jueves, 7 de marzo de 2013

Los niños pobres


La pelirroja ha salido caprichosa como su madre y cuando digo caprichosa me refiero a consumista voraz o, por lo menos, a su intento de serlo y cada día se me para ante todo escaparate que contenga cualquier cosa que llame su atención, ya sea un disfraz de lagarterana, la Barbie gimnasta de mallas plateadas o la nueva colección de primavera de cualquier tienda hortera donde el fucsia flúor y la lentejuela sean los protagonistas.

Y yo tengo que negociar con tiento como si lo hiciera con el comandante jefe de las FARC porque si no uso las palabras adecuadas y en ocasiones -sí, lo sé, soy lo peor- alguna falsa promesa que luego se le olvide al cruzarse con el próximo escaparate, es capaz de entrar en estado epiléptico y representarme el dos de mayo de camino adónde quiera que nos dirijamos y eso agota. A mí y a los que están alrededor.
A veces, negociamos que le compro un regalito si recoge todos los juguetes, si se porta bien en la consulta del pediatra o si se pasa la tarde con su primo Ale sin pelearse ni una sola vez y entonces me la llevo a cualquier chino y le compro cualquier porquería con la que la tengo contenta y entregadísima un par de horas.

El problema es que la nena que no es tonta y entiende de transacciones comerciales más que el mismísimo Bárcenas, le ha dado por regatearme cual marroquí del zoco pero en macrosuperficie china, que mejor que un libro de colorear, dos, y un paquete de ceras o un bate de beisbol de plástico o una pintura de uñas con purpurina o tres libretas de las princesas y todo es un ir y venir de tiras y afloja.

Así que no me quedó otra que tener una larga charla con ella y explicarle que todo no se puede tener -me recordaré esto cuando llore frente al escaparate de Louis Vuitton-, que con el dinerito hay que comprar muchas otras cosas como comida y la casa y muchas facturas y que hay niños que no pueden comprarse nada porque sus papás no tienen dinerito y que son buenos y se conforman aunque no tengan regalos ni puedan comprarse helados ni los yogures que les gustan. '¿Y no comen, mamá?' Y ahí le vi un brillo en la mirada como de lampar por la miseria y evitar guerras gastronómicas, pero yo fui más hábil y le dije que sí que comían, pero no potitos de los buenos como ella, sino que tenían que comer lo que había y que costara menos dinerito.

Aquello debió de calarle hondo porque desde entonces me tiene soltando monedas a toda estatua viviente o cantautor venido a menos que nos encontramos por la calle 'pa loz yogurez, mamá' y claro, no puedo decirle que no, que para eso la he concienciado yo del drama social y ahora tengo que pagar mi pena.

Pero eso no es lo peor, ni mucho menos, ni siquiera teniendo en cuenta que todas las estatuas humanas del centro de Málaga nos hacen reverencias a nuestro paso, sabedoras de que somos sus nuevos mecenas... Lo peor es que ahora la niña no se saca de la cabeza lo de los niños pobres y no para bien precisamente...

El otro día le compré un potito de un sabor al que no suele hacerle mucha fiesta, pero era el único que le quedaba a la farmacéutica y era eso o que no probara comida en el restaurante al que íbamos, así que lo cogí y  mientras la nena procedía a comérselo con el pater fui al servicio a lavarme las manos y antes de llegar escuché su voz gritona que vociferaba 'Ezte no ez, papá, ezte eztá malo y ez un potito de niñoz pobrez, de los maloz, ez de niñoz pobrez, papá'.

Y no supe si salir corriendo a amordazarla con una servilleta y explicarle a los comensales de qué iba aquello o esconderme en el servicio hasta el día de juicio final. 

Sobra decir que opté por lo segundo. Por eso y por dejar de generarle conciencia social. Mejor así.

19 comentarios:

  1. Ahí la tienes, una nueva Madre Teresa de Calcuta en ciernes... Aunque todavía no tengo yo muy claro cómo lo va a compaginar con su gusto por el rosa flúor y la lentejuela... jajajajaj

    Qué corazoncito tiene y qué lista es!! jajajaj

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  2. Ja,ja! ¡Me parto! Yo si le dijera eso a mi hija la tendría preocupada de por vida, porqu ees muy sensiblera. Antes de ayer le pegó al padre un puntapié (involuntario) en el cataplín derecho y al pobre se le saltaron las lágrimas. Pues bien, ayer se pasó el dia entero dándolo besos y preguntándole si se había puesto bueno y prometiéndole que ya no le iba a pegar más en "la pierna". Y le deciá "papi, yo te quiero mucho, un montón". Y todo con cara de ovejita triste y preocupada. Así que cómo para contarle que hay niños que comen potitos "de los malos" es capaz de decararse en huelga de hambre solidaria. Ay!

