martes, 30 de octubre de 2012

Ni ponerse enferma puede una...


Una de las cosas más chungas de la maternidad –y digo una porque haber hay para parar un tren y quien diga lo contrario miente o se ha sometido a un lavado de cerebro made in Carlos González- es que desde que te conviertes en madre se te quitan todos los derechos fundamentales cual preso de máxima seguridad o secuestrado de las FARC, dejándote unos pocos para la mera supervivencia diaria y a veces ni eso.  

Una hace lo que puede y se acaba acostumbrando a vivir cual esclava de los estados del sur del siglo XVIII, llegando incluso a no echar de menos su vida anterior sumida en la vorágine diaria de pañales, biberones, potitos, casa de Mickey Mouse, colegio, deberes y muerte por agotamiento, pero a veces, una descubre casi por azar haber sido privada de un derecho de los gordos, de los que deberían escribirse en negrita y con doble subrayado, como el derecho a ponerse en enferma. Y por ahí sí que no

No es que yo me ponga mucho enferma, de hecho no es que tenga una salud de hierro, ni siquiera de cobre falsón pero no soy de enfermar, quizá por eso se me pasó más inadvertido el asunto de la privación del derecho a dejarse morir de gripe en el sofá, pero cuando los virus vinieron a mí por primera vez desde que me di al negocio de la maternidad, cebándose con mis escuálidas defensas castigadas por el malvivir, descubrí con pavor que ponerse mala siendo madre era el nuevo infierno en la tierra.

Porque suficientemente duro es vivir con la cabeza incrustada en el wc echando la primera papilla con los ojos vueltos del revés día y noche –porque Dios sabe que no hay cosa que me siente peor que vomitar- para tener que hacerlo con una pelirroja de 18 kilazos enganchada a tu espalda, tratando de asomarse a la taza y gritándote al oído ‘qué paza, mamá?, qué paza? qué ze te ha caído?’.

O tratar de hacerte un ovillo en el sofá con tus 39 de fiebre arrancándote las pocas ganas de vivir que te quedan, mientras la prole te salta encima o te tortura con la última canción aprendida en el colegio, que tiene la misma música que todas las que lleva aprendidas desde la guardería y que no hace sino contribuir a tu malestar generalizado y a tu coqueteo con el suicidio.

Da igual que el pater se implique, te cuide y te deje dormir hasta las tantas, el pelirrojismo quiere participar en tus cuidados –y convertirlos en una tortura física que ríete tú de las astillas en las uñas- y cuando te echas la siesta para recuperar fuerzas, sientes su respiración en la cara, observándote en la oscuridad del cuarto como si fuera la psicópata de una peli de terror si no te soba la cara estirándotela hasta el dolor en la versión pelirroja de una caricia o cuando te quiere reconocer con su maletín de doctora de Imaginarium y clavarte la jeringuilla en la yugular o peinarte en un gesto de amor con el peine demoníaco de la Nenuco Peinados o peor aún cuando decide ayudar trayéndote el desayuno y te lanza a la cara el zumo de naranja, dejándote pulpa en las pestañas y ganas de tirarte por el balcón, para luego decir ‘lo ziento, lo ziento’ y refregarte un paño de cocina por la cara dejándote el cutis como recién salido de un peeling químico y las náuseas en el cogote y los escalofríos matándote lentamente… mientras ella y el pater planean cómo hacerte la vida más fácil, cuando tú lo único que quieres es dejarte morir en una esquina, tranquilita y en paz, pero no, eso ya no es posible.

Por eso ahora tomo Actimel como si no hubiera un mañana.

34 comentarios:

  1. Ay qué horror!
    Pero para mí la peor parte de ponerte mala no es sólo lo que tú has contado, es tener que bañar a mi gordita, hacer la cena o preparar la ropa del día siguiente. Porque que yo esté hecha un asco no implica que mi contrario no trabaje, así que hasta que él no llega de trabajar (9 de la noche más o menos) tengo que "cargar" yo con todos los quehaceres diarios. Y ahí sí que quieres morirte...
    Por cierto, ojito con el Actimel, que no es oro todo lo que reluce. Echa un vistazo a este enlace: http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2010/12/101217_dannon_danone_activia_actimel_rg.shtml
    Besucos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Perdonad, este enlace es mejor:
      http://www.apenb.org/web/index.php/blog/item/danone-debe-pagar-multa-por-exagerar-beneficios-de-activia-y-actimel

      Eliminar
    2. Yo nunca he sido de Actimel, pero en un episodio de Redes vi a Punset recomendándolo -no como anuncio- y me hizo pensar... ahora tengo en la nevera un cajón! jajaj

      Eliminar
  2. Gran verdad, deberíamos poder coger la "baja de madre", que da igual que tengas 39 de fiebre y las amígdalas como pelotas de tenis, ahí estás tú bañando niños, haciendo cenas y levantandote 8 veces por noche a dar agua, poner a hacer pis, consolar de pesadillas y lo que se tercie...

