La pelirroja es muy floja. Pero floja niveles extremos, de ésas
que tienes que grapar en la silla para que haga los deberes o amenazarla con raparle
la cabeza como Caillou para que acceda a recoger la tapa del yogur que disimuladamente
ha tirado al suelo y lleva pisando media hora para que no te cosques.
Sin embargo, para todo aquello que no sea trabajar o que no pueda
ser considerado una tarea, la nena es hiperactiva, pero hiperactiva nivel ‘que
alguien me dé tres red bulles para seguirle el ritmo’ y además, pesada, mucho,
pesadísima, que no te deja apartar tus pupilas de las suyas ni cuando ya no te
quedan biorritmos que mantener.
Así desde que se levanta por la mañana con los pelos de
mendiga rebelde ya está preguntando cuál es el plan, como si fuéramos el Equipo
A, porque un día sin plan es como un día perdido en el mundo pelirrojil.
Una que ha aprendido a base de intentos ilusionantes y
fracasados que un día encerrados en casa es los más parecido al infierno,
siempre tiene un plan en la manga y aboga por un día playero en familia, con el
hermanísimo masticando arena o trepando por las sombrillas como un mandril histérico,
el pater muriendo de hipotermia en el agua con la pelirroja y una misma
tratando de fingir que es una no madre y tumbarse en la hamaca aproximadamente en
los cuatro segundos libres en los que nadie se ahoga, nadie se escapa rumbo a
Marruecos, nadie se achicharra los hombros o nadie la reclama para ver un precioso
banco de pececitos que en realidad es una manada de medusas violentas.
Y si no es ir a la playa es ir de museos a fingir que somos
una familia culta y gafapasta hasta que el hermanísimo amenaza con descolgar un
cuadro de dos metros cuadrados o patear la peana de una escultora y tenemos que
salir por patas antes de que a la vigilante le dé un ictus.
También podemos hacer plan de tiendas y McDonalds y dejar
que el pelirrojo vaya abriendo probadores y encalomándose a las estanterías
para dejar la nueva colección como la zona de rebajas, mientras la primogénita
me llena la shopping-bag de trajes de fiesta para probárselos todos. Todos.
Y cuando una llega a casa a las cuatro de la tarde con el
terral raspándole el cogote y ganas de pedir la inyección letal, el hermanísimo
se mete en la bañera, vestido y todo -que él es un señor- y abre el grifo para
que la alcachofa se vuelva loca en plan aspersor del infierno y me moje hasta
el endometrio. Y apenas me doy la vuelta y tengo a la pelirroja con el monopoly
en la mano y quien dice el monopoly dice el Party o las cartas o la tablet o el
ajedrez o el mister mind o cualquier otro instrumento de tortura con el que
perder horas de vida con sus fullerías y su incombustibilidad mientras el
hermanísimo se come los dados o arrastra el tablero en plan protagonista de
Hermano Mayor y en mi casa se lía en conflicto de Oriente Medio.
Y si una cede y juega, estrosaíta viva, al Party y se deja
ganar -porque si no, hay segunda parte-, pensando que con eso ya ha cumplido,
va lista. Siempre hay un trabajo manual pendiente, un nuevo juego que aprender
o una historia de cuatro horas que escuchar. La cuestión es ocupar el tiempo y
matarte en vida y cuando ya lo has hecho todo y planeas tirarte en el sofá a
ojear una revista aparece con el libro de cuentos de dos toneladas a sabiendas
de que al tratarse de leer no vas a decirle que no y te ves leyendo a medias el
Rey Midas o Las Zapatillas Rojas con la tristeza infinita que te dan y el libro
clavado en los pulmones, un viernes cualquiera a las nueve y media de la noche.
Y no se te ocurre un plan peor. Exceptuando un día en la Feria, claro, que es como el
holocausto maternal.
Por cierto ¿sabéis que ya es Feria en Málaga? Y sí, mañana
vamos. A no ser que mis plegarias sean escuchadas y lancen la bomba atómica. Qué
queréis que os diga… de ilusiones también se vive.
Naiara dijo...Alaaaa que de planes chachis... y cuentas que aguantas todo el rollo patatero de la pelirroja?? Yo no soy capaz, termino cortándole el rollo porque creo que si le aguanto todo, me muero. Lo de la playa es agotador, no sé como te atreves....bufffff.... con lo que baja la tensión ese calorazo!
ResponderEliminarÁnimo en la Feria, seguro que le pasaréis genial!!
No, si yo no quiero aguantarlo, pero me persigue... Ayyy
EliminarJajajajaja, los pelirrojos tienen tela. Disfruta en la feria con ellos y cuando vayas en plan no madre. Yo voy el jueves con mis amigas y lo eatoy deseando.
ResponderEliminarMe he partido de risa con lo de la manada de medusas violentas, yo que no las veo hasta que algún niño me la enseña en el cubito o la redecilla.
Gracias!!
A nosotros nunca nos han picado aunque este año hay por todas partes. Lo que nos faltaba en nuestros temibles días playeros!! jajajjaja
EliminarJajaja. . Me encantan estos planes que te montas, como consigues sobrevivir???!!! Lo de las pupilas clavadas...como me suena, bueno a decir verdad, me suenan más cosas, así que los churumbeles flojean de cuidado jajaj. Pasadlo bien en la feria, seguro que te traes de recuerdo algún post genial, de esos en el que la pelirroja y hermanísimo aumentan número de fans. La de los churumbeles.
ResponderEliminarLa feria es el holocauto. No digo más.
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