jueves, 12 de septiembre de 2013

Sobreviviendo que es gerundio (II parte)


(...)
La idea era ir a Carrefour en las dos horas libres que tenía por delante hasta que la pelirroja saliera del colegio –sí, así de emocionante es mi vida- y hacer una compra sobre todo de pañales, pero la mamma dijo que de Carrefour nada, que íbamos a tomarnos una Coca Cola. Y si la mamma dice que no hay Carrefour, no hay Carrefour.

Y tomándome la Coca Cola estaba cuando el pater me llamó para decirme que ya había llegado a casa y que si quería él recogía a la niña. Y quería. Volvía a tener tiempo para el Carrefour y no, no es que me interesara la idea, pero era eso o ponerle al cigoto una compresa con alas, así que me despedí e inicié mi periplo por el desierto y sus 50 grados a la sombra hasta el supermercado.

Al parecer todos los padres del mundo debieron de tener la misma idea porque aquello parecía la salida de El Cautivo y la gente te embestía con los carros si te distraías un segundo. Así que corrí yo también a coger mi carro cuando me percaté de una cosa: yo ya llevaba un carro. Sí, parece una idea muy simple, pero yo no había caído hasta que me vi con un carro en cada mano y quise pedir la inyección letal, pero ya no había marcha atrás.

Así que probé varias alternativas, la de llevarlos en paralelo, que fue desestimada tras amenazar la integridad física del cráneo del hermanísimo en un par de ocasiones en las que le vio los ojos a la muerte; la de llevar un carro por delante y otro por detrás, otra idea nefasta a juzgar por los muñones y las pantorrillas mutiladas que dejé a mi paso con las consecuentes increpaciones del populacho hacia mi agotada persona y la definitiva, en paralelo, pero el coche del bebé cogido por el manillar y el de la compra con los dedos encajados por las rendijas. No era el plan perfecto, de hecho tenía bastantes posibilidades de perder los dedos, pero era la opción menos mala para ir paseando por los pasillos atestados de consumidores voraces.

Pero la parte chunga vino cuando descubrí que los pañales estaban en la planta superior y que tenía que subir por la rampa con los dos carros ‘pero no pasa nada porque el carro del súper se ancla en las rampas’. Y una mierda. O sería ese carro que estaría defectuoso o yo que no sé anclar carros. La cuestión es que tuve que hacer palanca y frenar con los pies hasta perder la cabeza de los dedos para que no acabáramos bajando sin frenos y muertos en la sección de lácteos. Con lo poco que me gusta a mí el yogur.

Y aunque parecía imposible, logré hacer la compra y llegar a la caja sana y salva, lástima que fuera la caja del novato bobalicón y, oigan, que yo estoy a favor de darle una oportunidad a los novatos y a los bobalicones, pero ¿hoy? ¿era necesario? Pues sí. Así que tardamos una media hora en pasar el pedido y en rellenar el formulario de dirección (tres veces) y el pequeño, que había sido un santo hasta ahora, empezó a berrear nivel leyenda porque hacía quince minutos que le tocaba el biberón.

Pero como el bobalicón no terminaba, decidí hacerle el bibi a pie de caja y vacié el termo en el biberón para descubrir que sólo había 120 de agua cuando el nene y la carga eran de 150. La mar de bien. Por suerte llevaba un culín de un bibi de agua rechupeteada y logré hacer un bibi decente justo cuando el bobalicón me devolvió la tarjeta y los 50 céntimos del carro.

Y huí hasta al MacDonald’s para sentarme en la silla más baja del mundo –del infernal Maccafé- con las rodillas clavadas en la garganta, y tratar de darle el bibi mientras dos ancianos trataban de enseñarse uno a otro sus avances en Internet. Maldito wifi. Y el cigoto se tragó el bibi, pero con el flato echó un tsunami y se puso tan mojado, tan mojado, que tuve que cambiarle el pelele allí mismo porque era imposible volver a sentarlo así.

