martes, 17 de diciembre de 2013

De juegos imposibles y traumas infantiles. Parte I



Vale que soy una inútil desde niña y que nunca se me han dado bien los juegos que requirieran de cierta coordinación manual o de movimiento y es que aunque no soy una patuleta -que conste que bailo bien y me muevo con cierta gracia, un respeto- siempre he sido un paquete para jugar al pañuelito, al elástico o a la comba y que si me elegían de entre los primeros era porque la capitana siempre era mi amiga Rocío y me elegía por amor y por lástima, a sabiendas de que me iba a liar la cuerda entre los pies y morder el polvo antes de la segunda vuelta de comba. Qué pena.

Pero independientemente de mi poca agilidad pueril –aún recuerdo el juego de la Botibota del 1,2,3 que jamás logré terminar con éxito sin dejarme la frente contra la pared mientras mis vecinas llegaban hasta las 1.000 vueltas sin pestañear- he estado recapacitando y he llegado a la conclusión de que los juegos infantiles son la mayoría muy difíciles y  que no hay necesidad de ponérselo tan difícil a los chiquillos. A no ser que la voluntad de los fabricantes sea precisamente ésa, claro.

Hace unos días os hablé del trompo –peonza en según dónde- pero ésa es sólo la punta del iceberg, tenemos más, muchas más opciones para acabar con la autoestima hecha trizas. Os hablaré de mis traumas infantiles al respecto y también os hablaré de los futuros traumas pelirrojiles, que ha heredado la agilidad maternal frente a los mismos juegos tradicionales que vuelven para dar por saco y dejarnos la vida en ello.

El trompo (peonza). Ya os hablé hace unos días de nuestros problemas con el trompo, que estaba acabando con la poca paz familiar que nos quedaba. Pues bien, no ha habido mejoría. Ninguna. De momento la niña sigue insistiendo en lanzarlo como quien lanza cócteles molotov mientras todos nos agachamos y seguimos hablando del tiempo como si tal cosa. Yo por mi parte paso ya del asunto. Era eso o el divorcio.

El Hula hop. Si por algo me he deprimido en mi vida es por no saber bailar el hula-hop. Ni un poco. Ni una vuelta sin que se caiga redondo a mis pies. Y mira que mi madre me compró tres y que eran brillantes y preciosos y que yo bien podía haber sido una gimnasta olímpica con tantas horas de ensayo, pero no. Y encima tenía que aguantar como mis amigas le daban al aro como si fueran mini rusas en las Olimpiadas. Mi amiga Rocío, que era la gran crack de todos los juegos, era capaz de hacer 100 sólo con el cuello. Yo lo intenté hace tres días y casi muero como un conejo de granja. Por su parte la pelirroja sólo ha logrado darse dos leñazos en los dientes porque lo lanza con mucha fuerza... imagino que para que aquello por mera inercia le regale un primer giro, pero ni ése logra, pobrecita. Pero eso sí, el aro cae y ella sigue moviendo las caderas como una Beyoncé borracha sin darse ni cuenta de que el hula hop está en el suelo... Angelito mío.

13 comentarios:

  1. Ay...de tal palo, tal astilla....jajajaja.

    Lo de la cuerda, sí que era difícil. Recuerdo yo, cuando jugábamos en el patio del colegio y me daba miedito meterme, porque pasaba tan rápido y era esa cuerda gorda, que si te daba hacía daño...Pero eso era lo peor. Una vez dentro, pegaba todos los saltos que tuviera que dar. Cómo molaban los juegos de antes.
    Y el elástico...qué tiempo aquellos...Cuando tocaba a la altura del cuello y todas las niñas llevábamos debajo del uniforme, culottes, porque los niños se ponían cerca para ver si nos veían las bragas, jajajaja.

    El hula hop, o el aro, creo que lo llamábamos, también se me daba bien. De momento has nombrado los que me gustaban. A ver qué nos cuentas mañana.

    ¡Besos!

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    1. Jajjajajajajja, mañana toca la comba y los combazos!! jajaj

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  2. Ay lo que he reído, qué cierto es... Lo del hula hop de chica era difícil, pero probarlo de adulta es ya frustrante. ¿Cuántas años hay que practicar para que te "marque" más la cintura? No merece la pena. ¿Y te acuerdas del disco chino de Enrique y Ana? Mortalito... Eso era nivel experto. Y había el friki que lo hacía a dos manos.

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    1. Uyuyuy, yo tenía el disco chino!!! Qué infierno! jajajja Volverá??

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  3. Jajajaja. El hula hop sí que se me daba bien, aunque no lo he vuelto a probar. Supongo que ahora no sería capaz de darle ni media vuelta. Con decirte que se me olvidó montar en bicicleta, te lo digo todo. Vamos, que yo me he ido entorpeciendo con los años. Imagino porque de pequeña era más temeraria y le tenía menos aprecio a mis dientes que, total, eran de leche. Besotes!!!

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    1. Uy, si yo te contara... En un viaje de prensa a Berlín nos hicieron una ruta en bici y casi muero!!! A mí tb se me había olvidado!! jajjaja... Por suerte, lo recordé antes de dejarme los piños!!

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  4. Yo era ( y soy, supongo, cualquiera lo prueba ahora!) una negada para el hula hop.. con lo que me hubiera gustado mover las caderas como Shakira dentro de ese aro :(
    jajajaja
    El elástico y la comba en cambio sí se me daban bien! ( tampoco pienso probarlo ahora )
    Qué bonitos recuerdos ohh

    besos!

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  5. A mí al hula hop no había quien me ganara,es más hace un par de años se lo regalé a los churumbeles,sinceramente porque me hacía a mí una ilusión....,pero así como al trompo le han cogido el truquillo para el aro no hay tu tia,el mayor dice que normal que le caiga,como no tiene culo.Yo he ido corriendo a mirarme el mío,por si era una indirecta directa.La de los churumbeles.Buen post,lleno de recuerdos.

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    1. Mi hermana sabía y sabe y el primísimo que va de machito y futbolero lo domina nivel olimpiadas!! Muy heavy. Y yo sin moverlo un poco y culo tengo pa siete, vamos que voy a ensayar!!! Eso se puede aprender?

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  6. Pa algo que se me daba bien...la botilde (aquella bota morada se llamaba asi, por cierto, te acuerdas de la cancion? "Fue campeona en subir escaleras, en bajar las aceras, si si, pero ahora ya es vieja, ya no tiene pareja, ya no tiene solución. .. Eres tuuuu, mi vieja amiga, eres tuuuuu, la aventurera, eres tuuuuu, la bota de mis sueños). Pues se me daba bien... y el hula hop me apasionaba... mmmmm.... a ver sigue con los traumas y te cuento...jeje

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