Si ya de por sí es difícil criar a un niño de un mes y pico
con una primogénita de tres años y medio, loca por los bailes, por la purpurina
y por hacer la croqueta en cualquier esquina cuanto más sucia mejor, mientras tú
tiras del carro y de tu sobrepeso postparto y alternas las canciones de cuna con
las amenazas en arameo, más lo es aún cuando en estos duros quehaceres de la
crianza te sobrevuelan dos madres aspirantes incombustibles (la mamma y la
pelirroja) que están siempre al acecho para acabar por desquiciarte los pocos
nervios que aún te quedan en buen estado. Los tres nervios, quiero decir.
Así, en primer lugar y con calzón rojo, tenemos a la campeona
de los pesos pesados de la crítica creativa, conocida por sus dotes de mando
militares y su perseverancia a pesar de la negativa: la mamma, capaz de
organizarte la vida en tres nanosegundos y de pelear dos horas consecutivas
para que le endiñes un biberón de agua al cigoto o peles a la pelirroja cual
varón despiojado. Y si no obtiene resultado, mañana más.
Que digo yo, que este
niño tiene frío, es que no entiendo cómo no le echas una toquillita por los
pies / ¿Porque es verano, esto es Málaga y estamos a 38 grados? / Eso qué tendrá
que ver… los niños tienen una sensación térmica de mucho menos grados -blablabla
me lo estoy inventado todo y punto- Y antes de que repliques, le ha abierto la
gasa para regurgitaciones y se la ha colocado encima. Ves, mira que tranquilo se ha quedado. Y cuando ve que el chiquillo
empieza a sudar, se la quita disimuladamente y si la pillas, dice algo como A ver que fresquito hace, pero como tú no
quieres pues se la quito…
Mira, que al niño hay
que darle agua, mucha aunque tome el biberón o la manzanilla, agua, agua ¿o es
que tú cuando tienes sed te gusta beber manzanilla? / Pero la pediatra… / Qué
sabrá la pediatra… / Igual algo tras diez años estudiando, digo yo… / Anda ya…
de toda la vida de dios –y empiezan las batallitas del abuelo cebolleta- y
antes de que pueda reaccionar le está enchufando un botellón de agua al
pelirrojo, que se tragaría hasta una botella de ron, así que mi madre me mira
triunfante y me dice ¿Ves tú? Pobrecillo,
la sed que tenía. Y el niño con el buche como Jordi Estadella me mira
pidiendo clemencia.
Que digo yo, a esta
niña nunca se le ha hecho una analítica, ¿no? Pues está muy blanca / Eso va a
ser porque es pelirroja, mamá / Qué disparate es porque tiene anemia, así que
se lo dices a la pediatra y si no, la llevo yo a Don Benito –el loco
pediatra familiar- y le hago uno, que
esta niña está débil / Mamá, si en la fila del colegio le saca dos cabezas a
cualquiera y parece la repetidora de la clase y no para… / Te lo digo yo que
no hay ná mas que mirarle a los ojos… Le faltan glóbulos rojos
¿Cómo estaría la niña
si le cortáramos los pelos? / Ni idea pero no la voy a pelar que lo que tiene
es una melenita y está muy guapa / Si, pero sudando como un pollo… / Pero mamá
eso es porque es verano y viene de correr con el primo, él está igual / No, no,
qué disparate, la niña suda más y qué tendrá que ver que corra, la niña tiene
calor… con lo mona que estaría ‘pelailla corta’
Y lo peor de todo es que llego a mi casa echando chispas,
pero a los diez minutos y sin saber cómo, empiezo a preparar un biberón de agua
fresquita y lo coloco en el bolso del niño junto a la toquilla de verano como
una autómata y antes de la cena, me escucho diciéndole al pater ‘Oye, a esta
niña nunca se le ha hecho una analítica ¿no?’...
Es que las mamis tienen muuuucho de poder de persuasión...y como se les meta algo en la cabeza, vaya si lo consiguen...jejejeje. Besotes guapa, ya de vuelta de las vacaciones y encantada de volver a leerte...Voy a ponerme al día!!!!
ResponderEliminarJa ja ja ja las madres son tremendas.Ellas no dicen nada porque no se quieren meter pero lo dicen todo.