    ResponderEliminar
  3. AY POBREEEEE...PERO QUE TERNURA LA PELIRROJA QUERIENDOTE CUIDAR...NO ME DIGAS!!!PODEMOS AGUNTARLO TODO...SOMOS UNA MAQUINAS!!!!
    LOS HOMBRES SE PONEN MALOS Y NO HAY QUIEN LES AGUANTE, NADA QUE HACER...INUTILES INUTILES...YO CON LA MISMA FIEBRE QUE EL PATER PUEDO HACER MIL COSAS, EL SE ANIQUILA!!!
    POR ESO PARIMOS NOSOTRAS...EL GENERO HUMANO YA SE HABRIA ESTINGUIDO SI TUVIERAN QUE PASAR POR UN POST-PARTO!!!
    PERO ES VERDAD NO TENEMOS DERECHO NINGUNO...TE ENTREGAS A LA MATERNIDAD Y SE ACABO!!!!BESOS FLOR Y CHICAS!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo creo que soy más como los hombres. Me gusta quejarme, jajaja

      Eliminar
  4. yo no me pongo mala normalmente pero el año pasado si cogí gastroenteritis y fueron dos días infernales. yo en vez de actimel me he dado al zumo de naranja

    ResponderEliminar
  5. Qué horror! Yo aún no me he puesto enferma desde que nació Uve pero el panorama que pintas no me parece nada halagüeño. Voy enseguida a por un actimel y un zumo de naranja. O un camión de echinacea que según mi mater es lo más de lo más para las defensas.

    ResponderEliminar
  6. ¡Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja!!! No tengo palabras, es que estoy que me parto!

    ResponderEliminar
  7. jajajajaaj! eres genial!
    Y además que es verdad! xD
    Nada, zumo de naranja y actimel EN VENA!!

    Un beso!

    ResponderEliminar
  8. totalmente de acuerdo con el post!!!!no tenemos derecho a ponernos malas porque no hay nadie q nos sustituya!yo he pasado una gripe este otoño pero no me he dejado vencer, q si en el prospecto del ilvico pone cada 8 horas?pues yo me lo tomaba cada 6! y así iba sobreviviendo, un horror vamos, y el padre de las criaturas hasta las 9 de la noche mínimo no pone el pie en casa cuando ya están todas dormiditas, así q vosotras me direis de q me sirve a mi.... en fin, gajes del "oficio"!
    Flor, donde te metes????
    Besossss

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Qué vida ésta! Yo tengo la suerte de que el pater -además de ser muy apañado- trabaja casi siempre desde casa y puedo escaquearme de 'mis labores' pero la pelirroja no lo ve así y no da tregua ningunaaaaaa... En cualquier caso, un infierno todo.
      Besos!

      Eliminar
  9. Es un derecho que dejamos en el paritorio, sí o sí, como si tuvieramos tantos.Yo no soy de ponerme mala,pero cuando me da algo acabo peor,pero de los nervios,con el padre no puedo contar y los churumbeles se animan a cuidarme,eso sí,en plan pelirroja pero multiplicado por 4,que son 2 pero están muy altos ...La de los churumbeles.Vale,que son unos benditos,que se preocupan por mí,pero en esos momentos,lo siento,pero me empalagannnn

    ResponderEliminar
  10. Ja ja ... Si, si, nos reímos pero cuánta razón tienes... Yo me pusé mala hará un mes, con mi marido en Alemania por diez dias y yo aquí sola cuidando del peque, cuando yo lo único que quería era estar en el sofá tranquilita.. Menudos dias de pesadilla que pasé..

    Aunque claro, viendo como te cuida la Pelirroja, que es un amores, todo sea dicho, tendrás que ponerte más veces mala.. que el zumo de naranja por las pestañas, tiene que ser lo más. jaja

    Un besazo guapa..

    ResponderEliminar
  11. Jajajaja!! Me desorino de risa Flor!!! Y me rio desde luego, por no llorar, porque que razón tienes con la pérdida de derechos. El 'ponerse mala y dejarse morir en el sofá' como dices ya pasó a mejor a vida con la maternidad... que penita!!
    Un beso guapa!!

    Pilar

    ResponderEliminar
  12. 1. El Actimel no sirve absolutamente para nada. No está probado que el L-casei sea efectivo para reforzar el sistema inmunológico. La única razón por la que permiten a Danone indicar que sí lo es, es porque le añadieron cierto porcentaje de vitamina B6, que según la OMS y otros organismos reguladores sí tiene esas propiedades y sí se puede promocionar como tal. Zumo de naranja recién exprimido por las mañanas. No hay otra.

    2. ¿Tenéis cerrojo en la habitación? Ahora va a llegar la no-madre moderna chupiguay de 22 años que solo tiene experiencia con su sobrino postizo, y eso una vez a las mil (eso sí, no hay pañal que se me resista, tengo un don), pero... Con todo el amor que le tengo a la pelirroja, yo no la dejaba acercarse al dormitorio ni en broma. Cerrojo, un "las princezaz a veces se cansan mucho y necesitan descansar en silencio" y un DVD con contenidos extra de Dora, incluyendo las tomas falsas. Para que no se aburra, la pobre.

