Las madres –como Barcelona- tienen poder. Mucho poder. Y no
lo digo por nosotras, que al fin y al cabo somos madres recién estrenadas y no
sabemos de técnicas de atosigamiento ni de lavado de cerebro a nivel
profesional. Hablo de nuestras madres, de las que llevan más de dos décadas
ensayando, calculando y elaborando estrategias depuradas para conseguir sus
propósitos al más puro estilo Maquiavelo pero en versión casera y maternal.
Yo, personalmente, tengo puntos de vista bastante diferentes
de los de la mamma, básicamente porque me gusta el progreso, confío en los médicos
de menos de 40 años y no veo el abismo en cada esquina, pero su poder es tal
que al final después de desgañitarme y de haber argumentado mi decisión
maternal con todas las herramientas que tengo y con cara de ‘novesqueestoymuylocadéjameenpaz’,
es verla salir por la puerta y empezar a replanteármelo todo y al final, acabar
haciéndole caso, no por ceder, sino porque de pronto me parece la mejor y más
sabia opción de todas las posibles. De locos.
Tengo una amiga que recibió la visita de su madre que vivía
fuera y que se volvió loca con ‘los grifos tan feos’ que tenía, alegando que
había que cambiarlos sí o sí. Mi amiga no sólo se negó si no que llegó al
trabajo rajando del asunto, que si sus grifos eran muy bonitos, que si su madre
se metía en todo, que si blablabla… Y así el par de días que duró la visita de
su madre, que la tenía hasta el moño con el tema de los grifos, hasta que al
tercer día, empezó a recoger para salir pronto y al preguntarle nos dijo. ‘Es
que me voy al Leroy Merlin a por unos grifos y no quiero que me cierren’… Y
cuando nos reímos y le dijimos que al final había entrado por el aro, ella se
puso seria y nos dijo ‘No, de eso nada, es que los grifos que yo tenía eran muy
feos y había que cambiarlos…’.
Moraleja, que las madres no sólo consiguen que hagas lo que quieras sino que además hacen que creas que ha sido idea tuya. Bueno, pues ésa es más o menos la historia de mi vida.
Moraleja, que las madres no sólo consiguen que hagas lo que quieras sino que además hacen que creas que ha sido idea tuya. Bueno, pues ésa es más o menos la historia de mi vida.
Así que cuando cigoto nació y mi madre descubrió que no le
habían puesto ni cristalmina ni gasa en el ombligo, entró en cólera, alegando
que aquello era un despropósito muy grande y que al niño había que ponerle algo
para que no cogiera una infección muy grande que acabara gangrenándolo entero.
Yo que soy hipocondríaca y aprensiva hasta decir basta no
voy a negar que aquella serie de alegatos me aterrorizó un poco, pero como el
pediatra me explicó los beneficios de la nueva técnica ‘quesesequesolo’ y yo
otra cosa no, pero soy de confiar en los médicos, pues aquello me bastaba. Pero
claro ahí está la mamma, mascullando y preguntándole a todo aquél con el que se
cruzaba –esto es otros pediatras, enfermeras, auxiliares y hasta a mi propio
ginecólogo- la mejor manera de secar un cordón y claro cada uno contaba la
película cómo le iba, que si nada, que si gasa seca, que si alcohol de 70, que
si cristalmina, que si unicornio albino y así en un no parar, mientras yo fingía
mirar al infinito para no entrar en bucle violento.
Pues fue irse a la mamma a casa y empezar a sentir como una
auténtica necesidad lo de la gasa y dejar a mi niño sin gasa empezó a parecerme
no sólo una osadía sino un despropósito muy grande, que una gasa en el mundo
del ombligo del recién nacido se ve que lo es todo y ya sabéis la aprensión que
les tengo a los ombligos normales, así que ya podéis imaginaros a los de los
bebés que aún son tripas sin secar. Muero.
Y para más inri, el ombligo del hermanísimo era gigante, con
lo cual nos dijeron los pediatras que más tiempo tardaría en secarse, casi como
15 días, y que incluso podía echar una gotitas de sangre ¿estamos locos? Cristalmina
y gasa, pero a la voz de ya.
48 horas después, el ombligo estaba seco y caído.
Desde entonces no hay quien aguante a la mamma. Y a mí 15 días,
cada vez me parece menos tiempo. Ay.
Conforme iba leyendo, iba pensando "ostras, el ombligo, con la cosita que le dan a Flor los ombligos". Jajajaja. Entonces al final, con gasa y cristalmina duró ná y menos...Menos mal :P
ResponderEliminar¡Besos!
Pues sí! jajjaja
Eliminarjajajja me diverti mucho con tu post, es totalmente cierto y lo peor es que vamos camino a ser como ellas :D
ResponderEliminarYo cada día me parezco más!
EliminarPor experiencia propiaby ojo!!!q esto me.costo reconocerlo!!! En cuanto a cuidados aciertan mas q los mismis pediatras!!!!!
ResponderEliminarEso me temo...
EliminarAyyy... pues mi madre es de las que da pocos consejos, más bien ninguno, será porque nos llevamos solo 15 años, la verdad es que a veces he echado de menos a una madre así, pero también está bien una que no se mete absolutamente en nada, para mi ama todo lo que yo haga le parece bien..