ResponderEliminarSon unas picacráneos ja ja ja.
La mía es un taladro!! jajajja
EliminarSi.... es lo que tienen las madres. A mi me pasa igual!! Que le bufo a la mía pero luego reconsidero sus propuestas inconscientemente y, sin ningún sentido, me parece que tienen algo de razón.
ResponderEliminarTodo totalmente absurdo... Tendrá que ver con la genética, digo yo.
O el miedo! jajajja
EliminarNo sé si reírme o echarme a llorar (en solidaridad).
ResponderEliminarTe voy a dar un argumento. No servirá de nada, pero allá va. Si tu hija tiene el pelo rizado (eso me pareció entender), mala idea cortárselo cortito. No lo dominas. Te lo digo yo. Es mucho mejor tener algo de melena, que lo puedes atar, poner horquillas, pincitas etc. El pelo corto y rizado, o lo cortas cada quince días, o no lo dominas.
Buena suerte
Me niego a cortárselo, por ahí si que no paso, que yo de pequeña tenía una pinta de refugiada con el pelo corto... Y sí, lo tiene rizado y no veas lo que sufrí mientras le crecía de pequeña... algún día haré un post sobre esto! jajjaja
EliminarAsí que tienes el mismo trauma que yo!! Bien... no conocía a ninguna otra. Mi padre me obligaba a cortármelo a la altura de las orejas hasta los 14 años. Imaginate el trauma. Parecía un champiñon. Me llevaba a rastras a la peluquería y yo lloraba a moco tendido para dar mucha pena a las peluqueras y que me lo cortaran lo mínimo. Pero aún así seguía teniendo pinta de champiñon. Terrible...
EliminarAsí que ahora me niego a cortárselo a mi hija, que tiene un pelo monísimo, liso y rubio. Se lo cojo en una coleta y va ideal. Una coleta con una goma con lazo. Pero que mona va mi niña!!
También me estoy acordando de una expresión que dicen mucho en Argentina:
ResponderEliminar"¡Por favor! No me ayudes más"
Eso, eso...
EliminarPues si a mí mi madre me dice la mitad de eso, se olvida de verme (y a toda la prole) en los próximos 20 años. Qué agobio.
ResponderEliminarCoincido con Madreconcarné. Mi niña tiene el pelo rizado y llevo 5 años luchando con él a brazo partido. Si hasta nos levantamos antes para poder domárselo! Pero cuando lo trnia corto era peor, porque yo no podia hacer nada, ni peinar, ni atar, ni ná. Cagüen mi suegra por pasarle ese gen de pelo matojo...
ResponderEliminarJolin con la mamma .. La mía no protesta,y no se sí es una Pasotta ., o que la distancia ha hecho que sea más prudente no sea que me cabree y no vaya a verla.. La verdad es que no se mete en nada, todo le parece bien..al menos últimamente..además sí me da la chapa por skype la corto y luego digo que internet iba muy lento..
ResponderEliminarBesos guapa..y paciencia
Mi madre es la gemela separada al nacer de la tuya por lo que veo. A mí la mía me ha llegado a hacer llorar de estrés, de tanto darme instrucciones constantes y por supuesto, contrarias a lo que yo hacía. Bueno, y sigue, pero parece que me lo tomo con más calma...a veces...
ResponderEliminarLo de mi madre y el agua era antológico!!!! ¿en qué momento mutaremos nosotras y le diremos lo mismo a nuestras hijas/nueras???
ResponderEliminarSi es que parece que no pero los sermones de madre se nos van metiendo en el hipotálamo y, para cuando nos queremos dar cuenta, estamos abducidas. Un besote!!!
ResponderEliminarPara eso están las largas distancias... como yo digo, yo a mi madre la quiero, pero la quiero lejos y obviamente la quiero más en su casa que en la mía.
ResponderEliminarBesotes.
jajajajajajajajaja qué post tan bueno!
ResponderEliminarLo de dar agua al bebé lo hace mucha gente! Pero no le hagas una analítica a la niña, pobrecita..
La segunda parte que sea pronto, porfiiii ;)
Una buena pregunta..., ¿en qué momento exacto una de las estupideces originales de tu madre, atraviesa tu cráneo, y pasa a ser una "no tan mala idea"?
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