    3. Para acelerar el proceso de curación de los catarros: mantén los pies calientes como si se te fuese la vida en ello (puestos puedes utilizar a la pelirroja como mantita térmica) y, si te duele la garganta, ponte un pañuelo/bufanda/braga/loquesea y quítatelo solo para ducharte. El resto del día llévala tapada, especialmente de noche. Funciona, créeme.

    ResponderEliminar
  13. ¿Y cuándo encima de estar enferma el pequeñajo tiene lo mismo multiplicado por mil mocos y mil toses que no os dejan dormir? nosotros lo estamos sufriendo ahora mismo, y cuando servidora por fin se duerme de sus toses la despierta el pequeño con la suyas y vuelta a empezar, currar es muy difícil en estas condiciones y madrugar ya ni os cuento...

    ResponderEliminar
  14. Que bien te ha quedado lo del actimel para rematar, jeje.

    ResponderEliminar
  15. Jajaja. Consuélate pensando que lo tuyo es un daño colateral. Yo, con treinta y nueve de fiebre, voy a trabajar. Eso es masoquismo puro y duro. Es pasarlo mal porque sí... Besotes!!!

    ResponderEliminar
  16. Yo aún recuerdo mi última gastroenteritis,en el hospital termine ingresada,un horror,solo espero no ponerme mala por que como bien dices como una caiga enferma lo de estar en la cama descansadita es misión imposible.Yo por si acaso me tomo mi zumito de naranja todas las mañanas,que no sea por vitaminas.Un besito.

    ResponderEliminar
  17. Jajajaja De nuevo lo clavas, Flor! Ayyyyyyy y que poco me gusta que lo claves esta vez.. que yo cojo dos resfriados al año y cada uno me dura 6 meses.
    Que lindo era "dejarse morir en el sofá" tapado con una megagigante manta y 3 cajas de aspirinas complex. Entre achús y achús solamente se oía el silencio..aissshhhh

    Besos

    ResponderEliminar
  18. Si, es cierto, es imposible estar enferma con un niño alrededor. Hombre, que enferma sigues estando, pero como tienes que actuar como si no lo estuvieras pues da lo mismo, porque la niña te trata como si no lo estuvieras. Yo gracias a Dios para estos momentus horribilis tengo a mi suegra a la que le planto la niña y seguido me meto a morirme en la cama o a disfrutar de mi soledad y mis escalofríos, según se mire. A veces no es tan malo estar enfermo si con ello consigues:
    a) No ir a trabajar (y además justificado)
    b) Dormiiiiiiiirrrrrrrrrrrrrrrrrrrr
    c) Estar S-O-L-A!!!! (gracias suegra!!!)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por supuesto, esos días ya puede caerse la casa encima que no muevo un dedo..... ni cocino, ni recojo un plato, ni ná de ná de ná. Sólo faltaba, ja!

      Eliminar
  19. Desde que tengo a Julia me he puesto mala, pero mala malísima dos veces: en una tuve una contractura en la espalda que me duró 4 días y no le deseo a nadie los dolores que tuve, nunca me había pasado y es morir de dolor.

    Y la otra fue cuando mi madre se puso muy enferma antes de morir y los nervios se me cogieron al estómago y estuve ¡un mes! con un cólico que me iba patilla abajo, además de los retortijones propios. Cuando estaba el pater, pues se ocupaba de ella pero cuando volvía de la guarde, era el infierno en vida,detrás de ti como un perrillo preguntando incesantemente que qué me pasaba, porqué tenía pupa y porqué estaba tanto tiempo en el baño. En fin, una alegría todo.

    Besos

    ResponderEliminar
  20. Ayyy, Flor, me he hartado de reír en el último párrafo! Empezó todo bien, pero es que el final ya ha sido.. Me estoy imaginando a la pobre pelirroja cuidándote... ;)

    ResponderEliminar
  21. Como te entiendo.. yo que pensaba estar preparada para la maternidá y resulta que no.
    Todos te advierten del mal dormir, el mal comer, que si las preocupaciones y etc.. y yo decía pff! no hay bronca.. y sí lo llevaba bien (o eso pensaba) pero ay! en mi primer resfriado fuerte a la criatura le dio koalitis (de esas que se te prenden al brazo y no las bajas ni dormidas) y ahí supe lo que era sufrir.

    ResponderEliminar
  22. Es que ese es un derecho que podemos tener...si, pero no nos dejan disfrutar de él!!!! ains, la pelirroja..¿Que paza mamá, que se te ha caido? jajajaja...pobre flooor!!!! si es que estos enanos nos van a sacar hasta la sangre....besotes corazon

    ResponderEliminar
  23. Ay, me recuerda a los horribles tres primeros meses del embarazo de la peque y el mayor con año y medio, la mudanza, a tope de trabajo, delante del ordenador aguantando las arcadas, vomitando con el niño meiendo la cabeza en el váter al mismo tiempo, o cuando volví a casa con un recien nacido, recien operada (cesárea), anémica e hipertensa, intentando inútilmente dar el pecho, zombi perdía sin dormir y el mayor saltándome encima de la cesárea...Lo recuerdo como muy lejano (hace sólo 1 año), turbio como una pesadilla...será por los chutes de calmantes`para la cesárea y el no dormir...

    ResponderEliminar