Y mientras gritaba como si estuviera acuchillándole, logré cambiarlo entero y dejarlo hecho un señor y cuando me disponía a comprarme la coca cola más grande que tuvieran para calmar mi ser de moradora del desierto, descubro que la cola da la vuelta al local… ¿en serio? Ni mijita.

Pero pis tengo que hacer, así que me voy al servicio de un metro cuadrado, donde el único aseo grande en el que cabe el carro, está averiado o eso pone un cartel gigante, así que me veo abocada a dejar al nene fuera y a hacer pis con la puerta semiabierta, para que justo cuando me esté subiendo las braguitas entre un padre con su hijo. Sí, un padre. Porque al parecer su mujer no quería que el niño hiciera pis en el de hombres. Manda huevos.

Pero no dije nada, total, ya me había visto las bragas y no había por qué ser maleducada, así que salí huyendo de allí, sedienta y agotada a partes iguales y emprendí el camino de regreso bajo el sol inquisitivo buscando un kiosco donde comprarme algún líquido que evitara mi muerte. Un kiosco que por supuesto nunca encontré. Así que, media hora más tarde y al borde de la deshidratación, llegué a mi casa, ‘estrosaíta’ viva, como si me acabaran de soltar después de un secuestro de seis meses en la selva colombiana y el pater me miró, no sé si con pena o con sorna y me dijo ‘Anda, llama a un amigo y vete esta tarde al cine’.

Y me fui. Digo si me fui.

24 comentarios:

  1. Chica...mira q te complicas la vida...

    Opciones para evitar esta situación en un futuro:

    1.- Le encasquetas a Cigoto a la mamma y te vas solita al Carrefour.

    2.- En lugar de ir al Carrefour te vas a otro super de los q tienen carritos con una maxicosi acoplada para llevar al baby, aquí por tierras castellanas los tienen en los super Lupa y El Árbol, supongo q por tierras andaluzas alguno habrá...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. 1.- La mamma se hace la muerta y huye antes de que pueda empezar la frase

      2.- Y no pillará el ébola?

      Pero sí, en cualquier caso, me temo me gusta vivir al límite! jajajja

      Eliminar
    2. Jajajajajaj!!! Me ha encantao!!!

      A mi también me dan asquito esos maxicosis , cuando.me he visto forzada a usarlo le he puesto la toquilla/sabana/ manta o lo que toque encima.

      Eliminar
    3. Soy la anónima del primer comentario...

      Siento q tu mamma no cuide a tus pequeños, yo no sé q haría sin la mía, en fin...tiene q haber de todo.

      Lo de la Maxicosi, se da por supuesto q le pones una mantita o similar debajo y no pones al peque directamente!!!

      Eliminar
    4. Bueno, para ser justos hay que decir que la mamma sí que se queda con los nietos siempre que se le pide, pero hay que hacerlo con cierta antelación, que mi madre es muy 'sufría' y tiene que tenerlo todo listo y preparado! Además, para qué engañarnos, es a mí a la que no le gusta dar mucha guerra y los dejo sólo lo justo y necesario... aunque con el pater sí que los dejo!!
      De hecho, fui al carrefour porque no había caído en lo de los dos carros, si no, ni loca!! jjajja

      Eliminar
  2. Pon la giganto-muselina encima del maxicosi. En carrefour tienen carros donde acoplas tu maxicosi y ninguno más

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eso sí que mola!! Pero en mi Carrefour no hay ni para acoplar la tuya ni de las que ya la traen... Estarán de recortes?? jajja

      Eliminar
    2. Asco carrefour que parece el Dia, ¡cambia de super a uno ergonómico! ;)

      Eliminar
  3. jejejejejeje, que bueno!!! me ha recordado cuando mis mellizos eran más pequeños y hacía la compra con el gigantocarro doble y el carro de compra. Iba dejando el carro de compra en la entrada de cada pasillo y con el gigantocarro iba cogiendo los víveres y volvía, ... me hacía veinte viajes por pasillo, pero bueno...
    Luego la compra me la llevaban a casa.
    Ahora que son más mayores les meto a los dos en el carro de la compra y para que no se sienten en el pan de molde tengo que llevar en otra mano una cesta de esas con ruedas, .... se puede decir que hemos mejorado.

