viernes, 10 de enero de 2014

Miedos navideños


Ya os adelantaba ayer la necesidad que tuvimos estas navidades de crear un lenguaje alternativo y altamente secreto para poder hablar de los regalos de sus Majestades los Reyes y el denostado Papa Noel para que la niña -que a pesar de su empanamiento crónico, ya anda ojo avizor- no acabara descubriendo la farsa. Pues bien, eso no ha sido más que la punta del iceberg del miedo atroz que nos ha perseguido estas fiestas y cuyas situaciones más habituales y generadoras de ansiedad paso a enumerar:

1.-  Los padres que compran los regalos con sus hijos. Esos padres. Vale que no puedo clavarles astillas bajo las uñas –y no por falta de ganas- por privar a sus retoños de la ilusión y el factor sorpresa, pero sí que puedo ponerles cara de ‘voy a reventarte la caja de los Playmobil en la cabeza si vuelves a decir en voz alta que les estás comprando los juguetes para los Reyes’ mientras las madres acojonadas como yo que pasean con sus niñas crédulas e inocentes, tenemos que esquivarlos escondiéndonos por los pasillos, como quien huye de la camorra italiana y lanzándonos a cantar por Pimpinela frente al hospital de las Barriguitas para que la niña no escuche el presupuesto que tiene cada uno de sus retoños para el 6 de enero.

2.- Las abuelas despistadas y los nopadres olvidadizos. Las abuelas que van por el mundo creyendo que nadie las oye y en mitad del silencio del salón sueltan aquello de ‘vengo estrosaíta de comprar los regalos de Reyes’ o ‘que mira, que ¿qué le cojo al chiquitillo para Santa Claus?’ mientras yo les espurreo la Cocacocazero a la cara del disgusto y trato de hacerles entrar en razón con guiños nivel cincuentón de discoteca o nivel me ha entrado un avión en el ojo y extraños cambios de conversación y miro de un lado a otro como un demente paranoico para comprobar el nivel de daños y si la situación es o no recuperable, mientras las abuelas siguen a lo suyo, enseñándome el papel de regalo en el que piensan envolverlo todo. Y luego están esos nopadres que viven felices y libres de censura pudiendo ver películas de Almodóvar a las tres de la tarde, decir palabrotas a destajo y hablar de sus inversiones para los Reyes como si los niños que creen en los Reyes estuvieran afectados por una sordera irreversible.  

3.- El poder de la omnipresencia. Que a ver, que me parece muy bien que el colegio les traiga a un Santa Claus escuálido para que le entreguen las cartas y hagan una fiesta con ganchitos y porquerías varias para que los peques se lo pasen en grande, el problema viene cuando esa misma tarde vamos a un centro comercial y vemos a otro Santa Claus visiblemente más viejo y con un traje de los chinos y que por la noche, mi tía me mande un vídeo con un tercero con barba auténtica y 200 kilos de peso y luego en Navidad que sea mi primo Adolfo el que se disfrace con sus ojos verdes y sus músculos de acero… Normal que la niña acabe mosqueada ante este despliegue papanoelero y yo me tenga que inventar mil historias para justificar las oscilaciones de peso y edad del caballero… sudando frío del mal rato y con las neuronas trabajando a destajo como si hubiera hecho un viaje en el tiempo en el Delorean a la Selectividad.

4.- Los niños cabrones. Si has descubierto que los Reyes son los padres te jodes. Deja a los demás vivir, hombre ya.

5.- La propia noche de Reyes. Esto precisa de un post propio pero sólo hablaré de ese miedo en el cuerpo de cuando estás a las dos de la madrugada envolviendo regalos como si fueras un mimo, con el corazón en la boca y mirando para todos lados por si ves aparecer un tirabuzón pelirrojo por el quicio de la puerta y justo cuando crees acabar con éxito la misión, el pater tropieza y tira una bolsa entera de caramelos sobre el parqué… y lo matarías ahí mismo si no fuera porque te está dando un infarto porque la niña ha empezado a toser… Eso sí que da miedo y no la niña de The Ring.

12 comentarios:

  1. Con los años he llegado a la conclusión de que en realidad es una fecha tan mágica que, por mucho que quieran estropearlo, no hay manera. Es tanta la ilusión que muchos ni se enteran, o siempre queda aquello de... es que los Reyes necesitan ayuda y nos han pedido que les echemos un cable.

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  2. Dos cositas; te has lucido cuidando la inocencia de tus pelirrojos y...a ver sí me envías a tu primo guapo vestido de santa para la otras navidad!