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  3. Jaja me parto de risa con la escena del restaurante. Yo le digo también lo de los niños pobres para que se coma la comida. la mía no es de momento muy caprichosa con lo material, sólo de vez en cuando le cae algún cuento o libro de colorear. Muchas veces cuando llega su padre a casa le dice ¿que me has traído? pero se conforma con un dibujo de Dora sacado del ordenador para colorear o una chuche

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  4. jajajjajajajaj, ay, Flor!!!! Que todo lo que le dices, esta niña le da la vuelta y lo usa en tu contra jajajjaajajajaj, pero es tan divertido leerlo e imaginarme la situación. Eso sí, si me pasara a mí creo que me costaría mucho salir de esos apuros (porque con el post de ayer me quedé alucinada, en menudas situaciones te mete). Hay que ir midiendo mucho las palabras y lo que les explicas, eh? Podrías hacer un post sobre formas de salir digna de esos momentos y así voy tomando notas.
    Muchos besazos guapa!!!

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  5. ¡Pero que niña más salada! Al final te va a salir más caro que lo niña tenga conciencia social que que sea una consumista voraz (y chantajeadora en la misma proporción, todo hay que decirlo...), porque un libro de colorear te cuesta un euro, pero un paseo por una calle céntrica de Málaga te sale por un poco más... Mucho ánimo Flor que esta niña es más que lista!
    PD: El nombre de Nicolás es precioso, uno de mis favoritos de niño, por no decir mi preferido... (es que no te lo había dicho antes...)
    Un besazo, Judit.

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  6. Ayy que tierna y al mismo tiempo....jajjajja,yo uso eso muchas veces,me da mucha pena verles la carita que ponen pero me saca de muchos apuros y compensa,además aprovechamos que en el cole colaboran mucho con eso,llevar ropa,comida...para los niños que no tienen y les encanta preparar las bolsas y poner algo de todo,pero a veces es en mi contra,que el mayor me empaqueta la ropa que empieza a no gustarle,y el pequeño en el último envio,al revisarlo vi el libro de las letras,el cepillo de dientes y las botas nuevas,que según él no molan nada.Aiiiinnnss,no sé que será peor.....La de los churumbeles.

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  7. Qué graciosa es!!! Yo estoy temiendo el momento en que a mi niña se le entienda al hablar,porque apunta maneras!!!

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  8. Qué graciosa es!!! Yo estoy temiendo el momento en que a mi niña se le entienda al hablar,porque apunta maneras!!!

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  9. Qué graciosa es!!! Yo estoy temiendo el momento en que a mi niña se le entienda al hablar,porque apunta maneras!!!

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  10. Nosotros en navidades le dijimos que habia que donar cosas a los niños pobres en una campaña que hizo mi empresa, compre unos muñequitos nuevos y unos coches (por que justo el mes anterior le habia echo limpia en su habitación y los habia donado a cruz roja) y no os imaginais hasta que le explique que habia niños que no tenian nada, todo el rato : pues que se lo compren sus padres, y yo es que no tienen dinero hijo, pues sus abuelos y asi todo el rato

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  11. Jajaja!! Te vas a dejar un pico en los artistas callejeros!! Igual te salía mejor la visita al macrochino...Y lo del potito...jajajja!!! para verlo, porque tú te escondiste en el baño, pero el páter? qué cara puso?

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  12. Es genial, esta pelirroja tuya!!! eso sí casi que te venía bien llevar una careta para ponertela en determinados momentos jajajajajajajajajaj

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  13. Nos dejan en vergüenza delante del altar mayor (como decía mi madre) pero dicen unas verdades como puños.

    Ya leo que seguimos igual con la comida, potito rules!!!!

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  14. Potitos? Con los dientes tan bonitos que tiene!!!!

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  15. pero bueno..¿como puede darle así la vuelta a todo? Qué agotamiento, Flor, como te entiendo

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  16. Hola!!; bueno, la tuya al menos te ha salido solidaria, al mío le tengo que quitar a escondidas los juguetes para darlos, que él dice que son suyos y que toooodos le gustan, aunque no les haga ni puñetero caso. De hecho he cogido una táctica (que la voy a tener q cambiar si quiero que sea más generoso), y es que por la noche, para que recoja todos los juguetes del suelo, le digo que los niños pobres vienen mientras el duerme, y se llevan los juguetes que encuentran por el suelo, porque suponen que no le gustan. Y hay que ver el jodío que no deja ni mijillas por el suelo. Besos.

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  17. Jajajajajajaja... buenísimo el post, y la niña!! Solidaria es un rato, no se puede negar, y espabilada también.

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  18. Jajajajaja. Con lo de los yogures se ha ganado mi corazón pero no quiero imaginarme la cara de los comensales escuchando que no quería ese potito porque era de pobres... Qué peligro tiene. Besotes!!!

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