    ResponderEliminar
  4. y digo yo... a la madre del niño con padre voyeur del McDonalds no se le podía haber ocurrido que en aseo de señoras hay señoras y que lo de mandar al niño es comprensible pero mandarlo con el padre es ya del género retorcido? aunque yo entiendo que si existe la oportunidad de quedarte sola cinco minutos cualquier artimaña es válida para conseguirlo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eso mismo pensé yo, igual la madre estaba en plan muerta en vida. Pobretica! jaja

      Eliminar
  5. Jajajaja, estresadita me has dejado al leerte...lo de las rampas de los Carrefour es muy peligrosooooo, a mí me pasó que al bajar con el carro lleno hasta arriba de compras, 2 niños dentro y el bebé de 6 meses colgado de la mochila, no sé si el hijop del carro estaba estropeado, o no tenía fueras para aquel peso, pero anclar no ancló, y aunque fue en cámara lenta resbalé por toda la rampa, descendí por ella inclinada hacia atrás intentando hacer contrapeso y el carro y yo rebaladándonos poco a poco por la rampa...menos mal que no tenía a nadie delante porque lo atropellaba. Por cierto que detallazo el de tu marido al mandarte fuera de paseo (te vió llegar en estado comatoso, no??)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajjaja, pobre de ti!!
      Comatoso es poco. Llegué al borde la muerte!

      Eliminar
  6. Vaya día ajetreaillo que tuviste, pobre. Es que hay veces que hasta hacer la compra se convierte en un caos.

    ResponderEliminar
  7. Lo que me haces reir
    .yo a veces voy con las 2 a comprar(una en silla y otra de 4).como no puedo coger carro la mayor me coge un carrito fe ruedas y yo lo voy llenando hasta q ya no puede con el.es de bastante ayuda.no me puedo quejar dentro de lo que cabe.

    ResponderEliminar
  8. Iba diciendo-no puede ser,más no....,pero no me lo puedo creer,menuda segunda parte,lo dicho de 10,ponte ya con la película jajjaj.Desde que nació el primero de la compra se encarga el padre el sábado,yo el pan y poco más,ahora me dice que ya puedo,que los dos van al cole,pero le suelto lo que es verdad,que la mañana no me cunde nada de nada.La de los churumbeles.

    ResponderEliminar
  9. Josjosjosjosjos.....yo quiero irme a vivir a tu ciudad!!!! Me imagino que habrá gente que esté al acecho en tu portal, esperando a que salgas para pasar una tarde de lo más entretenida siguiéndote. Yo de vivir allí, lo haría fijo!! Ni teatro, ni club de la comedia, ni cine, ni ná de ná!! Donde esté un trayecto de Flor y sus churumbeles que se quite Leo Harlem, Chiquito de la Calzada o hasta el mismísimo Charles Chaplin!!!
    Observa si cuando sales hay gente que de repente se pone a mirar con gran interés una farola, un arbusto o una alcantarilla, esos, fijo, que están esperándote!!!

    ResponderEliminar
  10. XD que estrés, mi hermana tiene un bebé y siempre pide refuerzos, o sea que me llama, si se ve en una situación así.

    ResponderEliminar
  11. Pues menos mal que te regalaron ese cochecito y no llevabas el gigantocarro Arrue ;)

    Besotes!!!

    ResponderEliminar
  12. Te tienes que pasar a las compras por internet, flor! SuperDrive YA!!!
    Pero bueno, después de todo, y lo bien que te sentO el cine? Qué peli viste? Un saludo.

    ResponderEliminar
  13. Yo, para esos casos, veo útil un portabebé tipo mochila, pouch o similar :)

    ResponderEliminar