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  3. Que bueno todo..Yo también he pensado alguna vez, porque van los niños con sus padres a comprar regalos. Mi marido se viste de Santa Claus y se encaja mucho el gorro para que el peque no le vea los ojos verdes y le reconozca, se mete un gigantocojin y listo, por lo que él cree que Santa no tiene ojos, y cuando ve a alguno por la calle, dice que ese no es de verdad por ve.. jajaja Pero yo para el próximo año también quiero a tu primo por favor me lo mandas a Italia..
    Yo los regalo los envuelvo en el sótano, que ya da miedo de por si, imaginate con diez grados menos.. al menos tenemos un refugio para los regalos...
    De todas formas a mi me gustaría que en todos los países se pusieran de acuerdo con los días de los regalos, porque aquí en el norte de Italia se celebra Santa Lucia el 13 de diciembre, que es quién trae casi todos los regalos a los niños, y es una historia un poco desagradable de la santa que todos conocemos sin ojos, que cuando la vimos desfilar por el pueblo da un terror tremendo.. Luego fuimos a Bilbao que llega el Olentzero, y como es el primer año allí, pues alaaaa regalos al canto, volvimos aquí y Santa Claus ya había pasado por lo que más regalos.. y el 6 de Enero hacen la Befana que es una bruja muy fea que solo trae caramelos.. Y claro el chiquillo habló el otro día con sus primos de España y le preguntaron que le habían traídos los Reyes, y él respondió que nada, que a él Santa Lucia, el Olentzero, Santa Claus y listo... por lo que la prima se enfadó un poquito por la suerte de su primo... y él a su vez, porque los Reyes no habían pasado por aquí...
    Menudo rollo que te he contado.. jajaj
    Besos

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  4. Jajajaj qué bueno! Me encanta en punto No.4 ;-)
    Besotes y feliz viernes!

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  5. Los niños cabrones son lo peor...deberían penalizarlos por bocazas sin regalos de Reyes durante la siguiente década >:(

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  6. Mi hijo de 4 años cuando le dije que iban a ir los Reyes Magos al cole me miró muy serio y me dijo: "Pero, mamá, ¿los de verdad o los disfrazados?"

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  7. Jajajaja. Yo fui niña cabrona, lo admito... Besotes!!!

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  8. Muy bueno,la de cosas que se nos pasan por alto,el correr en esas fechas es lo que tiene jajja.Aunque el mayor ya ha caído de la cosa esa,a comprar voy sola,el factor sorpresa no puede faltar.En cuanto a los múltiples papás noeles y reyes,son ayudantes,pero siempre te sueltan alguna,-y a mí porque siempre me toca ver al más disfrazado???,pregunta de churumbeles.Y aprovecho para protestar por el rey negro,que hoy hay negros en todos lados,que el pintado no cuela ni pintado,que ves cuellos blancos leches,a esto imposible atajar con lo de ayudante.La de los churumbeles.PD-yo no fui niña cabrona,aunque recuerdo que la lengua me picaba mucho jajjajja.

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  9. Muy Bueno!!!! lo que me he reido.... Yo todavia la llevo conmigo porque no se entera, es muy peque, al año que viene sera otro cantar!! Yo me entere de toda la farsa por un niño cabron :( Lo que seguro merece un buen post son las historias para no dormir que nos cuentan las madres cuando llega esa edad donde cuestionas toda la farsa porque es mas que evidente y tu madre te dice unas gilipolleces que son todavia peores que en si la farsa para que sigas creyendo. Yo todavia recuerdo las historias en plan " Harry Potter" que se montaba mi madre para que mi hermano no sospechara.

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  10. Ayyy, yo nunca pude creer en los reyes porque me lo contaron todo desde el principio, pero nunca le dije nada a los otros niños...en realidad me sentía hasta especial por saber algo que ellos no sabían, y me sentía como que yo formaba parte del ajo igual que los adultos. Sin embargo le chafé a una amiga sin querer lo del ratón perez

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  11. A esto te tengo que contestar...estoy totalmente de acuerdo contigo y yo que pensaba que la neurotica y rara era yo.me da ansiedad pensar en mi cuando en medio de un conversacion alguien dice algo que no debey yo grito cual loca sin venir a cuento.
    Nosotros no la llevamos al cole el dia que hacen lo del papa noel,preguntas que me ahorro y si ve alguno por la calle le decimos que es disfrazado.
    Pero lo peor fue la vispera de reyes,donde todo el mundo esta en la calle con bolsas y regalos y preguntando si te queda algo que comprar arrrrrggggg.nosotros encarcelados en casa ese dia hasta la hora de la cabalgata.

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  12. Odio a los niños cabrones. De verdad, que los detengan!!

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