lunes, 22 de diciembre de 2014

La letra pequeña de la Navidad


La Navidad me está matando. Como en años anteriores desde que me di a la maternidad pero en peor. En mucho peor. Porque este año soy coja a tiempo parcial, porque este pie tullido lo mismo va bien, que se pone tonto y se me rebela y claro así no puede una entregarse abiertamente a la batalla campal de las compras y dice el traumatólogo que qué quiero, que por lo menos hasta dentro de dos meses no andaré bien. Como si yo tuviera dos meses.

Y además de esta cojera extraoficial, este año soy bimadre y no como el año pasado cuando metía a Cigoto en el carro y a volar. No. Ahora Cigoto es un ser independiente, que ambiciona hacerse con el poder mundial y esparcir toda su maldad allende los mares, dejando trastornados a dependientas, camareros y a sus consaguíneos que lo sufren en toda su plenitud. Que el otro día mi madre amenazó con dejarme tirada en los probadores infantiles de Zara, mientras la primogénita daba giros en leotardos –en solo leotardos- por media tienda –que se ve que su vergüenza es selectiva- y el hermanísimo le lanzaba botas de montaña a la cajera que las esquivaba la criatura escondiéndose tras el mostrador.

Pero no todo es cigotismo, también sufro a la pelirroja que está en plan Beyoncé y no admite que no se la escuche atentamente cuando canta por Elsa de Frozen y una se ve obligada a agudizar las trompas de Eustaquio como cuando hacía los listening de examen 1º de BUP con el miedo en el cuerpo a perder alguna estrofa o alguna de sus actuaciones memorables a leñazo limpio contra el mobiliario o sus transcendentales conversaciones surrealistas sobre los Reyes Magos o las preferencias alimenticias de los camellos en invierno. Una cosa muy de ibuprofeno.

Y todo mientras mi madre me apremia para que bajemos a comprar en una de esas sesiones maratonianas que a ella le gustan ‘que no veas el retraso que llevo por tu culpa’ –esto es, manda huevos, porque me partí el pie y no pude hacer de Lazarillo de Tormes dando bandazos con los ojitos güertos por El Corte Inglés-, o mis amigas dicen que qué pasa con las comidas de Navidad y las copas de después y la pelirroja tiene una calendario de belenes y cuentacuentos navideños y yo ni siquiera tengo una carta de Reyes que echarme a la boca. Como tengo el armario de raquítico.

Y por si no fuera poco, ahora me toca hace un trabajo manual para Nochebuena, un ‘amigo artesano’ que me inventé el año pasado para intercambiar con mi familia, cuando me invadió el espíritu navideño y la sinrazón, y que este año trataba de eludir. Así que en diez minutos libres que tenía entre la rotura de la puerta de la nevera que se me vino encima cual satirón de discoteca a la cinco de la madrugada y que ahora hay que abrir como si fuera una cámara acorazada, y limpiar la cocina para que Sanidad no nos cierre el chiringuito, decidí ponerme a hacer un huevo de chocolate.

La idea era mojar un globo en chocolate, dejarlo secar hasta que se pusiera duro y quitar el globo. Aparentemente sencillo. Aparentemente. El primero nos quedó – y uso el plural porque la pelirroja huele trabajo manual y se me adhiere a la cadera- tan fino que se partió cuando le quitábamos el globo, así que el segundo lo empapamos con una capa de medio centímetro de grosor de chocolate fondant y antes de poder posarlo en el plato, me explotó en la cara. En toda la cara. Toooooda. Y después de dejármela como si hubiera metido la cabeza en el cuenco, con los ojos pegados de pegotones, los restos del globo siguieron volando como poseídos, esparciendo pegotes de chocolate como un aspersor y dejando al pater y a la pelirroja cual dálmatas y a la cocina para que viniera la ‘maga riego’, que diría mi abuela.

Pero sin perder mi nuevo rollo slow –esto es la misma mala leche, pero metiéndola para adentro- me fui al baño a quitarme las plastas no sin antes encontrarme a Cigoto en el pasillo, que había logrado abrir tres botes de témpera y se los estaba jalando a dos manos con la cara verde manzana con trazos bermellón.

Si yo lo único que quiero es ponerme un vestido de lentejuelas, hacerme un moño italiano de señora y darme a la bebida de garrafón… Vida perra.


11 comentarios:

  1. Jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja
    Ay dios, qué risa.

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  2. Qué valiente eres, meterte con dos niños en un probador! Yo desde que nació el pequeño me limito a agarrar cosas de las perchas a ojo, pagarlas, y luego en casa ya nos lo probamos con calma (por decir algo). Si algo no es de la talla correcta ya lo cambiamos, pero niños en el probador.. jo me dan escalofríos sólo de recordar la última vez!
    Lo del globo, me sabe mal por ti pero me he reído bastante, qué pena que no lo hayas grabado porque daría para un gif brutal ;)

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  3. Si eres toda una madraza!! Haciendo globos de chocolate!!! Y las galletas de Frozen?? Eres mi ídolo, con dos niños pequeños y las cosas que te curras! Me estoy imaginando lo del globo de chocolate explotado y me parto, jajaja!! Que put***!! Y Cigoto zampándose las témperas, claro que sí, es todo innovación este niño!!! Luego hará cacas verdes y bermellonas, en la guarde van a flipar, jaja!!

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  4. Eso del huevo de chocolate no lo pruebo yo antes de que cumplan 18 jajaja que valiente eres! Y lo de ir de compras igual, por el momento me contento con comprarlo todo por internet, despues de las 10 de la noche :)

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  5. Qué arte tienes mi niña jajajajajaja...., increíble las risas que me han salido a tu costa jajajajaj...., tú te quieres pasar al bando de buenamadre y ves, todo eso tiene un precio y sale caro....El momento -retraso que lleva tu madre por tu culpa...jajajaj para enmarcarlo!!! Y como se te ocurre ponerte a inflar globos para el huevo chocolate !!??? lo que yo te diga, que te quieres cambiar de bando, eso o que el pie malo se te ha subido a la cabeza...Me alegra saber que la pelirroja sigue creciendo, cigoto con las témperas me da miedo... este niño apunta muy alto. Consejo: cambia de traumatólogo, si es necesario soborna, pero traéte el papel que ponga apta y antes de incorporarte al trabajo....disfruta de la familia así de bien, ya verás la de recuerdos que te llevarás a Balí, que mola más eso que el botellón, que éste suele dejar un resacón...La de los churumbeles. PD- hubo un tiempo no muy lejano en el que deseaba una vida más movida...ahora lampo por un minuto aburrida...jajajaja xd.

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  6. Jajajaja jajajaja me hubiera encantado verlo. Tu no conoces la palabra "miedo" , ya veo como te gustan las experiencias fuertes. Jajaja de lo mejorcito del año .

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  7. Jajajajajajajajajajajajajaja!!!!!!!!!!!!

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  8. Hola Flor!! disfruta estos días del pelirrojismo y del cigotismo en su mejor formato, mis mejores deseos para esta noche, buena, y recuerda que no hay sueños demasiado grandes....Muchos besos y sé feliz rodeada de los tuyos, te lo mereces!!! La de los churumbeles.

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  9. Acabo de encontrar este blog y es desternillante!!!

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  10. Que graciossaaaaa!me encanta este blogs.seguidora fija

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