jueves, 20 de marzo de 2014

Los juegos virtuales y otros estreses

Nunca he entendido por qué los juegos de ordenador o consola o incluso los de maquinitas de mis tiempos mozos –que iban a pilas y pesaban dos toneladas- son tan desasosegantes, vamos, que le entra a una una ansiedad muy mala a los tres minutos de estar partiéndole la cara a la sacerdotisa y echándole unos polvos mágicos al mismo tiempo para que se ponga azul y se evapore antes de que le llegue la bola que cae del cielo y que la convertirá en superpoderosa y te eliminará para siempre.

Y eso mientras la barrita de la vida va bajando frente a tus ojos y se te acaba la poción y todo es estrés, como si fuera una cuestión de vital importancia el que logres hacerle el alacrán al luchador ruso, o que encuentres el portal para pasar de nivel y poder comprarte el hacha de enano o encontrar a la princesa que está a punto de ser devorada por un dragón de tres cabezas… como si no tuviera una bastante con el trabajo, la casa, los niños y hacerse la manicura para no parecer una fulana londinense o una moderna, como para estar preocupándose del mundo virtual.

De hecho, recuerdo que para mi Comunión, me regalaron una maquinita en la que un muñeco con muy mala cara tenía que estar continuamente moviendo los cordeles de un tendedero para evitar que las gotas de lluvia que caían, mojaran la ropa. Un juego muy marujón y muy de querer sacarse los ojos porque además había unos pájaros malignos que te movían los cordeles para que perdieras. Un infierno, vamos.

Bueno, pues ahora resulta que la pelirroja ha encontrado una página web de juegos en los que hay que cuidar bebés. Bebés muy malos y muy porculeros, casi como los de verdad. Y la pobre criatura se pasa el día cambiando pañales virtualmente pestosos –esto lo sé porque sale un humillo verdoso-, dando biberones a destajo e incluso acariciando con una gigantomano tipo familia Adams a tres retoños a la vez con la suficiente rapidez para que no llore ninguno y cuando aún así lloran, hay que averiguar si lo que quieren es un biberón o una papilla o jugar con un oso estropajoso y si no aciertas con lo que necesitan, lloran y lloran cada vez más alto hasta que te vuelves loco o acaba la partida.

Así que tengo a la pelirroja hiperestresada con esta nueva maternidad virtual que se ha buscado y ayer al mediodía, mientras yo trataba de adecentar el salón y ella le daba al instinto maternal, de pronto la escuché golpear la mesa con el ratón y gimotear en plan se acerca el drama pelirrojil. Pero en lugar de arracancarse a llorar, vino hacia mí con las manos en alto y haciendo pucheros: ‘mamá ez que nunca eztán conteztoz y ziempre quieren una coza y luego la otra coza y la otra y ez que no me da tiempo y ez que ya eztoy canzada y no puedo máz y nunca ze termina… Ez que tú no lo zabez mamá porque no haz jugao pero ez canzadízimo, de veldad’.

Criatura.

16 comentarios:

  1. Gracias, porque me has sacado una carcajada mientras desayunaba, y lo necesitaba para enfrentarme al día.

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  2. jajajajajajaja, buenísima tu niña. Conozco esos juegos, mi sobrina está enganchada y es un poco insoportable, sí.

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  3. Mamma mia, me recuerda a la mamma de un de un niño de karate que se tira allí la hora completa con la tabla, dando de comer a animales de juegos varios, para que no se le mueran.. jajaja
    La pelirroja está descubriendo lo dura que es la maternidad, hazle chantaje con eso..
    Tienes buena memoria, porque yo tambièn tuve una maquinita pero ni recuerdo de que iba el juego.. Imagino que a partir de cierta edad todo se olivda.. jaja

    Besos

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  4. Jajajaajajajaaa, la mía igual y encima cuando ya no puede voy y se lo hago yo, como si no tuviera suficiente con cuidar a los de verdad, ahora me añaden bebes virtuales y pous...

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  5. Por Dios bendito, que no lo descubra mi hija, o mi vida será un infiernoooooooooooo

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  6. Dios qué horror querer enfrentarse a la maternidad a esa edad tan temprana, aunque sea todo virtual....no entiendo a las niñas que desde muy pequeñas andan con cochecitos y bebés, cocinitas y demás, por qué las preparan desde ya para querer eso??? Yo cuando era chica le arrancaba la cabeza a los nenucos y me gustaba jugar a ser niño, quería mear de pie como mi padre y rompía las bragas en el intento jaja todo menos jugar a ser mamá! Habrá tiempo para eso....

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  7. Ay los juegos!!!! sobre todo esos que son en tiempo real pppffff.. no le gustan esos de maquillar y vestir modelos ? Me parece que estresan menos..

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  8. Jajajaja. Claro, si es que tú no tienes ni idea de lo que tiene que estar pasando la pobre... Besotes!!!

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  9. lo de ser mamá a edad tan temprana, aunque sea de manera virtual, me parece excesivo, por eso no me han gustado nunca los videojuegos, el nivel de estrés y ansiedad que provocan son brutales,
    cada vez más a menudo veo en cafeterias y restaurantes a niños,
    más mayores que la pelirroja eso si, enviciados con las dichosas maquinitas, sin prestar atención a nada más que a esos aparatejos infernales, con lo bien que me lo pasaba yo de peque con mi hermana o mis primos jugando a la pelota, al pañuelo o a pollito inglés, todos esos juegos se están perdiendo, una pena...

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  10. Jajajajajaj..tú lo has dicho, criatura...
    Caundo sea mayor y se lo cuentes se va a morir de la risa!
    Besotes guapa!

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  11. Y lejos de que esos juegos les hagan concienciarse con nosotras, sufridas madres, de lo duro de la maternidad...nos hacen sentarnos a su lado para completarles la tarea. Eso o el monitor roto de un ratonazo.
    Estoy de los "juegos hazel" hasta ahí mismo.

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  12. La mía está enganchada junto con su padre a un juego en el que va ametrallando abuelitas por la calle vitual, así que casi prefiero ese juego de cuidar bebés de tu pelirroja :)

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  13. Jajjajaj, supongo que le contestarías - así es la maternidad mi niña, así mismo, porque que bien lo ha descrito y ella solita jajjajj.Yo reconozco que estuve con el supermario una temporada, empiezas un poco por probar y al final te dan ganas de sacar al fontanero de la pantalla y enseñarle a saltar como es debido, ahora me he hecho abuelita, que los churumbeles mucho Pou y mucho My Boo pero me toca a mí cuidarlos, que está claro que estos dos de paternales no tienen nada desarrollado, acuerdate mamá, de darles de comer y no se te ocurra bañarlo con la nube de regar las plantas, tiene que ser con la ducha, todos los días lo mismo, yo los inflo a comida a ver si tengo suerte y revientan....La de los churumbeles.

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