lunes, 15 de diciembre de 2014

Las vergüenzas



Imagino que es la preadolescencia temprana pero a la pelirroja la vergüenza la invade toda. Que digo yo que es lo que tiene el pavo anticipado, que lo mismo te pides un sujetador de encaje para los Reyes, que huyes a tu cuarto a esconderte bajo la cama a mirarle a los ojos a los pelusones cuando vienen las visitas.

Aparentemente esto no sería un problema tan grave, no tan grave al menos como que Cigoto –ahora también conocido como el Pequeño Nicolás- trate de meterse en el horno hipnotizado por su luz interior o que me lance botellas de cocacola a los pies para que las esquive, como si fuera una trampa de un templo de Indiana Jones.

Pero no, lo de la pelirroja es igual de grave porque que venga tu tía a medirle los bajos del pantalón del chándal y la niña esté encerrada en el baño con pestillo y todo como si acabara de venir candiman, pues tampoco mola. Porque una a la que esto de la maternidad le saca lo peor de sí como las colas de los supermercados y las teleoperadoras incombustibles, se debate entre los diálogos civilizados para quedar bien delante de las visitas o la locura extrema nivel ingreso permanente, a través de la puerta como un negociador hasta que la niña sale, con su cara sonriente y sus ojos cándidos a saludar escondida entre sus tirabuzones sin decir una sola sílaba.

Más complicado es en la calle, que cuando alguien le dice lo guapa que es o le pregunta como se llama, contesta con un susurro como una niña en camisón llegada del más allá y antes de que le contesten, se me coloca rauda y veloz detrás de mi espalda, con la cabeza incrustada en mi rabadilla, al borde de partirme la columna, que de hecho la gente que me ve por delante y que cree que voy sola, dada la anchura vil de mis caderas, queda mitad aterrada mitad asombrada ante mis saltos espontáneos fruto de los envites de la primogénita.

Lo peor es que ahora que el frío azota la ciudad y llevo el abrigo del Hobbit conmigo, la niña se me mete dentro haciéndome parecer un centauro, con lo poco que me gustan a mí los centauros y lo poco que me favorece a la figura. Vamos, que casi la prefería cuando enseñaba el culo a los transeúntes.

PD. Que no se alarme nadie, que en cuanto coge carrerilla y pierde el pánico escénico inicial a lo Pastora Soler, atormenta a la gente con su repertorio de canciones de la madre Petra y Frozen y sus exhibiciones de presunto baile regional a ritmo de la Niña de Puerta Oscura... Ahí es nada.

8 comentarios:

  1. Ayyy pobre, le ha dado por las vergüenzas. Bueno, como la época de las bragas, ya se le pasará. Ahora te toca lidiar con esto... Y Cigoto es que me hace mucha gracia. Es un terrorista en toda regla, sembrando el pánico por casa, jajajajaja. Me los como a los dos.
    El domingo es el 5º cumple de mi mayor. Que ganas tiene!! Es la más pequeña de su clase y no lo lleva nada bien. Besossss!!!

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  2. ¿Se nos ha vuelto tímida de golpe? Esto sí que no me lo esperaba. Tu pelirroja es una caja de sorpresas. Un besote!!!!

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  3. Pobrecita!! Ya se le pasará digo yo no?? Paciencia!! Un beso!

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  4. Jo menudo cambio de personalidad! Pero es una etapa, no te agobies, la mía pasó por eso unos meses y luego volvió a su ser.

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  5. mi Violeta lleva toda su larga vida (5años) siendo así. Saluda a su ombligo (mentón pegado al pecho) en volumen -1... y la madre (yo!) tengo q estirar la sinverguenzura para responder por ella todo lo q le preguntan...
    te entiendo perfectamente!!! -_-

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  6. Iba leyendo y pensando que no podía ser...jajjajaja, pero he llegado a la PD- y ya me he consolado, yo solita, bueno en realidad el pequeño Nicolás me ha ayudado un poco, jajajaja. Yo creo que los dos tienen algo contra ti, que te van dejando señuelos día tras día, pero para mí que estos dos traman algo, muy gordo.Pero bueno, no les vas a negar que querer te quieren, y mucho, si no hay más que verlos... Las vergüenzas en esta mi casa han pasado de largo, y no veas como se las echa de menos en según que momentos, el pavo sí se ha instalado, por el volumen de maletas veo, intuyo que viene para quedarse un cacho largo, lo peor de todo es que me ha cogido sin preparación previa y no doy abasto recogiendo plumas. Un saludo para pelirroja y cigoto, para tí un ánimo, se puede!!! La de los churumbeles.

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  7. Jjaja me ha encantado eso de la lucha entre el diálogo civilizado y la locura extrema del negociador, yo me he visto en esas más de una vez. Normalmente gana el diálogo civilizado por pura presión social, pero a veces cuanto se me tuercen los tornillos hasta se me olvida que hay gente...

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  8. Reconoce que eso no lo esperabas :) Parece que en algun momento empiezan a tener una especie de censura social.. la mia paso de hacerme pasar verguenza en la calle por dirigirse a gente desconocida con comentarios de todo tipo, a decir "me siento un poco timida" timida tu ?? dejame que me ria! eso la mayor, porque la peque siempre ha sido de esconderse detras de mi pierna..

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