1.- Si tiene usted dos niños y cada uno quiere montarse en
una atracción diferente, hágalo por turnos. Es decir, no haga como las marujas
en el mercado que piden la vez al mismo tiempo en la pescadería y en la
carnicería y se pasan el rato correteando de un puesto a otro a ver si le toca
ya, volviendo loco a todo el mundo, -incluso a mí que odio el mercado y
aprovecho ese rato para abstraerme y meditar frente a las gallinas de campo y
los filetes de de babilla- y claro, al final acaba tocándole el turno en los
dos sitios a la vez y así va la pobre mujer, al borde de la bipolaridad
pidiendo cinta de lomo al pescadero y cuatro y mitad de chanquetes a la señora
que vende el perejil. Pues lo mismo.
2.- El pitido abocinado de las atracciones indica que ya
pueden subir a sus hijos a los carricoches no que empiezan los bombardeos, así
que no hay por qué ponerse histérico,
empujando al personal cual jugadores de rugby y con el niño en alto
cogido por las axilas en volandas como si escaparan de una invasión otomana.
3.- Aunque no haya una cola física, hay una cola moral. Un
respeto. Así que cuando vea a alguien al que le faltan tres nanosegundos para
sentar a su retoño en un coche choque, queda terminantemente prohibido correr
nivel ‘semequemalacasa’, colársele por la izquierda y sentar al niño con el
tiempo justo para que cuando el otro chiquillo meta el pie ya le dé en el
hombro al suyo. Así no. Algunas madres estamos cansadas o somos vagas y no
queremos tener que matarnos a springs en cada atracción.
4.- Todo padre tiene un comodín para colarse en la cola del
servicio alegando que se lo va a hacer encima. Pero sólo uno. Repito: sólo uno.
Todos los niños de la cola –y de cualquier cola de cualquier servicio del
mundo- han avisado con el tiempo justo de ‘en los próximos tres segundos se me
escapa’, de hay las poses en cuclillas convulsionando. Aquí todos estamos en el
mismo barco. No abuse.
5.- Vale que las chucherías típicas de toda Feria son a) los
algodones de azúcar b) los chupetes de caramelo con sabor a posguerra c) los
buñuelos del Pato, pero si su hijo quiere una pasta de picapica o un paquete de
gusanitos, cómpreselo y no lo torture con un vasito de chufas. Tenga corazón.
Jajajajaaaa sabes,siempre me sorprendia la gente que llegada la feria hacen todo lo posible por quitarse de medio a otra punta del pais (o del mundo), que digo yo que la feria es la semana mas molona del año.... Pero entre q este año me toco dar un paseo pir la zona de atracciones 2 veces y entre tus posts....creo q el dia q tfnga un niño comprare billetes para el Marte con 6 meses de antelacion. O pir lo menos a Laponia q el pobre de papa noel seguro q necesita compañia en verano...
ResponderEliminarJajjajajjaa, pero no te dejará!!! Ven la Noria a lo lejos y ya están hipnotizados!!
EliminarPor lo que veo, la Feria es ideal para las madres colonas. Jajajaja. Besotes!!!
ResponderEliminarEs el paraíso para ellas!!!
EliminarBufffffff, este año no me ha tocado Feria (bueno, esta palabra para serte sincera no la utilizo, yo uso la palabra "Barracas" o sea, que nosotras "vamos a las barracas" y "nos montamos en las barracas") saturada de gente, es decir, que no he tenido que hincar codo para subir a la niña a las "barracas". Además, con mi barriga de casi 37 semanas no sería capaz. Bufffff, es muy estresante eso de andar corriendo de una atracción a otra, no estamos para estos trotes podió. Y aquí para mi lo más típico de las barracas son los churros!! Que son unas barracas sin churros? Nada, no son nada! Y mínimo tiene que caer un churro de chocolate. Que bueno!
ResponderEliminarChocolateeeeeeeeeeeee
EliminarNo quiero perderme para nada, la pubertad pavil de los herederos ligando en los coches de coche a lo choni y tu, a lo vieja del visillo entre los neones de la pista....jajajajaja
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