Odio secarme. Dicho así parece una tontería, pero secarse es
un rollo, una tarea odiosa y lo peor diaria, a la que he de enfrentarme cada
mañana.
También odio el potaje de acelgas, las almejas y el olor de
las carnicerías y muchas otras cosas absurdas, pero al menos puedo huir de
ellas y no tener que mirarlas a los ojos cada mañana como parte indiscutible de
mi rutina como el tener que secarme después de la ducha porque es eso o ponerme
la ropa chorreando cual boqueroncito de la bahía y eso no estaría bonito.
Luego está la opción del albornoz que es todavía peor,
porque tienes que esperar un tiempo muerto a que te seque solo y una no sabe
que hacer por las mañanas aún mojada y si decido pintarme o cualquier otra
tarea voy notando los chorreones de agua por las piernas y me estreso. Vamos,
que tengo que secarme aunque lo deteste.
Una vez tuve un jefe que además era constructor de viviendas
de lujo y en los baños de sus mansiones domóticas colocaba un gigantoventilador
de aire caliente sobre la ducha para secarte antes de salir sin necesidad de
toallas ni albornoz ni drama. Lástima ser pobre.
Pues todo esto viene a colación porque ser madre entraña una
serie de tareas odiosas a las que hay que enfrentarse cada día y no, no me
refiero al premio gordo de noches sin dormir y malvivir o a la falta de tiempo
personal para hacerse el muerto en el sofá o las cosas típicamente de madres…
hablo de pequeños detalles, imperceptibles para los demás, pero que a una la
ponen de los nervios, máxime si tiene que hacerla todos los días.
Yo de ésas tengo varias y trato de encasquetárselas al pater
y como no son tareas objetivamente desagradables, pues cuela, a no ser que nos
enfrentemos a una que ambos detestemos, en cuyo caso nos pasamos la pelota
disimuladamente y siempre sin confesar –entonces todo estaría perdido- hasta
que uno de los dos, viendo que no hay tutía, coge al toro por los cuernos.
Dicho esto os cuento una serie de tareas que detesto hacer
Cortarle las uñas.-
Ya sean de las manos o de los pies. Las uñas en general una vez cortadas me dan
mucho asco, casi tanto como las tiritas usadas, pero en este caso no es por
asco sino por complicado porque a la niña parece que le estoy cortando los
dedos y se pone como una histérica moviendo las extremidades como una bailarina
de breakdance mientras yo trato de atraparle algún miembro y cortar lo
suficientemente rápido para terminar con el infierno antes de que me dé un
infarto.
Arreglarle el
ordenador cada vez que se le cruje.- A veces, algunas veces, pocas veces,
la pelirroja nos deja ver la televisión tranquilos a cambio de ponerle en el
ordenador unos episodios de Peppa Pig o Little Einstein o el cd de actividades
que le regaló mi hermana y que es su nuevo tesoro, el problema viene cuando
empieza a trastearlo con el ratón y acaba bloqueándolo justo en el preciso
momento en el que tengo los pies en alto y en la televisión empiezan a contar
justo lo que yo llevaba esperando el último mes y medio.
Secarle el pelo.-
En realidad, como no podía ser de otra manera, odio secarla en general, porque es como secarme yo, pero más agachada y
luchando para que me pase el pie y la espalda y me deje alcanzar los espacios
secretos como las axilas o las ingles vetados a la toalla y a mi persona. Pero
secarle el pelo es peor porque como es pelo sano y no como el mío que es paja
pura y se seca con que me sople un asmático, tarda una vida en secarse mientras
ella trata de escaparse por el baño quejándose de que quema –aunque lo tenga en
posición de frío, que la niña es más larga que ancha- y yo pegando tirones del
cable y andando como la omaíta entre toallas, el soplón, la ropa sucia, los
mickeys, nenucos y otros compañeros de baño y el barrigón-caparazón limitando
mis movimientos ninja. Un infierno en vida.
(Continuará...)
1.gracias por recordarme que debo cortar las uñas a nenita! La tarea que además de engorrosa también me da asco.
ResponderEliminar2. Mi vecina se secaba el cuerpo con la secadoras de cabello, a ver sí te sirve el dato.O
Jajjaja, a mí las uñas me dan mucho asquito también, pero una vez cortadas! jajajja... tengo un post sobre eso preparado!
