donde se ha quedado pegado un trozo lamido de galleta María que la niña tuvo a bien lanzar desde el sofá y que el agotamiento nivel ‘acabo de alcanzar la cima del Everest’ te imposibilita levantarte para cualquier cosa que no sea ir al baño, aunque también estás barajando la idea de sondarte para evitar esfuerzos innecesarios, que todo hay que contarlo.
Pues a lo que voy, que aunque cualquier hora es dura y
cualquier momento digno de salir huyendo a por tabaco –o a por acelgas frescas-
y no volver hasta que los niños hayan alcanzado la mayoría de edad y/o hayan
encontrado marido y esposa que les aguante… la primera hora de la mañana es sin
lugar a dudas el peor momento del día maternal, pero peor nivel ‘me va a dar un
infarto antes del almuerzo’ y si no te da es porque la naturaleza es sabia y
cabrona y lo que quiere es que ejerzas de madre unos años más.
Mis mañanas por ejemplo empiezan con los cánticos
gregorianos de Cigoto, que gusta de entonar la voz desde la cuna, sin más
pretensiones que la de demostrar talento por lo que da igual que le cambies el
culo –no por otro, el pañal, digo- que le des el bibi, que le recoloques el
chupete o que le cantes colombianas, él sólo quiere cantar y cantará pase lo
que pase.
Y lo que pasa es la hermana dando alaridos desde su cuarto a
la voz de ‘me puedo levantar yaaaaa… ¿ya ez de díaaaa?’ y aunque sean las seis
de la mañana y el despertador no iba a sonar hasta las ocho, mejor levantarse,
que como diría mi madre ‘Pa poca salud, ninguna’ y las cabezadas de tres
segundos acaban destrozándome el hipotálamo, así que a volar. Todo el mundo en
pie.
El pater que es un ‘mandao’ coge a Cigoto, mientras yo
rescato a la pelirroja de sus aposentos y nos vamos al salón a cambiar pañales,
hacer bibis, lavar caras, dientes y a veces hasta culos, obligar a hacer pis,
peinar coletas, colocar chándal cuando toca peto y peto cuando se puede ir de
civil, preparar desayuno siguiendo el calendario escolar, como si no tuviéramos
ya bastante jaleo, poner la cafetera, beberme dos litros de CocacolaZero e ir
doblando pijamas mientras el hermanísimo se pone violento, la pelirroja se pega
a la tele a ver Peppa Pig y no quiere saber nada de nadie, el pater se va
pegando cabezazos por las esquinas y yo entro en bucle de estrés para no llegar
tarde y voy dando órdenes como el sargento de Hierro con la mala cara de la
niña de The ring pero con peor pelo.
Y aunque la niña no quiere la leche ni ponerse los zapatos
ni mucho menos lavarse la cara –que parece que se la lavo con ácido-, y aunque Cigoto
se pota encima y se hace caca justo cuando vamos a salir por la puerta, y
aunque al pater le adelantan media hora la reunión y se acuerda de que lleva
barba improvisada de hipster y ha de darle solución y yo no tengo narices de
atarme la sandalia romana y voy dando correazos a mi paso, a pesar de todo, de
que pillamos todos los semáforos en rojo, de que la pelirroja no se mueve y de
que todas las ancianas con andador se colocan delante de mí en sus paseos
matutinos y no piensan dejar pasar ni al aire, al final, llegamos a tiempo al
colegio.
Y a veces hasta llegamos con el tiempo de darme cuenta de que
llevo una pinza fucsia de peluquera en el flequillo y resto de vómito cigotil en el
escote. Dios me salve cuando tenga un trabajo al que llegar a tiempo. Entonces,
sí que no podré darle esquinazo al infarto
Te lo aseguro que no da infarto, ahi puedes estar tranquila, Yo llevo 4 anos asi y no solo que el infarto no me ha dado, sino que ademas hemos llegado a tiempo todos y cada uno de los dias. Lo digo y me suena increible.
ResponderEliminarY ya veras cuando el cigoto empiece a querer ponerse los zapatos el solo :)
Yo hoy he llegado a trabajar rebozada de galleta... Y no me había dado cuenta. Al menos huele rico XDD
ResponderEliminarPues mira, casi seis años que llevo saliendo a trabajar con palpitaciones, un tic en un ojo y con ganas de embestir a alguien con el coche, y aquí sigo...Pa rato tienes, maja :P
ResponderEliminarInfarto no sé,pero vale se acerca bastante,por eso me siento en la gloria cuando no hay cole,eso de ir a contrareloj no es lo mío,ellos parece que disfrutan,guardando todo para el minuto-que no llegamos-,todo vale con tal de ir caminando (corriendo) con la lengua fuera haciendo la maratón,te deja un mal cuerpo para el resto del día.....La de los churumbeles.Si esto no es algo malo se aproxima bastante.
ResponderEliminarCómo no vas a llegar a tiempo???? Sí te levantan dos horas antes???? Imagínate sí esperas a que suene el despertador ??? Menos mal que tus niños son precavidos y luego venga quejarte ... Te he votado para el premio, eres la caña. Con tus historias me haces el día más llevadero y mis gremlins no parecen tan malos jijiji. Flor forever .
ResponderEliminarSuertuda tú que "sólo" tienes un momento de infarto, a mí me dan doblete y la hora del acueste es similar (aunque sin el nervio del que llego tarde, claro). Mi niña también era de las que se cagaba TODOS los días antes de salir a la guarde del mayor, pa más inri en invierno (invierno alemán, ojo al dato, lo que implica 3 o 4 capas de ropa más el buzo por encima), y si me esperaba sin vestirla del todo para ahorrarme un rato pues ese día se cagaba más tarde, la tía. Siento comunicarte que tienes para rato, pues mis retoños (10 y 7,5 añazos) aún no han asimilado el concepto "darse prisa". Hoy sin ir más lejos el mayor se ha puesto los zapatos (rebozados de compost/abono por sus partes bajas) y se ha acordado de pronto que tenía que subir a su cuarto a por noséqué. Os imagináis el rastro de tierra-caca, ni Hansel y Gretel. Pero como hay prioridades he pasado de sacar la aspiradora y he llevado a la nena al cole. Milagro: yo tb suelo llegar a tiempo a pesar de los semáforos en rojo y el corazón en la boca, que aquí si llegas tarde se nota mucho y me agobio mogollón.
ResponderEliminarYa me has dejado estresada para todo el día. Era esto lo que te proponías, ¿no? Besotes.
ResponderEliminarJajaja, muy divertido
ResponderEliminarPero el tipazo que se te pone de tanto andar como si corrieras la maratón, míralo por el lado positivo te ahorras el gimnasio.
Cuando se van haciendo mayores, las mañanas son más relajadas, ánimo que todo pasa!!!!
Pues yo llego tarde, muy tarde incluso, la mayoría de las veces! llevo muy mal el caos mañanero. Sobretodo cuando las noches han sido movidas. Suerte que el negocio es propio y que la guardería no va a graduármela de lo contrario empezaría a quedarme calva como nuestro pater que cada día amenaza con poner el despertador media hora antes. Cualquier día ni nos acostamos.
ResponderEliminarVida cruel.
Besos!
Has descrito una perfecta mañana de las mias... Menuda casa de locos.
ResponderEliminaraunque hayan encontrado marido y/o esposa, siempre seremos las madres, y ahí estaremos, con los nietos!!!!!!!
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