martes, 18 de febrero de 2014

La gira


Ya os dije yo que la afición de la niña por el baile no era cosa buena, que en esto de las aficiones infantiles hay que tener mucho cuidado, que no es como si a la niña le diera por estudiar lenguas muertas, porque mire usted, de ahí hasta podríamos sacar provecho si no para traducir obras de Homero y Cicerón, al menos para llevarla a la tele y forrarnos luciendo a la nena y su afán por las declinaciones como si fuera un ornitorrinco que sabe hacer punto de cruz. Que las rarezas se cobran a precio de oro, oiga.

Pero en lo que se refiere a las aficiones normalitas, las de toda la vida de dios, pagar los veinte euros de mensualidad es abonarse a la mala vida, que eso de que te quiten al retoño dos o tres horas a la semana se paga y muy caro.

Y es que hace unos días, la pelirroja llegó diciendo que ‘muy prontízimo’ iba a ‘actual  muchaz vecez’ y que para ello tenía que hablar con la seño bailaora para pagar nosécuántos euros por un conjunto flamenco para que la niña diera el golpe como si fuera una guiri trasnochá en la feria de Sevilla.

Por su puesto, obvié el tema de que la pseudoequipación de bailaora especial para la actuación me iba a salir por un ojo de la cara -y mira que he renunciado al bolso de estampado de labios de Bimba y Lola, que encima estaba de rebajas y me quitaba el sentido de la orientación de lo bonito que era- y me centré más en esa presunta gira que la niña me anunciaba con los ojos como platos y la mandíbula desencajada de la emoción y me vi cual madre de la Pantoja de pueblo en pueblo, llevándole las castañuelas a la niña y guardándole el mantón para que una vez sobre el escenario diera dos taconazos descompasados, un par de traspiés y para casa a ensayar el próximo espectáculo y yo con las ganas de vivir por el suelo, arrastrándome de agotamiento y empujando el carro del hermanísimo, más conocido como el anticristo en la tierra.

Por suerte, las otras madres debieron de ver en sus cansadas mentes la escena tal cual la vi yo y al final el traje de 90 euracos se convirtió en una cutremalla de seis y la gira provincial en una actuación concreta y puntual, a la que ya se me ha apuntado media familia como si la niña fuera una estrella del baile y fueran a perderse el Azabache.

Mi hermana, por el contrario, no tiene tanta suerte y cada sábado a la amanecía me manda fotos por guasap desde la grada del campo de fútbol que toque para que el primísimo pueda darle a la pelota con el mismo arte con el que baila mi niña, mientras ella hace como que vomita para dejarme claro lo mucho que le gusta madrugar para este fin y para, de paso, codearse con madres y sobre todo, padres fervorosos que se matan vivos porque sus niños metan goles como si aquello fuera la final de la Champions.

Y yo antes les criticaba por meterles presión a los chiquillos y por hacer como si fueran ellos los que juegan el partido aunque ahora comprendo que las pobres criaturas no tienen más remedio que acabar mimetizándose con el entorno y hacer como que les importa que un niño de cuatro años que se saca mocos, meta o no el gol de la victoria porque quejarse tres horas del coñazo de pasar un sábado en el campo de mala muerte de un colegio de extrarradio es todavía más duro…

Yo por si acaso ya estoy haciendo las pancartas y preparando un club de fans para la pelirroja, que igual si finjo que me apetece vivir la turné, acabo emocionándome y todo. Anda que no.

14 comentarios:

  1. Cuanta razon! las actividades extraescolares son un "sinvivir"!!!!!
    Yo tengo tres y no veas que findes mas completitos....y durante la semana un planing que hay dias que temo olvidarme a alguno en algun sitio (bueno casi a pasado...) en fin que los papis no tenemos mas vida social que campeonatos-festivales-exibiciones-cumpleaños todo planazos :(

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  2. Pues desde que en ésta casa hace cinco días entró la escarlatina y todo son fiebres, malestar, no dormir y mil cosas más, cualquier plan de llevar al peque a campeonatos, extraescolares o lo que sea me parece genial.. que tantos días aquí encerrada van a acabar conmigo..
    Besos

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  3. Sí, sí... Pues tú vete preparando para lo de los partidos de la amanecía...Que cigoto nos va a salir futbolero como el primo... Al final va a resultar mejor tener niñas, que al menos lo del baile es menos aburrido que ver a una panda de niños jugar al fútbol. Tu hermana es de las mías; yo también haría como que vomito si tengo que ir a ver un sábado tempranito a mi niños jugar al fútbol, jaja

    Besos!

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    1. Y no puede jugar al tenis para parecer un niño de bien?? Andaaaaaaa

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  4. Yo de momento me voy librando de esas historias, aunque ya tengo pensado apuntar al Mollete a hípica en cuanto cumpla los cuatro años, lo bien que me lo voy a pasar!!

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  5. Jajajaja. A mí de pequeña me encantaba eso de las actuaciones y los festivales de fin de curso y todas esas cosas... Aunque, visto a la distancia, creo que hoy voy a llamar a mi madre para manifestarle toda mi admiración. Un besote!!!

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  6. Jjajaj,arriba ese club de fans, que ya verás que bailoteo se pega, ya veo yo a cigoto con pancarta y todo, esto va a ser de post.Las actividades es lo que tienen, traducido nada bueno, pero hay que dejarlos ilusionarse con algo,aunque se nos haga mucho,eso sí, pregunto a menudo-pero tú quieres ir a eso???, si no te convence lo dejamos y listo, por supuesto su ilusión aumenta al mismo tiempo que mi pregunta.La de los churumbeles.

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  7. me has hecho buscar el bolso malona

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