jueves, 24 de abril de 2014

El paletón y otras amenazas


Los dramas, como las guerras, comienzan a fraguarse mucho tiempo antes de que la cosa se ponga fea y generalmente por un motivo aparentemente nimio y absurdo, pero que es el causante de todo mal. En mi caso, el detonante de esta nueva vuelta de tuerca a mi estrés/malvivir maternal lo tiene un incisivo. Una paleta. Un paletón de toda la vida de Dios. Que me trae por el camino de la amargura.

Y es que Cigoto con esta ansiedad tan mala que tiene por hacerse un hombre de bien y dejarse mostacho más pronto que tarde, está como loco con el crecimiento y además de estallar bodies y pijamas, está que vive sin vivir en él, acumulando calcio a escondidas para echar toda la dentadura más pronto que tarde y ponerse una boca como la de Masiel antes del primer cumpleaños.

Igual todo esto me parece tan prematuro porque la pelirroja, que había gastado todo el calcio en la gigantocabeza que lucía de bebé –que estaba dura como una piedra desde que nació, sin fontanela ni perro muerto-, no mostró su primer diente hasta el año, que estaba yo por comprarle una dentadura postiza y pegársela con Corega de lo preocupada que estaba con el asunto. Así que el hecho de que Cigoto ya esté metido en vereda con los paletones me parece, cuanto menos, innecesario.

Y es que claro, si le sale del tamaño del de Bob Esponja como el que le salió a la hermana, que por la punta que asoma tiene toda la pinta, lo normal es que le duela nivel se me está rajando media encia y mire usted, yo lo entiendo y hasta lo compadezco, pero ¿de verdad es necesario que duerma sólo tres horas seguidas para congraciarme con mi vástago? Pues mire usted, no. ¿Y es necesario que lo tenga berreando a cada rato, penoso y porculero? Pues mire usted, tampoco. ¿Y babeando nivel diluvio universal que tengo que cambiarlo cada tres segundos y llevar un maletón como si me fuera de campamento cada vez que bajamos a la calle? Pues no, tampoco.

Y por si eso no fuera poco, ayer mismo mientras le daba un trozo de quesito, me pegó un bocado con el prepaletón en el dedo que casi me lo amputa. A mí. A su madre. Y con mala uva. Como si fuera una rata rabiosa. Que igual es que tiene ansiedad por los lácteos como la hermana y se volvió loco o igual está avisando de lo que se me viene encima cuando a toda su maldad pelirroja y a sus cuatro neuronas de bebé, se le sume una dentadura de piraña.

Definitivamente, esto se va a poner muy feo. Y el paletón es sólo el principio.


11 comentarios:

  1. No eres la única a la que han mordido , yo le di el pecho hasta los ocho meses y con ese tiempo ya tenía cuatro dientes y la última vez que lo amamante me mordió el pezón, a mí, a su madre y con mala leche porque estaba cabreado y yo intenté calmarlo.....¡cría cuervos! Ahí fue cuando dije¡¡¡ ya no hay más teta que valga ,que las recupere tu padre que tú ya te las has apropiado bastante tiempo!!!! Jajaja y tan felices los tres

    ResponderEliminar
  2. Manzanilla con dos hojitas de hierbaluisa. Eso da sueño al bebé más llorón. Y si corres el riesgo de quedarte sin pezón...sacaleches y a darle la leche materna en biberón :)

    ResponderEliminar
  3. Jajaja! Pobre Cigoto! Oye, hay baberitos muy monos triangulares que son para las babas, parecen pañuelos y así no hay que cambiarles la ropa cada dos por tres..

    ResponderEliminar
  4. ¿Ya están aquí los dientes? Qué carrerón lleva, ¿no? Besotes!!!

    ResponderEliminar
  5. Pobrecito cigoto, si es que la salida dental es cosa chunga, bueno supongo que dependerá del niño, el depende tiene siempre mucho peso jajjajj. Yo no puedo darte muchos consejos, los míos se calmaban mordiendo ropa, así que les preparaba unos buenos pañuelos y a roer, de paso al ser grandes absorbían bastante bien la baba, un problema menos.Tú intenta comprender a cigoto, que dicen que eso duele mucho, ya te queda luego un motivo para que te comprendan a ti, este consejo sí puedo dartelo, te aseguro que funciona, sin depende. La de los churumbeles.PD- un achuchón, de cariño, para cigoto, se lo ha ganado.

    ResponderEliminar
  6. Que quieres que te diga Flor, amí los tres, LOS TRES!!, me han mordido en los pezones cuando les daba la teta (eso me pasa por ser más papista que el Papa y darle teta hasta los 2 años)...

    ResponderEliminar
  7. Uy, mejor prontito que tarde... que si a la pelirrojilla le salieron tan tarde, seguro que le dolió y ya se quejaría más... Pero digo yo que si son bebés, no tendrán las encías tan duras y además si se pone roncha (lloron), y vienen visitas, pues le puedes echar las culpas a los dientes... Pobrecitos!!!
    Yo me acabo de incorporar ahora al trabajo porque el nene cumplió ayer los cuatro meses y mi suegra ya me asegura que pronto le saldrán los dientes porque babea mucho y se lleva el puño a la boca... ay, qué rico.... Y probablemente tenga razón, porque a mis otros niños le salieron entre los seis y los ocho meses...

    ResponderEliminar
  8. Pues yo debo de ser la dueña del Vaticano...tiene casi 4 años y de vez en cuando, se echa un traguito de la teta.

    ResponderEliminar
  9. ¿me permites un cosejito? pelalé una zanahoria y dasela enteera, que la pueda agarrar verás como le calma.
    Besotes.

    ResponderEliminar
  10. Es la ansia láctea, claramente. Le pierden, al pobrete. No ves que necesita calcio para sacar todos los dientes? Y lo de morderte pues hija, comprendele, le ha salido algo en la boca y su instinto le dice que tiene que usarlo. Con el tete y los biberones pues no hay mucho pa morder...así que está claro, si le metes algo más duro que un quesito en la boca lo morderá! Yo que tu le daba una hueso de cordero. No es coña. La mia me muerde el dedo con las encías con un ansia que no es normal, la proxima vez que hagamos cordero asado le doy un hueso y que roa. Ni mordedores ni gaitas!

    ResponderEliminar
  11. jajaja , que grande eres Flor ... mi peque con nueve meses ya va por el octavo diente, y sin enterarnos, ni se ha quejado, ni nada, es un bendito , y lo de los mordiscos me suena.. jaja Besos

    ResponderEliminar