Eliminar1.gracias por recordarme que debo cortar las uñas a nenita! La tarea que además de engorrosa también me da asco.
ResponderEliminar2. Mi vecina se secaba el cuerpo con la secadoras de cabello, a ver sí te sirve el dato.O
Yo odio secarme el pelo a mi misma porque lo tengo largo y me tiro mucho rato y es un coñazo, para qué nos vamos a engañar.
ResponderEliminarMe ha hecho mucha gracia lo de que odias secarte, nunca lo había oído. Ni siquiera hubiera pensado que a alguien le molestaría una cosa tan cotidiana, jaja.
Lo de cortar las uñas a un peque...tela...
Me gusta esta sección. Seguro que nos descubres odios que al final nos contagias, jajaja.
¡Besos!
No lo has pensado, pero si lo piensas es una tarea un poco ingrata, no? jajjaja
EliminarHooola, yo también odio cortar uñas. En invierno de hecho, las de los pies se las corto 1 o 2 veces (en serio). En marzo de este año, fuimos a la playa un día y el capullo se mojó los pies, le quité los calcetines y se los tuve que poner otra vez mojados, para que no me lo quitaran los servicios sociales. Mae mia, que vergüenza!!! Besos!
ResponderEliminarJajajajjajajaa
EliminarJajaja, las uñas de los pies de mi enano de tres años crecen tan vertiginosamente que hoy se las corto y mañana ya parecen mejillones. No odiaria cortarle las uñas de los pies si no fuera porque al igual que la pelirroja, baila breakdance, la danza kuduro y artes marciales, todo a la vez mientras berrea y grita como si le estuviera metiendo astillas entre las uñas en lugar de cortárselas. La niña, de 5 meses, increiblemente es otro cantar, pasa olímpicamente de cuando le corto las de las manos y las de los pies sólo se las he cortado una vez y porque me daba vergüenza pensar que aún no lo había hecho, ¡pero es que no le crecen!.
ResponderEliminarRespecto al secador, mi hijo lo mismo, así que cada noche tras la ducha (que también odia) y el secador, por los gritos los vecinos deben pensar que somos una secta peligrosa que torturamos al niño siempre a la misma hora.
A la pelirroja también le crecen muy rápido!!! Con lo que nunca terminamos con el tormento! jajaja
EliminarNunca lo había pensado así objetivamente como algo concreto que odie... pero cierto es que odio secarme!!! nunca lo había pensado así conscientemente!!!!!! que fuerte... es verdad que es un rollo.. yo hago un maxi mix albornoz toalla. Me planto el albornoz y mientras con la toalla seco caras piernas y pies.. y luego ya el resto del cuerpo está algo más seco para cuando le paso la toalla a gigantobarriga, axilas, espalda y brazos.
ResponderEliminarPero vamos, daría cualquier cosa por un invento de secado ultrarápido como el de tu jefe constructor!!
Besos!!!!
Jajjajajjaja, es que hay cosas en las que no pensamos pero que son tareas muy chungas! jajja
EliminarLo de las uñas sí que es un rollo. Sobre todo las de los pies! A mi hija también parece que le estoy amputando varias falanges en lugar de las uñas. Las de las manos lo tengo más fácil porque se muerde las uñas... y claro, no se las corto porque siempre están cortas, excepto la del dedo gordo que esa no le da por mordérsela. Le doy el mítico "Mordex" para intentar que le sepa mal cada vez que se mete una uña en la boca pero no hay manera, ni con ese potingue asqueroso consigo que no se las muerda. Y la verdad, al final es tan cómodo no tener que cortarle las uñas que no me parece tan mal vicio...
ResponderEliminarClaro que noo!!
EliminarEs la primera vez que escribo un comentario en tu blog, que por cierto, me parece muy divertido.
ResponderEliminarLa verdad es que secarse es un rollo pero peor sería no hacerlo e ir con la ropa mojada y pegada jajaja.
Un beso.
Visto así... jajjaja
EliminarA mí me da pereza pensar en lo que me queda por hacer al entrar en la ducha: pelo, cuerpo, otra pez pelo, toalla, crema en cara, crema en cuerpo, desodorante, etc., así todo hasta salir por la puerta del baño y caer en que ya he acabado, no es para tanto! (felicidad), sí, pero mañana otra vez... (mierd...).
