jueves, 27 de diciembre de 2012

La fiesta de Navidad. La función


Cualquiera que no supiera de qué iba el asunto habría jurado que tras las puertas de entrada del colegio se escondía Belén Esteban morreándose con Marío Vargas Llosa a juzgar por la cantidad de cámaras de vídeo, de fotos, teleobjetivos y ansiedad nivel extremo que esperaban a que la portera diera el pistoletazo de salida y abriera los portones.

Pero no. Aquello sólo era la función del colegio de la pelirroja aunque por los niveles de tensión que allí se respiraban, cualquiera diría que estábamos a punto de conocer la sentencia del caso Malaya porque si no éramos unas 70 personas hacinadas junto al portón, no éramos ninguna y todas –yo no porque antes de las diez sólo tengo fuerzas para accionar el riego sanguíneo - pegando empujones para que no se colara nadie, no fuera a ser que le quitaran la tortuosa silla de plástico con mejores vistas del gimnasio y tuvieran que sentarse diez centímetros más alejados del escenario y no disfrutar igual del espectáculo.

La cosa ya venía fea de casa porque nos había costado la vida arreglar a la nena con la camiseta embudo y los nervios a flor de piel y los tres pegándonos empujones por la casa, colándonos en la ducha y peleándonos por el secador -que a ver, yo no soy mucho de secarme el pelo pero mi niña iba a demostrar sus dotes de artista y yo iba a darlo todo cual madre de la Pantoja-, dejando la casa que parecía que había entrado una unidad de los GEO buscando un detonador escondido. Y todo esto a las 8 de la mañana, para dejar a la nena a las 9 y esperar cual fan enfervorizada a las puertas del colegio a que los prepararan y nos dieran el visto bueno para entrar.

Y nos lo dieron. Y aquello parecía el Corte Inglés el primer día de rebajas antes de la crisis y yo con el empanamiento que me caracteriza a estas horas de la mañana, me quedé atrapada entre una señora con un abrigo de pelos –aún me quedan algunos en el esófago- y una madre del artista que casi me parte la mandíbula con una reflex del tamaño de un elefante africano y si no es por el pater que me rescató, aún seguiría allí, lamiendo pelo sintético con las bisagras del portón clavadas en los riñones.

Y tras un laberíntico maratón por el colegio, subiendo y bajando escaleras, abriendo y cerrando puertas y volviendo a bajar lo que habíamos subido –que si me dejan sola no logro salir de allí en la vida y me tengo que quedar a vivir bajo la escalera como Harry Potter con lo mal que me sienta a mí la humedad- hasta llegar al gimnasio donde ya había dos millones de personas –imagino que las entradas VIP- haciendo fotos en un sin parar que no he visto ni en mis mejores años de periodista y yo, desconcertada por los flashes y magullada por el aplastamiento de la puerta casi me caigo justo en unas sillas la mar de bien situadas para ver las dotes artísticas del pelirrojismo.

Y allí estaba ella, colocadita junto a los otros pastores, delante de los cascabeles y los angelitos y junto al grupo de la otra clase, que aquello era una función conjunto para ahorrar tiempo y disgustos al profesorado que se vio que debían de llevar ensayando desde principios de curso porque si no hubo seis bailes no hubo ninguno y todos con sus canciones, en español y en inglés y hasta una poesía grupal.

He de confesar que el pater llevaba cámara y que yo le pedí su móvil para hacer un vídeo porque a la hora de la verdad una es tan pamplinosa como cualquiera, pero al final cuando la vi salir al escenario moviendo las caderas y la cintura con más gracia de la que yo esperaba, decidí no grabarla para poder disfrutar del espectáculo y digo si disfruté. Más que de un concierto de Sabina, oiga. Con decir que hasta me emocioné viéndola hacer su coreografía con sus manitas rechonchas como una niña mayor junto a sus amiguitos de clase... Igual me estoy haciendo mayor o chocha o igual fue por la acumulación de pelos en la traquea. Que yo siempre he sido alérgica a estas cosas…

8 comentarios:

  1. Pues claro Flor! A la hora de la verdad a todas se nos cae la baba, jejeje!
    Como ya dije el otro día, yo no pude ir y obligué a mi contrario a grabarlo todo, cual padre friki, pero no podía perderme su primera función aunque fuera en diferido. Y me encantó, la he visto en el ordenador unas 4 veces... Como tú dices, con sus manitas rechonchas y haciendo reverencias cuando terminaron, qué ricas son!!!
    Besucos para todas

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  2. No fuiste la única en echar la lagrimita Flor,yo en cuanto vi a mi rubito encima del escenario es que se me nublo la vista.Yo menos mal que no pase tu odisea para verlo,tuvimos enchufe, por que los teniamos que vestir los papis y cuando acabamos de vestirlos nos fuimos al salón de actos y no hubo problema de sitio,pero habia verdaderas peleas entre familiares por pillar un buen sitio.Y que bien lo hicieron todos, para ser tan pequeñitos como memorizan las letras, los bailes,están para comerselos.Un besito.

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  3. Ayyy,me suena,me suena,si en el fondo de duras nada,si yo me ablando con la primera panderetada y me contagio de saca cámara,haz video y hasta coreo si hace falta,que los papás somos la pera en estos casos,locos más que locos jajaja,la de los churumbeles.

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  4. Mi madre no me falló en ninguna función. Siempre fue mi mayor fan. Jajaja. Qué sería de los futuros artistas sin sus mamis... Un besote!!!

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  5. Ohhhh que bonito!!.. Parece ser que mi hijo ha sido el único niño de las aquí siempre presentes que no ha tenido función en el colegio (Tengo que averiguar si es que aquí en Italia esas cosas no se llevan, porque mira que religiosos son un rato..)
    Pero bueno, nos recitó una poesía preciosa sentado debajo del árbol, que también la hemos visto a posteriori unas cuántas veces...
    Que bonicos son... (Se me quedó está palabra cuando viviamos en Jaén, y me encanta.. BONICOS).. Ja ja
    Un besazo enorme.. ya mismo vamos a por el año nuevo...

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  6. Lógico que te emocionaras! Si es que se los ve tan independientes, responsables y mayores que se nos cae la baba; la mía aún no va al cole pero sí va a la piscina y dos o tres veces durante el curso tenemos jornadas de puertas abiertas y puede ir el papi o la abuela a verla y meterse en la piscina con ella; si vieras que orgullo el del papi la semana pasada cuando la vio nadar solita con los manguitos y cruzar toda la piscina...y yo cámara en mano sacando fotos y más fotos; una vez vistas he llegado a la conclusión de que tengo que cambiarle el gorro porque desde los 9 meses tenemos las mismas fotos, ella va creciendo pero lleva siempre el mismo look, jajaja!!!
    Besos!!

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  7. Yo lloré por triplicado: por ver a mi niño cantando villancicos y bailando con los otros 25 energúmenos de su clase; por perderme su primera función por estar en el hospital recuperándome de la cesaría de su hermana que tenía que haber nacido una semana y pico antes y por tener todas las hormonas disparatadas y haciendo piruetas..
    Pero para la siguiente pillo silla en 1a fila caiga quien caiga por el camino!

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