ResponderEliminarY con el tema del cordón, la verdad es que yo le eché alcohol que es lo que me dijeron, bueno yo no, mi marido.. a mi me daba mucho miedo hacerlo mal, así que él como buen hipocondriaco lo hizo a la perfección..
Muchos besitos
A mí me da pavor!! también lo hace el pater!
EliminarUffffffffffffff! esa relación de amor-odio con la mamma...ay! yo la verdad, soy de hacer las cosas por no escucharla :S
ResponderEliminarMuaka!
y yo!!! jajajja
EliminarHola,
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo contigo,no sé cómo lo hacen pero al final yo siempre termino haciendo lo que mi madre me dijo y a lo que yo en el primer momento me negué rotundamente.
Feliz martes
Cómo me suena... Vida perra! jajja
EliminarPues imaginate que tienes a las dos mammas, la propia y la del consorte, ambas en perfecta armonía y totalmente de acuerdo en cómo y qué tienes que hacer!!!
ResponderEliminarAl menos se ponen de acuerdo!!
EliminarEl poder de madre de una,es mucho poder,nada,que acabo sucumbiendo más que nada para poder respirar,aunque he de reconocer que en el fondo acabas viendo que algo de razón si había,por no decir bastante.Lo mejor es que hasta los churumbeles acaban diciendo aquello de-si eso pregunta a la abuela-,que ya los tiene sorbidos,pobre de mí.La de los churumbeles.
ResponderEliminarEse es el problema, que siempre tienen razón!!!
EliminarLe demos las vueltas que les demos las madres siempre acaban teniendo la razón... Y si no que se lo digan a la mía. Una bola de cristal parece que tiene, siempre se acaba saliendo con la suya, parece que ve el futuro. El post como siempre, buenísimo. Eres la mejor.
ResponderEliminarGracias!!
EliminarJiji... iba leyendo y veía a mi mamma tal cual lo cuentas!! Ahora a cabezota no me gana nadie... yo me tiré 20 días sin ponerle nada, como me dijeron los médicos (y 20 días dándole vueltas cada minuto)... je!
ResponderEliminarBesotes
Con la mía tendrías que verte las caras! jajja
EliminarJajaja. Qué gracia me hace leer estas historias. Será porque mi madre es muy rarita y nunca se mete en nada y yo alucino con esas historias que cuenta la mayoría de la gente... Una sola vez me aconsejó colocar los platos de otra manera; le dije que era mi cocina y que ponía los platos como yo quería. Dijo que tenía razón y no insistió más en el tema. Es más rara... Jajaja. Besotes!!!
ResponderEliminarQué suerte!!
EliminarSi es que la cura del ombligo, como muchas otras cosas referentes a la crianza y a los cuidados que hay que prodigarles a los peques, son modas. A unos los lavan nada màs salir, a otros a los 2, 3 o 4 dias. A veces nos dicen que hay que "impornerles" un ritmo (de comida, de sueño...) inmediatamente, otros que les dejemos a su ritmo. Nuestra generaciOn durmiO boca abajo y de lado, ahora hay que ponerlos boca arriba (aunque bueno, esto es cientifico)... Para el tema de la diversificacion alimentaria, hay infinidades de métodos... Y bueno, ya si te cambias de pais, ni te cuento... una locura. Yo creo que en vez de entrar en detalles de este tipo, lo que deberiamos hacer es proporcionar informacion de calidad y de sentido comùn normales. Por lo démàs, creo que seria suficiente convencer a cada madre de que ELLA y solo ELLA sabe qué es lo mejor para su hijo y se las apañarà para proporcionàrselo.
ResponderEliminarJa, ja, cuánta razón y cómo me he sentido identificada con la de los grifos, que mi madre tuvo la ocurrencia hace dos días de decirme que por qué no le hicimos a la niña el cuarto de baño más grande y desde entonces le estoy dando vueltas al asunto. Menos mal que mi marido me devuelve al mundo real y me recordó el porqué de aquella decisión -básicamente que la niña lo que necesita es una bañera, no un jacuzzi- pero es verdad que le damos vueltas a lo que nos dicen las mammas, aunque sean sinsentidos. ¡Qué yuyu lo del ombligo! Yo tuve la "suerte" de que me la dieron reseteada de ombligo y eso que nos ahorramos!
ResponderEliminarJajajjajajajaj
EliminarJaja ja....pensaba q era yo la única....q era la única a la q su mamma le comia la cabeza...bueno o no me la come pero a mi me parece q lo q ella dice va a misa...ja ja ja!!!
ResponderEliminarClaro!! Yo luecho, pero al final, caigo!!
EliminarPero vamos a ver, ¿al final cómo es el ombligo del nene?
ResponderEliminarque me dejas con la intriga!!!!
Jejejeje muy bueno... a mi me pasa igual igual... pero la verdad es que soy una hija bastante sumisa y cuando mi madre dice algo le suelo hacer caso y eso que ella no es nada insistente ni pesada, pero yo soy hija y madre pusilanime y con poco carácter, que le vamos a hacer...
ResponderEliminarPues imagina a la mía que además de mamma es enfermera... Eso si, no le curé el ombligo a no hijo ni una sola vez que para eso estaba ella!!
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