ResponderEliminarCortarle las uñas y pintárselas es momentazo y costumbre para mí con mi sobrina (la del vestido Margarite de tu sorteo), me gusta y le encanta: escoger color, estarse quieta, poner mantita para no manchar la ropa..., lo que me aburre es tener que hacerlo siempre con La Cenicienta, La Novia Cadáver o la peli de Bob Esponja en la televisión...
Besos, Vicky.
Ufff, a mí la tele de fondo me desquicia y más si son esos dibujos chillones!!
EliminarLo de las uñas es un rollo, sobre todo con mi niño, que se escurre cual anguila gritando que dueleeeee...sin embargo la nena no se queja, eso sí, exije manicura completa, con colores variados...ains
ResponderEliminarY no sabes que es peor!
EliminarLo de las uñas ya lo tengo claro,es defecto de fábrica,los dos temen al cortauñas como si lo cargara el diablo,más que acostumbrados debían estar,es tarea de día si,día no.Del secador ya paso,llevan el pelo corto y me libro.Del resto es matemático,sentarme yo,en plan relax,esperando cinco minutos de gloria y pedirme algo que no pueden coger,he pensado en colocar todo a su altura,varios vasos de agua llenos,comida variada para según que horas,juguetes que están arriba por no usarlos tanto y justo se acuerdan de ellos en mis cinco minutos,que ya me levanto,no me vuelvo a sentar,total....La de los churumbeles.
ResponderEliminarYo también hago algo parecido! jajjaja, pero siempre se acuerda de algo!!
EliminarEl tema uñas es muy problemático.. mi Principito es como tu pelirroja y me pongo de los nervios pensando que le voy a desmembrar en uno de sus arrebatos.
ResponderEliminarLa Princesita solo tiene 5 meses, los mismos arrebatos que su hermano pero deditos muuuucho más pequeños.. Por el bien de mi estabilidad mental me he pasado a la lima y vamos trampeando bien el asunto, de momento.
Lo de secarse me parece muy curioso. Mira que somos raritas a veces!
Jajjaja, a mí las limas me dan una dentera!!
EliminarEs cierto que lo de secarse parece una cosa minúscula y no es que lo deteste, pero no me gusta, es como desmaquillarse, otro coñazo! jajajja
jajaja lo que me podido reir cuando he leido lo de que antes te lo seca un asmatico...ya me he imaginado yo ahí soplandote el pelo jejeje que cosas...
ResponderEliminarMe siento super identificada, y me da a mi que ese continuará va a ser largo, por lo menos el mío lo es.
He de decirte, que puede que un día el suplicio de las uñas acabe, a mi hija un día se le quito la locura a la hora de cortarle las uñas...pero mi niño que es mas chiquitín aún la forma, pero con las de los pies, las de las manos no..
ajja me encanta jaja
ResponderEliminar¡Aaaay! Otra cosa más que sumar a la lista de los horrores :(
ResponderEliminarYo no sé si les pasa a las mamis preñis como moi pero mi tiempo en la ducha ha aumentado considerablemente. Más o menos, cuando tengo que lavarme la cabeza no tardo menos de ¡¡hora y media!! entre que mis pies pisan la bañera hasta que mi cabeza se ha secado completamente. Y ya no cuento cuando la que se tiene que cortar las uñas de los pies es una misma ¡qué dolor! Y es que sólo para lavar, secar e hidratar la giganto-barriga ya se van 20 minutos.
Lo que nos quedará por vivir cuando venga el ternerito...
Besos
"Se seca con que me sople un asmático". Eres genial. No puedo dejar de reír hoy.
ResponderEliminarYo también odio el cortauñas, es que se mueve como un lagartillo y no deja de moverse y puff misión imposible pero al menos no llora y digo esto porque odio cambiarle el pañal, mi hijo llora cada vez que lo desvisto y le cambio el pañal, llevo ocho meses soportando perretas y gritos cada vez que le cambiamos el pañal o lo vestimos. Todo lo que suponga limitar su libertad de movimientos es un drama. Besos.
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